La lucha diaria de Edith González

CIUDAD DE MÉXICO.- Princesa, guerrera y además mantener una actitud alegre son los elementos que la actriz Edtih González usa para ser la consentida de cualquier empresa televisiva en la que se emplea.

La constante es la misma, a la rubia le cumplen todos sus requerimientos, así fue en su paso por Televisa, RTI Televisión y actualmente Azteca, donde es la protagonista de la telenovela Cielo rojo.

Sus peticiones van desde tener vestuario carísimo, de marca, elegido por ella misma y comprado en Europa, hasta poder opinar en las escenas o usar dobles en secuencias candentes y todo es cumplido cabalmente.

Sin embargo, esto no es gratuito y ha tenido que trabajar mucho en la autoestima, arma importantísima que le preocupa que las mujeres mexicanas no exploten y mucho menos fomenten en sus hijas.

"Soy consentida porque me siento como princesa, la autoestima comienza por uno, el valor te lo das tú, está del nabo depender de terceras personas, soy consentida porque
me lo creo.

"Para mí es un tema medular, ojalá todas las mujeres nos sintiéramos así, sube la autoestima, no importa cómo tengamos el cuerpo, la cara que nos dio Dios, eso no vale, lo realmente fuerte es que nos creamos que somos princesas. No podemos permitir que a ninguna nos pongan el dedo
encima", apuntó.

Y es que para González, el mayor problema que existe en México es que las mujeres no ven el valor que tienen en sí mismas y permiten abusos de
todo tipo.

"No siempre fui princesa, porque desgraciadamente nos falta mucho reforzar esa parte en nuestro país. Me importa muchísimo la autoestima femenina, por eso digo `un, dos, tres por mí y por todas mis compañeras' y eso significa todo ente del género femenino y masculino", dijo, mientras tomaba un sorbo de café, instalada en su camper donde tiene todas las comodidades.

"Sí soy feminista, porque eso significa que eres humanista, el género humano es lo que me preocupa y luego ocupa, es muy importante, porque ¿de qué forma el actor puede contribuir a su entorno? Haciendo trabajos con dignidad, con profundo respeto hacia el público y lo que te rodea",aseguró.

Con casi 47 años y 40 de carrera artística, González comentó a Función que trabajó mucho en tomar las riendas de su vida, pero le quedó claro que ahora, como mamá, tiene que fomentarlo a su pequeña, situación que quiere sembrar en las mujeres en general.

"Pongo mucha atención en decirlo a nuestras niñas. A Constanza ( su hija de siete años), se lo digo siempre y me refiero no a las princesas de los cuentos, sino a que te amen, te traten como un ser humano, con dignidad, cariño, respeto, darse su lugar y dárselo a las demás personas porque eso significa ser princesa. No es en el sentido frívolo de la
expresión", aseveró.

Consentida y guerrera

En esta nueva etapa de su carrera, cuando después de casi 40 años decide cambiar de casa televisora, Edith González sigue gozando de privilegios como ser de las pocas actrices que las llevan a escoger su vestuario a Europa, además de imponer sus condiciones con respecto a escenas de pasión.

"Bendito Dios me tienen muy consentida, en estas secuencias uso doble, pero es una situación muy sencilla. En Estados Unidos ningún actor hace esas escenas, y si lo hacen es por contrato donde se especifica perfectamente qué es lo que se verá, aquí no sé por qué lo cuestionan tanto, cuando en Hollywood es lo normal", explicó.

La actriz agradece las satisfacciones que le ha dado la vida, pues tiene un lugar privilegiado en la actuación, pero además cuida y ama a su pequeña que es su mayor tesoro, esto sin descuidar su reciente matrimonio con el empresario Lorenzo Lazo Margáin y además conservarse fisicamente atractiva y saludable, situaciones que aunque la dividen en pedazos, no es ningún sacrificio.

"Hoy tengo una niña preciosa y un señorón al que cuidar, la vida me ha premiado de forma abrumadora, ahora saco adelante a una familia y sí es muy difícil, pero sí se puede.

"Todo es organización y de pronto siento que no doy el ancho. Llego al foro o a la locación y me la paso estudiando. En la noche veo Cielo rojo  y comparto con mi marido y después hago la tarea con Constanza y hago ejercicio, definitivamente sí te partes, la vida es lucha y sí soy una guerrera",
dijo con orgullo.

Y aunque la carga de trabajo es mucha, hay algo que no deja pasar por alto y que considera fundamental en la manera de formar a su hija.

"Lo mejor que podemos generarle a nuestras hijas es alegría, si una mamá trabaja por la razón que sea, lo valioso es que la vean que se va feliz porque se realiza y regresa igual porque va a ver a su hijo. Que las mujeres seamos princesas, guerreras y alegres", enfatizó.

Lo primordial para Edith González es su familia y el compromiso que tiene con Cielo rojo en la que comparte créditos con Mauricio Islas, sin embargo, hay un sueño profesional muy acariciado que pronto hará realidad.

"Quiero producir, por supuesto que hay que estudiar y prepararme y si así no duermo, no importa. Entiendo que no tendría vida, pero muy pronto daré la sorpresa", dijo con un brillo especial en los ojos.

González subrayó que analiza propuestas para hacer una película y sigue luchando para que pronto se exhiba Deseo, cinta que tiene mas de dos años enlatada y en la cual lleva a cabo desnudos y escenas lésbicas.

"Ya estoy proponiendo qué va a ser la próxima película, porque por alguna razón Deseo se ha atorado y no sé por qué, pues es una buena cinta.

"Es una propuesta fina, donde no hay malas palabras, no hay pelados, tiene un buen acabado, se ha atorado en la distribución, pero saldrá cuando tenga que ser, estoy muy orgullosa de Deseo y mientras, estamos empezando a armar la siguiente", concluyó la actriz quien protagonizó hace dos años DoñaBárbara.