Monclovense espera segunda oportunidad de vida

Monclova, Coahuila.- Aunque resulte cruel, algunos deberán morir para que Nicho avance en una extensa lista de espera, conformada por pacientes que se obligan a ser optimistas mientras aguardan por un trasplante de órganos.

En esa lista que nadie quisiera registrarse, esta Dionisio Velarde de 29 años, un músico que necesita recaudar un millón y medio de pesos para cubrir el costo de la cirugía que le permitirá tener un nuevo riñón y páncreas. 

Nicho es uno de los más de 19 mil mexicanos que requieren un trasplante a causa de las enfermedades crónicas como la diabetes, hipertensión y obesidad, según el Centro Nacional de Transplantes.

A los ocho años se le diagnosticó diabetes y conforme pasó el tiempo las secuelas aparecieron: lo operaron en tres ocasiones de la vista, se incrementó su presión arterial, y hace un año y cinco meses atrás inició con el tratamiento de diálisis fue una reacción en cadena.

Buscó ayuda en el Hospital Universitario de Monterrey, en donde los médicos le informaron que lista de espera para recibir un órgano es de aproximadamente 9 meses. Pero el panorama es desolador para los pacientes del Instituto Mexicano del Seguro Social, pues al solicitar información le advirtieron que la espera se podría extender hasta seis años.

El Centro Nacional de Trasplantes, publicó a finales del 2014 que el órgano que más se requiere es el riñón, seguido de córnea, mientras que el número de pacientes que necesitan trasplantes de hígado, corazón y pulmón es mucho menor. En el caso del riñón y córnea el tiempo promedio de espera es entre 24 y 30 meses. En el caso de hígado y corazón los tiempos de espera pueden ser mucho más largos.  

Pero no me puedo esperar porque los tratamientos renales te van acabando. Si las cosas salen bien y se apresura todo, para noviembre de este año estaría operándome, comentó Nicho dispuesto a ganar la batalla.

En una plática que sostuvo con el personal médico de la clínica en Monterrey, se enteró que la lista de espera se acortó en algunos hospitales, por la cantidad de cuerpos que nadie reclama en la lucha contra la delincuencia.

Lamentablemente alguien tiene que morir para que yo viva, pues aunque el riñón se puede tomar de un donante vivo, el páncreas sano sólo se extirpa de un donante con muerte cerebral.

La operación cuesta 900 mil pesos, y la cifra se incrementa a un millón y medio de pesos con los tratamientos de recuperación. Nicho tiene 7 mil pesos depositados en su cuenta.  Le falta mucho.

Para salvar su vida, sus amigos del grupo musical Banda Acrópolis le ayudaron a organizar un concierto para recaudar fondos, que se llevará a cabo el jueves 26 de marzo a las 19:30 horas en el Teatro de la Ciudad. Las personas que deseen contribuir con la causa podrán disfrutar de un tributo a las canciones de Disney.

Los familiares y amigos organizarán eventos hasta reunir el recurso del trasplante páncro-renal, para que Nicho pueda recibir una llamada en donde se le informe que han encontrado los órganos adecuados de un donante, y así tener una segunda oportunidad.