Hace 450 años nació Lope de Vega
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Ironías de la vida, la actual Casa Museo de Lope de Vega se encuentra en el número 11 de la calle dedicada a su aclamado rival, Miguel de Cervantes.
Madrid, España.- Lo llamaban "Fénix de los ingenios", pues su capacidad creativa parecía inagotable: unos 3,000 sonetos, 1,800 comedias y una docena de novelas y epopeyas convirtieron a Lope de Vega en una de las plumas más aclamadas del Siglo de Oro español. Tan prolífico en las letras como en sus lances amorosos, tuvo al menos 12 hijos legítimos e ilegítimos y algunos enemigos declarados, entre ellos Miguel de Cervantes. Este domingo se cumplen 450 años de su nacimiento.
Félix López de Vega y Carpio nació cerca de la madrileña Calle Mayor, debido a una historia de celos. Según él mismo contó más tarde, su madre persiguió hasta la capital a su padre, que era bordador y había caído en los brazos de una supuesta amante. Fruto de su reconciliación, en 1562 llegó al mundo un niño precoz que ya componía versos con apenas cinco años y comedias a los 12. Premonitoriamente, la primera se llamaba "El verdadero amante".
No cabe duda de que él lo fue. Abandonó la universidad -se dice que por su desordenada y mujeriega vida- y comenzó a ganarse los reales como secretario de aristócratas, escribiendo entre tanto comedias y romances que ya empezaban a cantarse por las calles de Madrid, convertida por aquel entonces en villa y corte. Su primer gran amor, la "Filis" de sus versos, fue Elena Osorio, hija de un rico empresario teatral que acabó casándose con otro. Por despecho, el joven Lope echó mano de su pluma.
"Una dama se vende a quien la quiera./ En almoneda está...", rezaban los famosos versos. Aquello le costó un destierro de Madrid de ocho años, con amenaza de pena de muerte si desobedecía la sentencia. Y Lope se marchó pero, genio y figura, se llevó consigo a la dulce Isabel de Urbina ("Belisa"). La historia cautivó al cineasta brasileño Andrucha Waddington, que hace dos años la llevó al cine con Alberto Ammann en el papel del joven Lope y Pilar López de Ayala y Leonor Watling como "Filis" y "Belisa".
Viudo de Isabel, una vez cumplido el tiempo de su destierro regresó a Madrid en 1595, donde al año siguiente fue acusado de amancebamiento con la actriz Antonia Trillo. Se casó con una mujer rica, pero siguió manteniendo relaciones con varias amantes y acabó uniendo en Madrid a dos de ellas. La oficial, con Juana de Guardo, vivía en las afueras de la ciudad, en una antigua casa de labranza con huerto que hoy ocupa el "barrio de las letras" y se ha convertido en casa museo dedicada al dramaturgo.
Tan apasionado como trabajador, para mantener aquel tren de vida Lope de Vega escribió sin pausa una apabullante obra lírica y dramática, hasta el punto de que su rival, Cervantes, dijo de él que era un "monstruo de la naturaleza". Revolucionó el teatro clásico español con una novedosa fórmula en la que mezclaba lo trágico y lo cómico, rompiendo las tres unidades que defendía la escuela aristotélica, y que quedó recogida en su "Arte nuevo de hacer comedias".
Muchas de estas obras, principalmente dramas de honor y comedias de enredo, siguen representándose hoy en los teatros y han sido adaptadas en el cine y la televisión. La lista es inmensa: desde la heroica "Fuenteovejuna" a las honorables "Peribáñez y el comendador de Ocaña" o "El caballero de Olmedo", pasando por los líos de faldas de "La dama boba", "El perro del hortelano", "Las bizarrías de Belisa" o "La viuda valenciana".
Tras morir su segunda esposa, atormentado por sus pulsiones carnales y con el objetivo de buscarse una tranquila vejez, acabó metiéndose a sacerdote, aunque no consiguió evitar enamorarse. De esta época son sus famosos romances conocidos como "barquillas" y su heterónimo Tomé de Burguillos. La fama lo acompañó hasta su muerte, el 27 de agosto de 1635, en la casa del "barrio de las letras" donde había vivido desde que regresó a Madrid.
Ironías de la vida, la actual Casa Museo de Lope de Vega se encuentra en el número 11 de la calle dedicada a su aclamado rival, Miguel de Cervantes. Pero ahí no acaba todo: desde hace tiempo hay en marcha un proyecto para recuperar los restos del autor de "El Quijote", que se encuentran enterrados en algún lugar bajo el convento de las Trinitarias de Madrid. Y, como no podía ser de otra manera, el convento se halla en la calle Lope de Vega.