Hoteles hechos con pasión
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Rompen las reglas de lo genérico. Son cinco hoteles urbanos con personalidad, diseñados para el placer. Un ejemplo de creatividad en concepto de interiores es el Downtown México, en pleno Centro Histórico de la Ciudad de México
Saltillo, Coahuila. El Antiguo Palacio de los condes de Miravalle, del siglo XVII, fue remodelado por la firma Cherem Serrano Arquitectos para concebir el Downtown México, uno de los más recientes hoteles de categoría lifestyle de Grupo Habita, creador de exclusivos hoteles de diseño.
La misma firma que ha ganado varios premios por sus obras imprimió al hotel un toque industrial que contrasta con la arquitectura virreinal original.
La propiedad conserva el barandal de hierro forjado de la escalera principal, los mosaicos del piso hechos a mano y el mural `El Holocausto', del artista Manuel Rodríguez Lozano.
Su terraza está dividida en dos secciones, ambas con vistas a las calles del centro; una de ellas cuenta con alberca y jacuzzi y un bar de donde salen cocteles ingeniosos y canapés. Por las noches, los calentadores se encienden para no pasar frío.
Las 17 habitaciones y suites abarcan superficies que van de los 25 a los 70 metros cuadrados, algunas tienen balcón con vista a la calle y otras muestran la intimidad de los patios. Todas disponen de Wi-Fi y estación para iPod, así como exclusivas amenidades de baño.
Este palacete es un refugio para quienes buscan vivir una experiencia redonda en sus viajes y no sólo un hotel donde pasar la noche. Es un destino en sí mismo.
La propiedad, ubicada en la calle Isabel la Católica, reúne varios restaurantes, uno de ellos es el Azul Centro Histórico, instalado en un patio a la sombra de los árboles; otro es Padrinos, con un enorme jardín vertical en el que siempre se posan las miradas de las lentes fotográficas.
En la primera planta se concentran varias galerías de arte y tiendas de diseño mexicano, la panadería artesanal Da Silva; las Tapas de San Juan, una sucursal más chic del exitoso negocio del Mercado de San Juan; Que Bo!, una chocolatería fina, donde se pueden ordenar bebidas calientes. La mezcalería Botica también hace presencia en el centro.
Valentina contagia alegría
Las paredes de blanco inmaculado, la ropa de cama en un fucsia deslumbrante y los sillones turquesa nos indican que hemos entrado al mundo de Valentina, un hotel de la cadena española Room Mate construido en la Zona Rosa.
El diseño sofisticado es su carta de presentación, que se nota en los acrílicos de colores donde se estacionan las bicicletas a disposición del huésped, también en los salones para reuniones de negocios.
Las habitaciones son básicas pero sin perder el estilo. Las lámparas tienen curvas igual que los sillones y mesas, son formas inspiradas en la cultura azteca. Las paredes tienen gráficos que ellos llaman una evolución del pop art. Las de mayor categoría tienen un comedor y ventanales panorámicos.
Su ubicación y las bicicletas de estilo vintage permiten conocer algunos de los atractivos de los alrededores, como el Museo Memoria y Tolerancia, la cúpula del Monumento a la Revolución y tomarse un cafecito, escaparse a un bar, o animarse por un cambio de look en la Roma o en la Juárez, colonias vecinas.
Descanso de lujo, en Polanco
Lujoso, pequeño y discreto es la descripción de este hotel ubicado sobre la avenida Presidente Masaryk, en el corazón de Polanco. "Hacerte sentir como en casa" es la primera frase que escuchas cuando la puerta de cristal se abre.
Una escalera en espiral perfectamente tallada en madera clara conduce a sus 35 habitaciones. Las que se encuentran en los últimos pisos son las mejores, las más amplias y con buena vista de la ciudad.
Muebles en tonos sobrios en gris y café evocan un ambiente moderno, pero si uno observa detenidamente cada espacio encontrará detalles mexicanos: puertas y muros con vetas que emulan diseños de iglesias coloniales, grecas reproducidas de Monte Albán, alebrijes, tapetes tejidos a mano y un minibar con dulces típicos, Chaparritas y Lulús. Los baños se cubrieron de mármol azul y se surtieron de amenidades orgánicas, como los jabones. La aromaterapia es uno de los detalles que llaman la atención.
Aposento ecológico con `onda'
De todos los bed&breakfast que encontramos en la capital, El Patio 77 merece una mención especial. Está ubicado en una de las tantas casonas del siglo XIX que conforman la colonia San Rafael y además es ecológico; los paneles solares en la azotea y el sistema para reciclar el agua lo confirman, además de sus recorridos para reforestar parques y la renta de bicis para ir y venir por el DF.
Muebles rescatados de los tianguis visten sus ocho habitaciones, que además tienen el nombre de un estado de la República. Muchos prefieren Oaxaca por ser la más amplia y donde los rayos del sol se cuelan para calentarla, pues la temperatura no suele ser muy amigable en este tipo de casonas. Todas tienen pisos de duela original, candelabros, techos y ventanales altísimos, baño privado, Internet inalámbrico y servicio de desayuno casero.
Encerron al estilo `condechi
El María Condesa ofrece un concepto minimalista que resalta por la decoración de los diseños exclusivos de Pineda Covalín.
Cuenta con habitaciones llamadas spa suites con camas king size y un menú de almohadas para elegir entre una ortopédica, de aromaterapia o full body, con forma de `L'. En los baños hay cabinas de sauna para mayor relajación.
El restaurante y el bar acaban de ser remodelados por el arquitecto Rubén Bross, gran escenógrafo para películas y publicista. Su decoración más reciente la hizo en el filme `Nosotros los Nobles'. La terraza se presta para eventos especiales.