Hombre mata a dos y se suicida en la colonia Doctores del DF
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Asesinó a su hermano y a una empleada e hirió a su cuñada; padecía una enfermedad mental
México, DF. Jorge Arturo Sotomayor y Rueda padecía una enfermedad siquiátrica desde hace varios años. Incluso había sido internado en una institución mental. Empleados de la funeraria Gante, ubicada en la calle Doctor Lucio, en la colonia Doctores, explicaron a Excélsior que el hombre tenía actitudes extrañas y en ocasiones vestía ropa en mal estado.
A las 10:20 horas de ayer, Jorge Arturo, iba como copiloto de su hermano Vidal Humberto, quien manejaba su camioneta Renault modelo Duster color blanco. Los acompañaba en la parte trasera del auto su cuñada María Teresa Piña. Todos habían desayunado en los Bisquets Obregón, de la colonia Roma.
Cuando circulaban por la calle Frontera, entre Zacatecas y Querétaro Jorge Arturo sacó una pistola de entre sus ropas. Encañonó a su hermanano y jaló del gatillo. Volteó hacia la parte trasera y le disparó a su cuñada. El proyectil ingresó por la nariz y salió por el oído. Vidal, de 70 años de edad, murió inmediatamente. La bala se alojó en su cerebro. María Teresa, de 71 años, fue trasladada minutos después a la Cruz Roja de Polanco.
En el lugar sólo había confusión. Los primeros reportes advertían que dos personas habían sido asaltadas y una de ellas había muerto. Los ve
hículos policiacos rastreaban la zona para tratar de encontrar a los presuntos responsables.
Tras el ataque Jorge Arturo Sotomayor, de 65 años de edad, abandonó la escena del crimen. Caminó sobre la calle de Querétaro y atravesó la avenida Cuauhtémoc para seguir su camino por la calle Doctor Olvera. Cuando llegó a la de Doctor Lucio giró a la izquierda hasta llegar a la funeraria Gante, ubicada en el número 240.
Los hermanos eran copropietarios de esa funeraria, pero quien llevaba el negocio y era reconocido como el patrón era Vidal. Empleados del establecimiento revelaron que Jorge Arturo acudía esporádicamente. Ayer, fue uno de esos días. Cuando llegó al local saludó al guardia y le preguntó por su hermano. Sin notar ningún comportamiento extraño, el empleado le contestó que desconocía donde estaba.
Jorge Arturo subió al segundo piso del local y se encerró en la sala de juntas. Llamó a la directora administrativa, Jacqueline Salazar Rodríguez, de 45 años de edad, y le pidió un vaso de agua. Cuando se lo llevó, se escucharon dos disparos.
Una de las secretarias del establecimiento corrió a la sala de juntas pero no pudo ingresar: el cuerpo de Jorge Arturo trababa la puerta. Alcanzó a ver que ambos estaban lesionados y llamó a una ambulancia. Los peritos de la Procuraduría General de Justicia del DF establecieron que después de asesinar a la mujer el hombre se quitó la vida. En el lugar se encontró un arma se fuego calibre .380.
A pesar de la gravedad de la herida la señora María Teresa Piña se encuentra estable, aunque hasta el cierre de esta edición no había podido rendir su declaración ministerial. La principal línea de investigación de las autoridades es la enfermedad mental del agresor aunque no se descarta un posible triángulo amoroso entre los hermanos y la directora administrativa.
No obstante dicha versión es vaga ya que Jacqueline Salazar tuvo un hijo con un pariente de los hermanos y por esa razón le dieron trabajo en la funeraria. Los Sotomayor eran dueños de otras funerarias en otros estados del país.