Japón: El sol que no acaba de nacer
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Muchos economistas preveían que para el 2010 Japón iba a alumbrar al mundo entero. Que iluminaría no sólo a Asia sino a todo el orbe. Pero 30 años después parece que la economía japonesa sigue estancada y no ha podido explotar su potencial. ¿Por qué este país ha sido superado por otras economías?
México.- Cuando se dio a conocer que al cuarto trimestre del 2011 la economía japonesa se contrajo un 2.3 por ciento a tasa anual, sonaron las alarmas entre las autoridades monetarias.
Después de 30 años de experimentar con políticas monetarias que no han dado los resultados esperados, el Banco de Japón decide dar un vuelco importante implementando nuevas estrategias.
El pasado 14 de febrero anunció su determinación para romper el ciclo deflacionario en el que se encuentra y fijó un nuevo objetivo para su meta de inflación del 1 por ciento.
En un movimiento sorpresivo para los mercados se une a los bancos centrales del mundo y lanza un programa de relajamiento monetario -conocidos como QE (Quantitative easing)- por 130 mil millones de dólares.
Masaaki Shirakawa presidente del Banco Central de Japón ha reconocido que la política monetaria implementada en su país no ha dado los resultados esperados.
En una conferencia impartida en el London School of Economics, estableció que después de dos décadas de disminuir su deuda, hoy las empresas japonesas se encuentran con mucha liquidez en sus balances.
Para dar una perspectiva más clara de lo que sucede en Japón, Indigonomics te presenta algunos de los efectos de estos 30 años de estancamiento.
Analicemos.
En muchos aspectos Japón está despertando de un sueño que lo ha mantenido aletargado por más de tres décadas.
Es más, pareciera que los terremotos que sacudieron el año pasado a este país asiático siguen despertando conciencias.
Tal vez por eso hoy surgen nuevos cuestionamientos de una población que busca revalorar su presencia en la economía global. Que reclama el lugar prometido en la escena económica internacional.
Y es que hace 30 años los especialistas le auguraban a Japón un futuro muy prometedor. En 1991 consideraban que para 2010 sería la economía más grande del planeta.
Sin embargo, algo ha sucedido con Japón; el sol naciente no acaba de salir. Al contrario, pareciera que pierde su esplendor.
Muchos hombres de negocios aun recuerdan la época en la que los japoneses compraban los íconos del poder económico de Estados Unidos.
En ese entonces lugares como el Rockefeller Center de Nueva York, los grandes estudios de Hollywood (Universal y Columbia Pictures) y el afamado campo de golf de Pebble Beach en California, eran propiedad de japoneses.
El NIKKEI -Indice de la Bolsa de Valores de Tokio- que llegó a sus máximos de 38 mil 915 puntos el 29 de diciembre de 1989, hoy se encuentra por debajo de los 10 mil puntos. Cuatro veces menos en 23 años. Esto ha significado, en pérdida de valor de las empresas y sus inversionistas, tener solo un 25 por ciento de lo que valían hace tres décadas.
¿Por qué ha sucedido esto? ¿Qué ha causado el retroceso de un país que se suponía sería LA potencia económica mundial?
En realidad pocos conocen la explicación del por qué una economía que ocupó el segundo lugar global en tamaño hace 40 años, ya fue superada por China.
Algo sucedió con el protagonismo japonés, ya que mientras el valor total de su economía en 2011 fue el mismo que en 1991, Estados Unidos la duplicó.
Pero el estancamiento no queda ahí y sectores como el mercado de bienes raíces atraviesan por la misma situación; hoy el valor de los inmuebles japoneses es el mismo de 1983.
Por si fuera poco los desastres naturales del año pasado trajeron como consecuencia grandes pérdidas económicas y una caída del 2.3 por ciento en el PIB de 2011.
Pero la gran caída de Japón en los últimos treinta años no está en lo económico sino en lo anímico.
Hoy este país atraviesa una severa crisis de confianza que afecta a una nueva generación de jóvenes que desde su nacimiento sólo han conocido los términos "deflación" y "estancamiento".
Esta población ha perdido el empuje de sus antecesores y parece estar dispuesta a rendirse ante sus eternos rivales: China y Corea del Sur.
Los efectos de una problemática de este tipo ya comienzan a ser evidentes. Los precios de las cosas están disminuyendo, hay más oferta que demanda y no hay inflación.
Lo anterior está provocando que los jóvenes estén perdiendo el interés por comprar un carro nuevo o el aparato electrónico de moda. Además hoy existen muy pocos interesados en estudiar en Estados Unidos.
Debido a esto, en marzo de 2010 el gobierno japonés estableció un programa de incentivos por más de un billón de dólares. Intentaron incentivar el consumo y salir del estancamiento de su economía.
Pero las medidas no han surtido el efecto deseado.
En enero del año pasado la calificadora Standard & Poor's redujo la calificación de la deuda soberana de Japón de AA a AA- siendo la primer baja en la ultima década.
Y es que el gobierno japonés no ha logrado establecer una política coherente para disminuir el incremento en su déficit que sigue deteriorando la economía japonesa ya que cada vez es más alto el nivel de su endeudamiento.
Otra de las situaciones que generan gran inquietud en Japón es la edad de su población, el rápido envejecimiento hace que cada año se necesiten más recursos para cubrir las necesidades de seguridad social y planes de pensiones.
El Instituto Nacional de Población de Japón estima que para el 2055 el promedio de personas menores de 65 años de edad se reducirá a la mitad, esto trae como consecuencia que la base trabajadora, que tiene que sostener el gasto en pensiones y seguridad social, es cada vez menor.
Las estimaciones de su crecimiento poblacional son que entre 2005 y 2030 la población disminuya en un 9.8 por ciento; pero se espera que la clase trabajadora sea menor en un 12.9 por ciento.
Japón es el país desarrollado que más rápido está envejeciendo y esto se debe a dos factores:
-Esperanza de vida calculada al 2012 es de 83.91 años en promedio. Hombres: 80.57 años, Mujeres: 87.43 años.
-La tasa de crecimiento poblacional en Japón estimada al 2012 es de -0.077%
Estas cifras nos explican por qué Japón es el país que más rápido está envejeciendo.
La historia nos da lecciones que no debemos de olvidar. Los pronósticos de nuestros economistas o las medidas ortodoxas de los bancos centrales no siempre dan el resultado deseado.