1910. Historia de una corrida de toros
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Saltillo fue siempre una ciudad aficionada a los toros. Múltiples fuentes documentales lo atestiguan. En los primeros tiempos se improvisaban cosos en la feria anual y otras fiestas, se armaba y desarmaba la plaza de toros donde realizar la fiesta brava. Luego se construyó la Plaza de Toros Tlaxcala donde hoy se encuentra el Mercado Juárez y más antiguamente estaba el cabildo tlaxcalteca. Luego fue la plaza de Guadalupe, en Álvarez y Acuña, en donde se construyó posteriormente el Cine Florida, y siguieron otras que ya llevaban el nombre de “Armillita”.
Plaza de Toros de Guadalupe. Saltillo. Extraordinaria y elegante Corrida de Toros por distinguidos aficionados para la tarde del domingo 15 de mayo de 1910. A las 3 p.m. en punto. Productos íntegros a beneficio de la celebración del Centenario. Fiesta organizada con los elementos sociales del Casino de Saltillo por la Junta Central de Señoras, reza el encabezado de un bello cartel impreso en tinta azul oscuro sobre delicada tela de seda color rosa mexicano.
La Junta de Señoras para la Celebración del Centenario agradece a todos los comisionados su “liberalidad y patriotismo” al prestarse todos bondadosamente a sufragar los gastos necesarios para su desempeño, incluso a pagar sus entradas de sombra y los chambelanes la suya y la de la reina a quien acompañarían; al presidente municipal por ceder la licencia para la corrida, a la Banda Municipal y todos los elementos que se le pidieron, y al señor Jefe de las Armas, general Manuel M. Blázquez, por ceder galantemente la Banda del 7° Regimiento para la fiesta, en la que se torearían seis “bravos y arrogantes toros a muerte” de las ganaderías La Trinidad y Guadalupe.
Aquella fiesta brava la presidieron las reinas: Matilde Blázquez, Consuelo Cavazos, Aurora García, Francisca Narro, Teresa Arizpe, Carmen Aguilar, Luisa López, María López, Trinidad Cárdenas, Apolonia Muñoz, María Stille, Elena Suess, Sara Martínez, Margarita Siller Cavazos y Estela Larralde, acompañadas de los chambelanes, señores Marcelino Garza, Miguel Cárdenas, Alfredo V. Villarreal, Pragedis de la Peña, Manuel M. Blázquez, Alberto Polo del Valle, Santiago J. Martín, Francisco Narro Acuña, Gaspar F. Lynch, Arnulfo M. García, Clemente Sieber, Juan Pablo Saucedo, Pablo Suess, Teodoro Carrillo y Dámaso Rodríguez Puente. Aquellas señoritas participaban del convite o desfile por las calles, cada una en un carro, acompañadas por cuadrillas y bandas musicales antes de su ingreso a la plaza.
El cartel da cuenta pormenorizada de los integrantes de las comisiones. Aparecen como directores de cambio de suertes don Jesús María M. Rodríguez y don José García Rodríguez. En cuanto a las cuadrillas, los matadores, don Enrique Rodríguez López y don Manuel C. Ortega, aparecen seguidos por una larga lista con los nombres del puntillero, picadores, sobresalientes, banderilleros, tancredos, lazadores y alguaciles. El servicio de plaza registra los nombres de torileros, mozos de estoques, porteros del ruedo, mulilleros y monos sabios. Asimismo, los de quienes integran las comisiones para suministrar los toros, el ornato, la plaza, los programas, propaganda y excursiones, los acomodadores, médicos de plaza, expendedores y porteros de sol y sombra.
A 111 años, el precioso cartel orlado con viñetas de toros y ramilletes de flores, se convierte en una fuente fidedigna para el estudio de la vida cotidiana en Saltillo. Ahí quedaron impresos los nombres de quienes integraban las rancias familias de la época, de las que nacerían nuevas familias por los matrimonios entre unas y otras, además de retratar fielmente la profunda devoción por la fiesta brava que a principios de siglo campeaba en la sociedad saltillense. Devoción manifiesta en una corrida de toros organizada para festejar el Centenario de la Independencia, con aficionados que toreaban a muerte y jóvenes reinas que ya en el ruedo floreaban una a una el mantón y realizaban verónicas coreadas por los gritos jubilosos del tendido. Pocos meses después estallaría la Revolución Mexicana.
