Muere el editor del Washington Post Ben Bradlee
COMPARTIR
TEMAS
Bradlee encabezó al diario durante la cobertura del escándalo conocido como Watergate, que finalizó con la renuncia del presidente Nixon
México, DF. Uno de los más distinguidos periodistas del siglo 20 y una leyenda por derecho propio, Ben Bradlee, murió ayer a los 93 años de edad por causas naturales.
Editor en jefe del diario The Washington Post, Bradlee encabezó la cobertura del llamado escándalo de Watergate, que desembocó en la renuncia del entonces presidente Richard M. Nixon en agosto de 1974.
Tal vez fue lo mejor para un hombre que llegó a la cima del periodismo y era respetado universalmente, pero que en los últimos años tuvo problemas de salud.
La imagen del vigoroso Bradlee que en los 70 encabezó un espectacular desafío al gobierno estadunidense y revolucionó al periodismo, contrastaba ya con su realidad.
Sally Quinn, su tercera esposa y su compañera de camino desde 1974, había anunciado en septiembre que el mítico editor en jefe padecía Alzheimer y pasaba sus días en un hospicio, aunque dormía en su casa.
Nadie se compara. Fue el editor del siglo 20... su deceso en cierta forma marca el final de esa centuria, dijo Bob Woodward, uno de los dos jóvenes reporteros asignados por The Washington Post en 1972 al caso de individuos detenidos tras haberse introducido subrepticiamente a los cuarteles del Partido Demócrata en el edificio de
Watergate.
Woodward y su compañero Carl Bernstein pronto se dieron cuenta que los contactos de los ladrones llegaban a la Casa Blanca. Y con el respaldo de Bradlee, siguieron los rastros.
Es responsable por enormes cambios en la profesión misma; en el oficio del periodismo, así como de transformar a The Washington Post en un periódico tan importante como podía haber en el mundo y en la gran institución en que se convirtió, apuntó Bernstein.
Bradlee escudó a sus reporteros de las quejas y las demandas de la Casa Blanca, los apoyó frente a autoridades, fue el paño de lágimas y el respaldo de la entonces novicia dueña del periódico, Katharine Graham, y con ello creó una leyenda.
De hecho la primera gran prueba de esa amistad profesional fue el primer anuncio de lo que vendría, fue en 1971, cuando The New York Times comenzó a publicar los Papeles del Pentágono sobre el proceso de decisiones de la Guerra de Vietnam, hasta que fue detenido por una orden judicial. The Washington Post acudió al relevo.
De acuerdo con el propio Bradlee, cuando Katherine Graham respondió a su llamado con un yo digo que imprimimos, los documentos del Pentágono, fue el momento clave para Watergate, dijo años después Bradlee.
Pero Bradlee introdujo también un agresivo estilo de periódico que combinó atractivas historias noticiosas en base a un agresivo trabajo de indagación y un tipo de información que adaptó el estilo de redacción asociado con revistas.
Desde que llegó al Post en 1965, Bradlee buscó crear un periódico importante, escribió por su parte Robert Kaiser, uno de sus sucesores en el puesto. Los 17 premios Pulitzer que ganó el diario bajo su dirección son su mejor testimonio.
Eso y que desde 1991, cuando dejó la dirección del Washington Post, nadie tuvo el mismo impacto.