Libia, un país del "eje del mal" perdonado por su riqueza petrolera
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Libia, gobernada desde 1969 por el régimen de Muammar al Gaddafi, fue cobrando cada vez más importancia como socio comercial a través de los años
Berlín.- Libia, considerada parte del llamado "eje del mal", es uno de los tres principales productores de crudo del mundo y con ello un importante socio comercial de países occidentales, según cifras del Departamento de Exteriores alemán.
Entre los principales compradores de petróleo se ubica Italia, con un 40 por ciento, y en segundo lugar Alemania, con un 12 por ciento. Libia, gobernada desde 1969 por el régimen de Muammar al Gaddafi, fue cobrando cada vez más importancia como socio comercial a través de los años.
Las exportaciones de crudo representan un 95 por ciento de los ingresos en la economía libia. A fines de 2009, las reservas petroleras registradas eran de 44.300 millones de barriles (cada uno de 159 litros).
El comportamiento de Occidente hacia Libia se vio afectado largo tiempo por la implicación del régimen norafricano en hechos de terrorismo internacional.
En 1986 tres personas murieron por la explosión de una bomba en la discoteca "La Belle", un sitio en Berlín usualmente frecuentado por soldados. En 1988, un Jumbo explotó sobre la localidad escocesa de Lockerbie, en un hecho que dejó 270 muertos.
Numerosos Estados, la Unión Europea y las Naciones Unidas han aplicado sanciones contra este país del norte de Africa.
El Consejo de Seguridad de la ONU impuso sanciones cuando en el año 2003, Libia reconoció su responsabilidad en el atentado de Lockerbie. Poco después, el régimen de Gaddafi declaró su abstención a las armas de destrucción masiva.
En 2007, el gobierno francés de Nicolas Sarkozy firmó un acuerdo de cooperación militar y atómica con el dictador libio. Semanas después de que se garantizara en 2008 el pago de compensaciones a los familiares de las víctimas de Lockerbie, Estados Unidos comenzó negociaciones comerciales y de cooperación con Libia en el sector petrolero.
Libia tiene una presencia como socio especialmente importante en Italia, su antigua potencia colonial. En 2009, Gaddafi y el primer ministro italiano, Silvio Berlusconi, firmaron un acuerdo de amistad.
La relación con Europa sufrió reiterados golpes. Entre los últimos hechos, Suiza revocó el visado a Gaddafi.
Las tensiones con Suiza comenzaron luego de que el hijo del dictador libio, Hannibal, y la esposa de éste fueran detenidos en Ginebra por maltrato a empleados domésticos. En represalia, dos empresarios suizos fueron detenidos en Libia y Gaddafi llamó incluso a la Yihad (guerra santa) contra Suiza. En la actualidad rige una prohibición de vuelo a Suiza que afecta a 188 funcionarios y hombres de poder libios, incluyendo al mismo Gaddafi.
Según estimaciones de los expertos, hasta dos millones de africanos intentan cada año llegar a Italia o Malta a través de Libia. En octubre de 2010, la UE firmó con Gaddafi un acuerdo de "cooperación migratoria", según el cual Libia recibirá hasta 2013 50 millones de euros (68,39 millones de dólares) para llevar a cabo controles fronterizos estrictos.
Recientemente Gaddafi exigió además 5.000 millones de euros anuales para hacer mermar la corriente de refugiados africana, amenazando con -en caso contrario- convertir a la Europa cristiana y blanca en un continente negro.