Manhattan después de "Sandy", lujo sin electricidad
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"Sandy" golpeó ante todo el sur de Manhattan. En esta parte un apartamento de una sola habitación cuesta más que una casa entera en la mayor parte de EU.
Nueva York, EU.- El barrio financiero de Nueva York es tan caro como exclusivo, aunque no ahora mismo. La zona que rodea Wall Street y el World Trade Center lleva días sin agua ni electricidad. Y es que unas pocas horas, el huracán "Sandy" convirtió uno de los barrios más caros del mundo en una zona en desarrollo.
Tim Schäfer, uno de los residentes en la zona, contepla malhumorado su bañera vacía. "¡Por qué no la llenaría!", se reprocha. "Sandy" pasó hace cinco días pero Shäfer sigue sin luz ni agua. No funcionan ni el horno ni el microondas, como tampoco el baño o la calefacción. Ni el ascensor encargado de llevarle a su casa en el planta 22, en una de las zonas más exclusivas de Nueva York. Al menos hasta el lunes.
"Sandy" golpeó ante todo el sur de Manhattan. En esta parte, en el lado caro del puente de Brooklyn, un apartamento de una sola habitación cuesta más que una casa entera en la mayor parte de Estados Unidos. A cambio, un portero y el resto del servicio del edificio facilitan la vida de los vecinos, mientras el día a día discurre entre maderas nobles y suelos caros.
Pero desde "Sandy" todo es diferente. "Por lo menos hicimos la compra", cuenta Schäfer. "Logramos agua, alimentos, linternas, pilas, sólo se nos olvidó llenar la bañera", lamenta. El propio alcalde de la ciudad, Michael Bloomberg, lo había recomendado mientras la tormenta se acercaba a Nueva York. Tan pronto como llegó "Sandy", el sur de Manhattan se quedó sin electricidad, pues en Estados Unidos la mayor parte del cableado es exterior y se estropea con facilidad.
Al principio fue casi hasta romántico, relata Schäfer, de 40 años. "Encendimos velas y escuchamos lo que ocurría en una radio a pilas", cuenta. "Pero el agua llega a la planta 22 gracias a una bomba, que necesita electricidad para funciona". Así que la ducha dejó de funcionar y tampoco se podía cocinar. Incluso para lavarse las manos había que repartir cuidadosamente el agua.
Al igual que otros vecinos, Schäfer se aventuró lentamente a bajar por las escaleras desde la planta 22. "Nosotros al menos teníamos una linterna, otros sólo tenían cerillas. Y alguien llevaba ante sí su laptop para tener un poco de luz gracias a la pantalla".
¿Y como se va al baño durante días sin contar con agua? "Bueno... hay que apañarse", apunta Schäfer. Al menos la cisterna estaba llena cuando se fue el agua. Ahora, utilizan varias veces el baño antes de tirar de la cadena.
A pesar de no haber llenado la bañera, Schäfer sí se encargó de congelar agua, para que el frigorífico aguantase algo más en caso de falta de electricidad. Pero esa medida no ayudó mucho. "Después de dos días, comenzó a oler fatal. Tuvimos que tirar casi todo: la fruta, la verdura, incluso la leche biológica, a seis dólares la botella. Eso es lo que más dolió". Al menos, el agua descogelada sirvió para lavar.
Tras un par de días así, Schäfer se hartó y se fue a casa de unos amigos. "Sandy" le ha enseñado dos cosas. "Por un lado, estoy impresionado de como todo funciona por electridad, sin que nos demos realmente cuenta". ¿Y la segunda? "¡La próxima vez seguro que lleno la bañera!"Â Â Â Â