La OTAN redescubre la defensa colectiva
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Tras varios cambios, la OTAN vuelve al objetivo primitivo del año de su creación en 1949: garantizar la seguridad de cada uno de los miembros de la alianza.
Bruselas, Bélgica.- La defensa colectiva volverá a ser calificada, por primera vez en mucho tiempo, como la tarea más importante de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) durante la próxima cumbre de los jefes de Estado y gobierno de los 28 países miembro.
En la reunión, que se celebrará el 4 y 5 de septiembre en Newport, en Gales, se pondrá fin a la misión militar internacional en Afganistán tras 13 años.
Otra novedad: al menos en el futuro próximo, no se hablará ya de una asociación con Rusia en temas de seguridad, dijeron diplomáticos de la OTAN.
Tras varios cambios, la OTAN vuelve al objetivo primitivo del año de su creación en 1949: garantizar la seguridad de cada uno de los miembros de la alianza a través de la legítima defensa colectiva.
Este principio rigió hasta la caída del Telón de Acero en 1989, en el marco de la Guerra Fría. Cuando el Pacto de Varsovia se resquebrajó, la OTAN se sumió en una especie de crisis existencial.
Desde mediados de la década de 1990, la alianza se entendió como un actor de seguridad que operaba a nivel global. Y Rusia era visto como un socio, no como un rival. Se descartaba la posibilidad de una guerra en Europa.
"En las cumbres siempre reflexionamos sobre el futuro de la OTAN. Pero esta vez (el presidente de Rusia Vladimir) Putin ya contestó la pregunta", dijo un diplomático de la OTAN.
Lo que quería decir es que tras la intervención de soldados uniformados sin identificación -lo que en la jerga de la OTAN se conoce como "pequeños hombres de verde"- en el este de Ucrania y la anexión de Crimea por parte de Rusia y ante el supuesto supuesto respaldo a los separatistas prorrusos en el este del país por parte de Rusia, la alianza atlántica se ve obligada a cambiar de rumbo.
"De vuelta a las raíces, de vuelta a la defensa colectiva", es la frase que usó un diplomático para caracterizar el nuevo y al mismo tiempo antiguo rumbo de la OTAN.
Las acciones de Rusia desataron ante todo en los miembros del este de la alianza -desde Estonia, Letonia y Lituania, pasando por Polonia hasta Rumania- el temor de una nueva operación militar rusa para una presunta protección de los intereses rusos.
"¿Qué hacemos si Rusia repite esto en el territorio de la alianza?", se preguntan los diplomáticos en referencia a Crimea y al este de Ucrania. En Bruselas se habla de una "ruptura fundamental de la confianza en los acuerdos internacionales".
Seguro que en la cumbre en Newport, Rusia ya no será calificada de socia, pero tampoco de enemiga. Aliados importantes, entre ellos Estados Unidos, descartan al menos por el tiempo que dure la presidencia de Putin, un retorno a las relaciones de asociación entre la OTAN y Moscú.
Sin embargo, el modo en que la OTAN se reposicionará a partir de 2015 como alianza defensiva sin grandes misiones en el extranjero es aún muy discutido. Y el debate no sólo se refiere a la cercanía geográfica a Rusia.
Existe acuerdo sobre un "plan de acción" (Readiness Action Plan/RAP), con el que la OTAN quiere mostrar su presencia en los países miembro orientales y aumentar allí su capacidad de reacción. Elplan incluye un sistema de disposición de tropas rotativo, el establecimiento in situ de centrales de comando y el posicionamiento de equipamiento militar para el caso de necesidad.
Además, las tropas de la OTAN deberían ser capaces de asistir a un país en el plazo de horas. Y todo ello sin poner en riesgo un acuerdo entre la alianza atlántica y Rusia, que contempla que no habrá estacionamientos "sustanciales" y "permanentes" de la OTAN en el este de Europa.
Fuentes diplomáticas señalaron que no hay consenso sobre las ideas de ampliar también a Rusia la defensa misilística de la OTAN frente a países como Irán.
El debate más caliente durante la cumbre podría girar alrededor de la pregunta de cuántos europeos están dispuestos a pagar más para la defensa en su propio continente.
El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, quiere reunir de los aliados en lo posible promesas precisas y vinculantes de más gastos para defensa.
Las finanzas también se podrían convertir en un problema importante para el nuevo secretario general de la OTAN, el noruego Jens Stoltenberg. En la cumbre asumirá oficialmente el cargo como sucesor del danés Anders Fogh Rasmussen.
Estados Unidos asume actualmente del 70 por ciento de los gastos de defensa de los 28 países miembro de la alianza atlántica.
Tras el fin de la misión en Afganistán, los costos de los operativos de los países de la OTAN bajarán un 90 por ciento, según los cálculos de Estados Unidos y, al menos una parte, se deberá gastar para mantener la disposición de intervención de las fuerzas de combate europeas.
Ésta será presumiblemente la discusión más difícil de toda la cumbre, según un diplomático. "Por este tema la cena de los jefes de Estado y de gobierno podría durar hasta la medianoche. Y sea lo que fuere lo que se decida entonces, para uno o para otro no será satisfactorio".
Por Dieter Ebeling/DPA-Reportajes