Nuevos enfrentamientos en Kiev dejan 26 muertos
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Tras el día más sangriento en la historia reciente de Ucrania, Kiev sigue amenazada por la violencia.
Kiev, Ucrania.- La violencia no cesa en Kiev, donde según los últimos datos han muerto al menos 26 personas en batallas campales entre fuerzas de seguridad y manifestantes, y probablemente más de un millar de personas resultaron heridas.
En la céntrica plaza de la Independencia, Maidan, las fuerzas policiales emplearon hoy camiones lanzaagua contra los manifestantes que se han atrincherado tras la barricadas. Los adversarios del gobieron lanzaron piedras, petardos y cócteles molotov contra los uniformados. La cúpula ucraniana se muestra inflexible, con poca disposición al compromiso.
El jefe de gobierno interino, Serguei Arbusov, acusó a la oposición de intento de golpe de Estado. A raíz de esta acusación, el servicio secreto SBU comenzó a investigar a "algunos políticos", aunque no se revelaron los nombres de las personas investigadas.
La oposición "ha sobrepasado los límites" cuando instó a sus seguidroes en la plaza de la Indpendencia de Kiev a recurrir a "las armas".
El Ministerio de Asuntos Exteriores exigió a la comunidad internacional la "máxima objetividad" a la hora de calificar la grave crisis que atraviesa el país.
El presidente del Consejo de la Unión Europea Herman Van Rompuy confirmó hoy en Bruselas que los ministros de Exteriores del bloque acordarán el jueves en una reunión extraordinaria "sanciones económicas y limitaciones a viajes" contra la cúpula dirigente en Ucrania.
Las protestas en la ex república soviética comenzaron en noviembre, después de que Yanukovich se negara a firmar un tratado de acercamiento a la Unión Europea y se aliara aún más a Rusia. Moscú ayuda económicamente a Ucrania con créditos de miles de millones de euros.
Los opositores más radicales se prepararon hoy para nuevos enfrentamientos. En la tribuna de la plaza de la Independencia los oradores pidieron reforzar las barricadas. "Traigan todo lo que arda para las barricadas y todo lo que las refuerce", indicaron.
La mayoría de tiendas de campaña de los opositores que habían sido instaladas en la plaza de forma simbólica han ardido. Desde esta céntrica plaza salen columnas de humo.
Además, el metro de la capital ucraniana permanece cerrado. Unas 60 escuelas y jardines de infancia que se encuentran por el centro no abrieron hoy sus puertas por motivos de seguridad.
En tanto, la cifra de muertos en los brutales enfrentamientos ascendió, según datos oficiales, a 26 personas. Al menos diez polícas han muerto en los enfrentamientos, informó el Ministerio del Interior en Kiev.
Por su parte, el Ministerio de Salud informó de más de una decena de manifestantes muertos. Unos desconocidos enmascarados mataron con un arma de fuego a un periodista del diario ucraniano "Vesti".
El local en la plaza de Maidan, que sirve a la oposición de cuartel general, tuvo que ser evacuado por un incendio. Unas 40 personas fueron rescatadas, según su propio servicio médico.
El Ministerio del Interior acusó a las fuerzas radicales de haber incendiado el edifico para destruir armas y documentos. En toda la ciudad fueron detenidos unos 60 opositores, según informó la policía. El Ministerio del Interior está instruyendo un sumario por disturbios a gran escala.
El presidente Yanukovich declaró el jueves jornada de duelo nacional. En recuerdo de las víctimas mortales permanecerán todos los edificios estales cerrados y las banderas e Ucrania ondearán a media asta, según ordenó hoy Yanukovich.
Además se suspenderán conciertos y eventos deportivos. Se solicitó además a las televisiones y las emisoras de radio que "adapten" su programación, según informan medios locales. En los enfrentamientos han resultado heridas más de un millar de personas, según algunas estimaciones.
La renombrada doctora Olga Bogomolez habló de más de un millar de manifestantes heridos. Unos 300 efectivos de las fuerzas de seguridad también resultaron heridos. Según el Ministerio de Salud, más de 600 personas fueron trasladadas a hospitales.
El martes se agravaron las protestas de los manifestantes que se habían concentrado ante el Parlamento para exigir cambios en la Constitución y limitar los plenos poderes del presidente.
El líder opositor Vitali Klitschko se mostró decepcionado por los resultados de la infructuosa reunión la noche del martes al miércoles con el presidente. Yanukovich no reaccionó de forma adecuada a la situación, dijo. El jefe de Estado prorruso tiene que retirar a las fuerzas del orden, exigió. La portavoz de Klitschko subrayó que por ahora no hay nuevas conversaciones previstas.
Yanukovich, por su parte, acusó a los opositores de intentar tomar el poder a la fuerza. Y amenazó con "emplear otro tono" si los líderes de la oposición no se distancian de las fuerzas radicales. Se trata de "criminales que tendrán que comparecer ante la Justicia", dijo.
Por su parte, el ministro de Defensa en funciones, Pavel Lebedev, ordenó desplazar a una brigada a Kiev para asegurar los depósitos de armas y municiones.
En la mañana de hoy llegaron a Kiev desde la parte occidental del país numerosos autobuses con más manifestantes. En el este del país, sin embargo, fueron incendiadas muchas oficinas de los partidos de la oposición.
Representantes del Ministerio del Exterior ruso analizarán hoy en la capital ucraniana posibles soluciones a la grave crisis de la ex república soviética.
Horror en Kiev: una ciudad entera en estado de shockÂ
Tras el día más sangriento en la historia reciente de Ucrania, Kiev sigue amenazada por la violencia. Los en torno a 5,000 manifestantes se agrupan en la central plaza de la Independenica (Maidan), epicentro de las protestas contra el gobierno desde noviembre.
La policía ataca continuamente con lanzaaguas a la multitud, que intenta protegerse con escudos, sin retroceder. Petardos y bombas incendiarias sobrevuelan con regularidad las filas de las fuerzas de seguridad, fuertemente armadas, mientras desde un escenario, los oradores llaman a los opositores a resistir.
Y una y otra vez suena el himno nacional. Corales pastorales resuenan sobre la simbólica Maidan, donde hace sólo unas semanas dominaba el ambiente festivo y pacífico, pese a que continuamente por Internet se extendían los rumores de un pronto asalto a Maidan.
Las pocas personas que tenían que salir a la calle, se movían precipitadamente por las calles, donde apenas se veía a mujeres y niños. En muchas esquinas agentes de tráfico vigilaban con armas automáticas.
El resto del centro parecía una ciudad fantasma, con las tiendas, escuelas, jardines de infancia y universidades cerradas, después de que las autoridades decretaran un día de descanso. También el metro estaba hoy cerrado, el principal medio de transporte en esta metrópolis millonaria.
Muchos en Ucrania cuentan con que el presidente Viktor Yanukovich declarará pronto el estado de excepción, para poder emplear al Ejército que hasta ahora se mantuvo al margen de la lucha de poder.
Con miedo, los familiares de los manifestantes esperan noticias de sus seres queridos, aunque para muchos ya es demasiado tarde. "Nos hemos entrado por la radio de su muerte", contaba Taissiya Shchuzkaya al diario "Westi" sobre la muerte de su suegra durante los enfrentamientos. "Intentamos obtener información llamando por teléfono a los paramilitares, pero allí no nos dijeron nada", se quejaba.
Hasta ahora, la cifra oficial de muertos son 26 sólo en Kiev, entre manifestantes y policías. Pero los analistas creen que hay más víctimas y además, más de 1.000 manifestantes y 300 efectivos de la seguridad resultaron heridos, muchos de bala y muchos de gravedad.
Todavía no está totalmente claro quién utiliza munición real y por qué, mientras corren rumores sobre la posible existencia de francotiradores o emisarios de Rusia en uniforme ucraniano. Lo que está claro es que las partes se culpan mutuamente del baño de sangre.
"Corren ríos de sangre", ilustraba el diario "Ukraina Moloda" los enfrentamientos sin precedentes que tuvieron lugar en la capital. Y el diario "Segodnya" ya habla de "guerra".
El enorme edificio sindical que se eleva sobre Maidan está teñido de negro, mientras el humo sale también por las ventanas rotas en los edificios. En el edificio con el característico reloj en el tejado, donde los manifestantes radicales tenían su cuartel principal, se declaró un fuego en algunas plantas, obligando a retirarse a las fuerzas de rescate.
Por el momento no se prevé el fin de la violencia. El presidente prorruso Yanukovich se muestra irreconciliable. Aunque habló en un comunicado de un "gran dolor" y una "tragedia", eludió toda la responsabilidad y culpó únicamente a la posición liderada por el ex campeón mundial de boxeo Vitali Klitschko, alegando que no controló a los radicales.
También los opositores al gobierno se muestran indignados: no reconocen la culpa y no piensan en rendirse, sino que se muestran combativos hasta la victoria. "Sólo Yanukovich es culpable del terror y los asesinatos de ciudadanos pacíficos", dijo Klitschko en un mensaje de video.
Y mientras la capital lucha por recuperar el control, de otras partes del país no dejan de llegar nuevas noticias de violencia: en Chmelnizki una mujer resultó herida de bala y su vida está en peligro. Y en el este del país, oficinas de partidos de la oposición fueron atacados con bombas incendiarias.
Y en el oeste antirruso se prepara la resistencia: Andrei Sadovy, alcalde de la ciudad de Lviv, llamó abiertamente a la policía a pasarse del lado de los opositores, mientras en Luzk, manifestantes ataron a su tribuna de protesta al gobernador de Wolhynia.