Caldo de verduras
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En la pequeña nota donde garabateé el menú de hoy, “caldo de verduras...”, escribo la explicación del título de esta nueva colaboración en VANGUARDIA, de la que estoy muy agradecida. Así como en la vida se mezclan los sabores, los sentires, las memorias y remembranzas, “Poiesis encarnada” parte del ser encarnado. El ser humano que sufre, se alegra, ríe, llora y crea.
Para Platón, la creación o poiesis –distinta del hacer cotidiano del “caldo de verduras” –, le permite a algo pasar del no-ser al ser. Marcelo Zambrano explica que eso involucra un paso de la no-existencia a la presencia. Esta columna quincenal se plantea desde esa posibilidad de crear mundos dentro de este mundo, como apunta el crítico italiano Giorgio Agamben, autor de El hombre sin contenido.
Es solo desde nuestra experiencia encarnada que podemos saborear, experimentar, imaginar, visualizar, crear... De ahí mi interés por atravesar críticamente las disciplinas y visiones tradicionales y abordar fenómenos visuales, socio culturales y artísticos desde la experiencia vivida –no desde una estética kantiana de la contemplación–, invitar a nuevas miradas, a pensarnos en un sentipensar de una presencia integrada donde a veces las palabras se quedan cortas.
Esta aventura no puede ser entonces sólo del pensamiento como lo hemos entendido, un mundo de las ideas desencarnado, desvinculado de nuestras pasiones y penares; tiene que pasar por el cuerpo, ese cuerpo in-spirado, es decir, lleno de espíritu creativo para manifestarse en este mundo.
Divagaré sobre filosofía, arte, arte conceptual y alguna que otra exposición que se me atraviese, la educación artística y el arte aplicado a los problemas sociales como mediación cultural, pero también sobre las reglas del juego de la circulación, la gestión y la promoción culturales desde la comunicación y el pensamiento crítico. Abordaré mitos de diferentes concepciones artísticas, las exclusiones que implican y cómo regresarlas al cuerpo o cuerpa.
El cuerpo/a que respira también requiere su sentido de salud donde la atención, el enfoque y la presencia son fundamentales en un ambiente de tantos estímulos que nos distraen. Estas son condiciones para apreciar el arte o crearlo, son condiciones para la vida, reflexiones que incorporaré con un toque de neurociencia y saberes desde la filosofía oriental a partir de mi práctica del kundalini yoga y la meditación, las elecciones de mi estilo de vida como mujer vegana, doctora en historiadora del arte, docente por más de 30 años, capacitadora de maestros/as de yoga y coach espiritual, que ha vivido en México, París y Nueva York, que cae y se levanta, y que busca sorprenderse cada mañana con una visión real, crítica y a la vez positiva, gentil y conectada con los seres humanos, la naturaleza y la creación.
Ahora, comencemos a cocinar ese caldo de verduras: apio, repollo, zanahoria, papa, ejote, cilantro, cebolla...
Encuesta Vanguardia
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