Los antisuperhéroes toman el poder
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En los últimos años "Super", "Kick Ass", "Get Smart" o "Torrente" revalidan el triunfo popular del antihéroe.
Madrid, España .- Su aleatoriedad despista a los villanos y divierte al público, pues los convierte en imprevisibles. Sus fines, si es que los tienen, son un campo estupendo para la ironía. Y, el perdedor, sobre todo en estos momentos, es más verosímil que el omnipotente.
Mientras "Thor" se prepara para reventar las taquillas con sus poderes cósmicos, la que aspira a convertirse en título de culto es "Super", cinta de James Gunn cuyo héroe, encarnado por Rainn Wilson, tiene un traje lleno de jirones, una tripa que la lycra ceñida que tan bien lucieron Superman o Spiderman, y cuyo grito es un pelín patético ("Shut up", crime", cállate, crimen).
En su batalla para recuperar a su chica (Liv Tyler) de las garras de un triunfador, se aunará a otra friki de similar calibre, interpretada por Ellen Page, y suplirá su falta de agilidad y superpoderes con el sentido del humor y la ausencia de ridículo.
Alabada por la revista IndiWire, gurú del cine alternativo, seleccionada en varios festivales y estrenada también on line para su público natural, el "nerd" lector de cómics -al que hay innumerables guiños en la película- la película ha comenzado su carrera hacia el éxito minoritario.
TRES ANTISUPERHÉROES EN UN AÑO
Aunque el antisuperhéroe no es nuevo, lo cierto es que en el último año se ha producido una concentración del mismo. Hollywood, gran exportador del sueño americano, parece que ha encontrado una rentable vía en el camino inverso. "Super", aunque con un aroma más indie, toma el relevo de dos producciones de éxito: "Kick Ass" y "The Green Hornet".
La primera de ellas, en la que tenía un papel el cada vez más antiestrella Nicholas Cage, contaba la historia de Dave Lizewski basándose en los cómics de Mark Millar y John Romita Jr. Este chico, típico estudiante de instituto que pasa desapercibido, se refugia a su vez en el mundo del cómic para soñar... hasta que decide ser un superhéroe. "Si no hay poder, no hay responsabilidades" era uno de los eslóganes de este chico que defiende aquello de que los superhéroes no nacen, sino que se hacen, aunque sea con ayuda de YouTube.
A su batalla se suman unos cuantos perdedores y, contra pronóstico, esta pandilla de improbables acabará haciendo su lucha efectiva. Su triunfo también llegó a las taquillas: con 30 millones de dólares de presupuesto recaudó 10 en todo el mundo, pero su poder de influencia aún fue mayor, pues arrasó en las descargas "on line".
La segunda, con más presupuesto y con un director de prestigio como el francés Michel Gondry, fue "The Green Hornet", adaptación de un serial radiofónico y televisivo que, en cambio, se perdió un poco entre lo hollywoodiense y lo autoral, quedándose en tierra de nadie. Con un niño de papá como héroe que no diferencia entre realidad y videojuego (encarnado por Seth Rogen) y un villano mediocremente divertido con el rostro de Christof Waltz. Aun así, con un presupuesto de 120 millones de dólares logró 230 en todo el mundo.
OTROS "ANTIS"
Pero el perdedor no tiene por qué vestir mallas de superhéroe. Ahora mismo, el ex policía español "Torrente" triunfa con su cuarta entrega con su caspa, su amoralidad y su racismo. Todo un antihéroe que, por desgracia, ha sido recibido por algunos sin ironías y con alabanzas. "Austin Powers", por su parte, arrasó como un anti-James Bond que promocionaba el alargador de pene de fabricación sueca y que lucía en pleno siglo XXI un look que "molaba" allá por la Guerra Fría. O Jim Carrey en su histriónico "Ace Ventura" era el antidetective en la antimisión: buscar mascotas con todo un catálogo de antimétodos. Y DreamWorks contraatacó a Disney con la antítesis de su catálogo del triunfo en "Shrek", el ogro verde apestoso.
El Inspector Gadget, nacido de una serie de dibujos animados de éxito en los años ochenta, se convirtió en el cine en Matthew Broderick. Este desastroso inspector, que era reconducido en la sombra por su habilidosa sobrina, llegó al cine con aluvión de efectos especiales y un villano como Rupert Everett, pero sin el encanto de los dibujos animados franceses en los que se basaba.
De la televisión, en imagen real y de los años 60, "Get Smart" mostró a un espía profesional de métodos bastante torpes pero resultados impecables por puro azar que fueron llevados al cine hace tres años con Steve Carell y Anne Hathaway como protagonistas y con resultados comerciales más que satisfactorios. Y es que a veces la estupidez parece un arma mucho más eficaz para llegar a lo más alto. Y el público, de vez en cuando, parece que lo agradece.
DESTACADOS
* "Super", la historia de un perdedor que se confecciona un traje de héroe para recuperar a su exmujer, se encuentra en las pantallas con los músculos y los poderes de "Thor".
* "Super" es el tercer antisuperhéroe en un año tras "Kick Ass" y "The Green Hornet", dos éxitos de taquilla.
* Sin mallas ni antifaz, otros exitosos "anti" del cine han sido "Austin Powers", "Shrek" o "Ace Ventura", así como el expolicía más casposo: "Torrente", cuya cuarta entrega vuelve a arrasar en España.