No criminalizar a migrantes o ligarlos a terrorismo, pide la Iglesia
COMPARTIR
TEMAS
El arzobispo primado, Norberto Rivera, llama a la sociedad a que deje atrás la indiferencia ante el fenómeno migratorio. Celebran a los abuelos de México
CIUDAD DE MÉXICO.- Ante la crisis migratoria en el mundo, particularmente la de Centroamérica y México a Estados Unidos, el cardenal Norberto Rivera Carrera convocó a los gobiernos de naciones de tránsito y destino a crear políticas que eviten criminalizar a los migrantes, o que vinculen el fenómeno con el terrorismo.
Desde la Catedral Metropolitana de la Ciudad de México, al oficiar la misa dominical, el arzobispo primado reconoció que el tema necesita, además de la voluntad política de los gobiernos, que la sociedad deje atrás la indiferencia e, incluso, una participación más activa del mismo clero católico.
"Los obispos de Estados Unidos y los obispos mexicanos hemos pedido a los fieles católicos a apoyar a sus respectivos gobiernos para que establezcan un enfoque de derechos humanos en materia de migración y para que se hagan políticas evitando asimilar la migración a la criminalización y no vincular sistemáticamente la migración con el terrorismo, dijo.
En un contexto donde discursos antiinmigrantes son utilizados en campañas presidenciales por personajes como Donald Trump, sin citar nombres el arzobispo primado de México lamentó que el calvario de los migrantes no termina cuando consiguen llegar al país de destino.
"En unos casos apenas comienza un calvario, por el desprecio de los habitantes de la ciudad o del país a que se ha llegado, el desconocimiento de la lengua, de las costumbres y el desarraigo familiar en que se encuentran, dijo.
FELICITAN A LOS ABUELOS
En otro tema, al inicio de su sermón en la Catedral, Rivera Carrera celebró el Día del Abuelo en México, cuya efeméride es el pasado 28 de agosto.
Antes de solicitar un aplauso por los festejados, pidió a este sector de la población ser los encargados de fomentar los valores tanto humanos como cristianos a los nietos debido a que hoy los padres llevan un ritmo de vida muy agitado.