Los Zetas tienen en la mira a todo el continente americano

Un reporte de 2008 realizado por el FBI y obtenido por el grupo de hackers Lulz Security (@LulzSec) como parte de su operación de hackeo "Operación Chinga la Migra" (descargable en internet), ofrece un panorama alarmante de la expansión de Los Zetas en Estados Unidos. El informe también da una sensación de un crecimiento muy rápido de esta organización en años recientes en el interior de EU, pero además se prevé que el cártel intenta expandirse en todo el continente más allá de Centroamérica, aunque su entrada en Sudamérica sigue sin concretarse.

Apenas en 2005 el FBI había negado que el grupo tuviera potencial para desarrollar lazos en el interior de EU debido a su falta de apoyo y recursos dentro de aquel país.

Sin embargo, parece que Los Zetas pudieran haber operado en el centro y sureste de EU desde 2007 y haber estado relacionados con secuestros, tráfico de drogas y extorsión en la región, según afirmó la agencia de investigación sobre temas de criminalidad, InSight Crime. El memo que fue filtrado por @LulzSec cita a una fuente no identificada de inteligencia que afirma que un líder zeta llamado Gaspar González Alcantar usó una red de sicarios para extorsionar en Tennessee y Oklahoma.

Este reporte también refiere que otra fuente con "excelente acceso" habla de un prisionero en la correccional federal de Bennettsville en Carolina del Sur que ha estado vendiendo cocaína y mariguana a otros presos desde inicios del 2008 y que tiene nexos con Los Zetas, quienes son su único proveedor.

Si estas fuentes son creíbles como afirma el FBI, significaría que el cártel mexicano se habría extendido en alcance hacia el oeste estadounidense, haciendo que su influencia en este país mucho mayor a lo que convencionalmente se cree. A pesar de que podría sorprender y alarmar, esta información coincide con mucho de lo que se sabe de Los Zetas, lo cual indica que el grupo está trabajando en profundizar su alcance criminal no sólo en EU, sino a lo largo de todo el hemisferio.

El aspecto más conocido de de esta campaña es la operación zeta en Guatemala, donde el cártel se ha instalado en áreas remotas de la frontera de este país con México. Ahí el grupo ha realizado fuertes conexiones con elementos corruptos del ejército guatemalteco, incluyendo a miembros de los Kaibiles, el equipo militar de fuerzas especiales de élite de ese país. Usando esta influencia, Los Zetas han tomado el territorio de Verapaz y Petén, lugar de la masacre de 27 campesinos.

Aún así, a pesar de su reputación como el más brutal de los cárteles mexicanos, Los Zetas no tienen las conexiones internacionales que tienen otros grupos como el Cártel del Golfo o el de Sinaloa. En una entrevista reciente con el secretario de Seguridad Pública, Genaro García Luna, afirmó que el líder y fundador zeta, Jesús Enrique "El Mamito" Rejón Aguilar dijo a funcionarios de alto nivel mexicanos que el grupo compra la mayor parte de su cocaína a sus distribuidores de Guatemala. Rejón agregó que no compra a los colombianos porque no se puede confiar en ellos.

Sin embargo, de acuerdo con el reporte de 2010  la oficina de Naciones Unidas contra las drogas y el crimen, el precio de venta de la cocaína en Centroamérica es tres veces más alto que en Colombia (8 mil 100 dólares contra 2 mil 300). Dados los claros incentivos económicos para comprar la cocaína en Colombia, es probable que su uso de los intermediarios guatemaltecos se debe más a la ausencia de contactos en el país más que a una desconfianza de los colombianos.

Todo lo anterior indica que sin importar que Los Zetas son "novatos" en el mundo del tráfico de drogas, buscan expandir su influencia criminal. InSight Crime afirma que viajó recientemente a realizar un viaje de campo a la zona de influencia zeta en Guatemala y publicará en breve una mirada más profunda de los niveles de penetración del cártel en las instituciones del país centroamericano. El reporte, el cual será publicado en julio, ofrecerá una mirada fresca al imperio emergente de Los Zetas, especialmente en Centroamérica.

 

Fuente: Animal Político