La nueva trinchera del narco
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Xalapa, Ver.-La entidad se convirtió en escenario de cruentos enfrentamientos entre cárteles por el control de la plaza; en lo que va de 2007 crecieron 66% las ejecuciones
Durante 2007, Veracruz fue escenario de una sangrienta lucha para limpiar de competidores las rutas del tráfico de narcóticos, lo que trajo, como consecuencia, abiertas sospechas del involucramiento de altos funcionarios estatales y jefes policiacos con los cárteles en la droga, aseguraron expertos en temas de seguridad.
"Veracruz se convirtió en un estado emergente por la presencia del narcotráfico y, por tanto, en un estado en el cual varios negocios particulares pudieran estar ligados al crimen organizado", dijo José Alfredo Zavaleta Betancour, investigador de la Universidad Veracruzana (UV).
Casi al margen de la actividad que en los últimos años se incrementó en otros estados del país, por acciones del narcotráfico, en el presente año Veracruz pasó de ser un simple corredor de paso de la droga a campo de tiro, en el que grupos de los cárteles antagónicos dirimieron sus diferencias mediante cruentos enfrentamientos o brutales ejecuciones, según el experto.
La mayoría de esos enfrenamientos fueron protagonizados por el grupo armado conocido como Los Zetas, brazo ejecutor del cártel del Golfo, lo que llevó al surgimiento de pistoleros integrantes de la llamada Gente Nueva, a quienes se les conoce como Los matazetas.
En tanto que al 15 de diciembre la cifra de crímenes ligados al narcotráfico en todo el país ascendía a 2 mil 591, en Veracruz el total de asesinatos atribuidos a este flagelo es de 65, 66% más que en 2006, cuando fueron 39 ejecuciones, cifra menor a la que registran entidades del norte del país con una fuerte presencia de cárteles.
Sin embargo, la gran mayoría de esas muertes se dieron en prolongados enfrentamientos entre pistoleros de grupos rivales, en los que se utilizaron armas de grueso calibre y hasta lanzagranadas.
"Lo que ocurrió en Veracruz es que el narcotráfico comenzó a utilizar nuevas estrategias para ejecutar a los enemigos y limpiar algunas rutas de la presencia de otros cárteles", dijo el especialista.
El detonante de la violencia en el estado fue una balacera, el 3 de marzo pasado, en la comunidad de Villarín, durante una carrera de caballos que se disputaba de manera clandestina.
En ese lugar murieron dos de los principales jefes de Los Zetas, entre ellos el llamado Zeta 14. Uno de ellos fue sepultado en un panteón del municipio de Poza Rica, 200 kilómetros al noroeste del puerto de Veracruz, de donde varios hombres armados se lo llevaron con todo y ataúd.
A partir de esa balacera, Veracruz entró en una escalada de violencia nunca antes registrada.
Entre esas 65 muertes registradas, 11 de las víctimas fueron policías, y cuatro de ellos eran escoltas de los hijos del gobernador del estado de México, Enrique Peña Nieto, que se encontraban de vacaciones en el puerto veracruzano.
La autoridad involucrada
"También lo nuevo en Veracruz son las decapitaciones y el probable involucramiento de algunos mandos policiacos en el narcotráfico", dijo Zavaleta Betancourt.
"Particularmente llama la atención la deficiencia de las policías estatal y municipal. No ha habido logros eficientes del programa Veracruz Seguro", añadió el académico.
También el columnista César Augusto Vázquez Chagoya denunció vínculos del narcotráfico con el secretario de Seguridad Pública estatal, el general retirado del Ejército mexicano, Juan Manuel Orozco Méndez.
"Sus grandes amigos lo quieren, lo controlan, lo apapachan y lo cachetean, pero no lo matan", dijo Vázquez Chagoya, recientemente galardonado con el Premio Nacional de Periodismo.
Según el periodista, Orozco Méndez es "un secretario de Seguridad Pública entregado al crimen organizado, con clave rinoceronte, que tiene sus pájaros garrapateros con el brazo armado de Los Zetas del cártel del Golfo, poderosa organización que controla el narcotráfico desde Colombia e introducen la droga a Estados Unidos".
Vázquez Chagoya aseguró que Orozco Méndez está amenazado de muerte por el grupo del Joaquín Loera El Chapo Guzmán.
Días después de la balacera en Villarín, un grupo armado mató a tres agentes de la Policía Intermunicipal Veracruz-Boca del Río, entre ellos al comandante Gerardo Gutiérrez.
Según el testimonio de dos pistoleros del cártel del Golfo, que aparecieron en un video poco antes de ser ejecutados, el comandante Gutiérrez Monraga fue asesinado porque se había comprometido y no cumplió con el compromiso de liberar a seis detenidos tras el tiroteo registrado durante la carrera de caballos en Villarín.
"Un dato interesante es que la entidad tiene la policía que más rotación ha tenido de todo el país, que más contrataciones ha hecho, pero que al mismo tiempo, más bajas ha causado", añadió el investigador.
"La pregunta que tendría que hacerse es ¿dónde están esos policías o qué mecanismo de monitoreo tiene la Secretaría de Seguridad Pública y la Secretaria de Gobierno de la trayectoria de quienes se dan de baja como policías", agregó.
La `Gente Nueva'
La ejecución de dos hombres, cuyos cadáveres aparecieron envueltos en sábanas en las calles del puerto de Veracruz, también marcó el surgimiento del grupo Gente Nueva. En mensajes escritos en cartulinas dejadas junto a los cadáveres, la Gente Nueva anunció el inicio de una guerra contra Los Zetas.
A finales de marzo, integrantes de Gente Nueva y de Los Zetas se enfrentaron a tiros 15 minutos en las calles de la zona conurbada del puerto veracruzano. En el lugar quedó un muerto y más de dos mil cartuchos.
"Particularmente llama la atención la deficiencia de la policía estatal y municipal. No ha habido logros eficientes del programa Veracruz Seguro", añadió el académico.
Dinero sucio en la política
Pero el narcotráfico no sólo ha mostrado mayor presencia en Veracruz por sus ejecuciones y enfrentamientos, Zavaleta Betancourt aseguró que "gran parte de las precampañas e incluso las propias campañas" realizadas en el estado en septiembre pasado para renovar el Congreso local y las alcaldías, "pudieron haberse infiltrado de dinero sucio del narcotráfico".
"Por eso ese gasto inusitado en Veracruz. Es impresionante el dinero que se ha gastado", reiteró Zavaleta Betancourt, para luego advertir que por ello "va a ser muy difícil que disminuyan enfrentamientos y ejecuciones" en el estado.
"Yo no estoy de acuerdo con quienes piensan que hay posibilidades de acuerdos nacionales. Es una guerra que no tiene fin. Para el próximo año habrá más ejecuciones", pronosticó.