No queda nadie sano en el pueblo
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Un texto de Martín Quintana para la campaña LEER MATA
Hará dos meses que vimos los últimos trenes. Qué rostros singulares los de esas gentes, aterradas de esperanza, rumbo al vacío. Recuerdo el polvo levantándose como si lloviera al revés, recuerdo el susto de los caballos. Y sobre todo las muecas de odio de los hombres que nos gritaban, desde las ventanillas locos, ustedes están locos o, los menos elegantes, campesinos de mierda.
No hay más de veinte apellidos en mi pueblo. Nuestros antepasados, nuestros padres, nosotros, llevamos cultivando esta tierra por más de trescientos años. El gobierno no nos entendió cuando comenzó la epidemia. Todo a nuestro alrededor fue evacuado. Nosotros elegimos quedarnos.
Cada día enterramos cuatro o cinco personas. Un día fue una familia entera. En otra ocasión, dos mellizos de seis años. Me dan impresión los niños: los entierra el negro Tomba. Es duro el negro, pero pronto no estará. Ya tiene en los ojos las marcas de la enfermedad.
Mi padre fue uno de los primeros muertos. Tuvo un funeral. Ya no los hacemos. Apenas recordamos cómo rezar. A las seis de la mañana se levantan todos los que pueden a hacer las tareas cotidianas. A veces alguno se muere ordeñando una vaca. No pocos han caído exangües, para ya no levantarse, sobre la herrumbre del arado. El calor no ayuda, ni a los moribundos ni a los que todavía podemos caminar.
Hace una semana me descubrí los síntomas. No queda nadie sano en el pueblo. No queda nadie excepto yo mismo, de hecho. Me ocupé yo mismo de evitar la agonía de mis últimos diez compañeros. Pedí perdón a Dios y los enterré, quedándome en esta soledad absurda. Hay una cantidad excepcional de provisiones en el granero. Las aprovecharán las ratas.
He terminado de cavar mi tumba. La debilidad me invade y el sangrado se aceleró. Me cubriré de tierra hasta el rostro para esperar el último estertor. La lluvia se ocupará del resto. Nada quedará de mi pueblo más que la tierra. Nosotros somos la tierra.
Martín Quintana
@fragmentario
medium.com/@fragmentario
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