Muere el joyero italiano Gianmaria Buccellati
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Sus creaciones tenían éxito entre la realeza y el jet set internacional
El joyero italiano Gianmaria Buccellati, dedicado al oficio de la orfebrería de lujo y con un notable éxito entre la realeza y la jet set internacional, falleció a los 89 tras una larga enfermedad, informaron hoy medios locales.
La marca italiana sorprendió hace solo unos meses por presentar la que se consideró la funda para un teléfono móvil más cara del mundo: 208 mil dólares (unos 191 mil euros), creada en oro por Lucrezia Buccellati, nieta del joyero ahora fallecido.
Buccellati era hijo del fundador de la casa de joyeros, Mario, que comenzó a destacar a principios del siglo XX como diseñadores de joyas en estilo art-déco y que recibió el elogio de uno de sus clientes, el dramaturgo Gabriele d'Annunzio.
Nacido en 1929, Gianmaria continuó la tradición de su padre y abrió en 1951, junto con su hijo Luca, su primera tienda en Estados Unidos, en Nueva York, en cuya Quinta Avenida inauguró tres años más tarde su segundo comercio.
En 1979 abrió su tienda parisina, en Place Vendôme, con lo que confirmó su llegada a lo más alto del diseño de joyas y su gran éxito entre los miembros de la realeza y de la alta sociedad internacionales.
Buccellati ha sido considerado por el Luxury Institute de Nueva York como una de las tres marcas más valoradas, junto con Harry Winston y Cartier, entre los consumidores de alta joyería y sus diseños merecieron varias exposiciones, como una reciente en el florentino Palazzo Pitti.
La Reggia Venaria, uno de los palacios de la familia real italiana de los Saboya, acaba de abrir una exposición dedicada precisamente a las creaciones de Buccellati titulada "El arte de la belleza" y fueron los responsables de su organización quienes comunicaron el fallecimiento del joyero.
