Famosos, del internet al cielo
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Justin Bieber, Arctic Monkeys, Susan Boyle y Pablo Alborán son algunos de los artistas nacidos al abrigo de Internet.
Madrid, España.- Sólo era cuestión de tiempo que las casas discográficas cambiaran su percepción combativa respecto a Internet y colocaran a la red de redes en un lugar central de sus estrategias de comunicación, como ha sucedido con Lana del Rey.
¿UNA SABIA OPERACION DE MARKETING?
Lizzy Grant, nombre con el que esta artista estadounidense lanzó su auténtico debut, acaba de publicar con gran expectación mundial su disco "Born To Die" (Universal), pero hace menos de un año era una desconocida.
Todo cambió cuando se reinventó como Lana del Rey. Su timbre, su agraciado físico y una estética retro, junto a detalles sueltos de su pasado, como que había vivido en una caravana, constituían demasiados alicientes como para que los cazatalentos más ávidos de la red no repararan en ella.
El auténtico pistoletazo llegó, como sucede a menudo, con la reseña que le dedicó la reputada revista "Pitchfork", una de las señeras de la prensa musical en Internet y, después de ella, las referencias se multiplicaron como la espuma.
Ahora, con la llama prendida, estalla la polémica sobre si desde el principio se trató de un producto manufacturado por Universal Music, que habría utilizado los canales más sutiles e independientes de internet, imitando el camino que otros artistas noveles transitaron mucho antes que ella.
LOS PRIMEROS
Los ingleses Arctic Monkeys fueron uno de los primeros fenómenos musicales surgidos de Internet, abriendo un cauce alternativo respecto de los lanzamientos gestados en lujosos despachos y en las radiofórmulas.
Su fama comenzó mucho antes de su primer contrato discográfico, gracias al intercambio en línea entre particulares de "demos" grabadas por sus seguidores. Sus conciertos comenzaron a congregar más público y su éxito incipiente despertó la atención de los medios.
Tras firmar con una discográfica independiente y sin promoción, colocaron sus dos primeros sencillos en el número 1 de la lista oficial británica, y su primer disco, "Whatever People Say I Am, That's What I'm Not", se convirtió en el debut más vendido en su primera semana a la venta.
EL PODER DE UN VIDEO
Algo parecido sucedió con el dúo británico Hurts. Teo Hutchcraft y Adam Anderson eran dos jóvenes que, antes de engrosar las listas del paro, se ganaban la vida como dependiente y lechero, respectivamente. No tenían ni dinero para pagarse el autobús, así que, durante el primer año de colaboración, se comunicaron a través de sus ordenadores.
Fue en Internet donde colgaron el germen de su éxito, el vídeo casero en blanco y negro de su canción "Wonderful Life", tan sencillo como efectivo en su sonido y concepción estética, que atrajo la atención de bloggeros de medio mundo y, con ellos, la de Sony.
Y es que la originalidad de un videoclip puede jugar un papel determinante. Les pasó a los estadounidenses OK Go!, famosos por aquella curiosa coreografía en la que saltaban entre cintasde correr.
Los múltiples vídeos que recrean el momento en que aquella desaliñada cincuentona Susan Boyle convirtió lo que se aventuraba como una audición bochornosa para el programa de televisión "Britain's Got Talent" en un actuación para la historia, corrieron como la pólvora y ya superan los 300 millones de reproducciones.
Pero incluso un fiasco puede convertirse en un fenómeno mundial y justificar un contrato discográfico, véase Rebecca Black, con un vídeo producido por sus padres y una letra tan simple que, pese a la mofa, obtuvo fama y la posibilidad de aparecer junto a Katy Perry en su vídeoclip "Last Friday Night".
YOUTUBE, UNA AUDICION EN TU CUARTO
A veces basta con un micrófono y una buena voz. En YouTube son miles, si no millones, los jóvenes que en la intimidad de su cuarto graban sus propias versiones de canciones famosas. De ellos, sólo unos pocos consiguen suficientes reproducciones como para iniciar una carrera profesional.
Fue el caso de un jovencísimo Justin Bieber, descubierto "accidentalmente" (eso cuenta la historia oficial) por su mánager, que atrajo también la atención de su padrino musical, el músico estadounidense Usher.
Tratando de repetir su éxito, muchas discográficas comenzaron a explorar YouTube y a firmar contratos discográficos con otros posibles diamantes en bruto, como el joven Grayson Chance, que encandiló al mundo con su versión de "Paparazzi" de Lady Gaga en una función de fin de curso.
LOS CASOS ESPAÑOLES
España no escapa al influjo de Internet y son varios los artistas que reconocen que, sin la red de redes, su historia sería quizás de otra manera. Russian Red y el grupo Vetusta Morla, que sigue funcionando al margen de las grandes discográficas, están en esa nómina.
Pero el caso más paradigmático de todos quizás sea el de Pablo Alborán, el artista que más discos vendió en 2011 en España, gracias a una estrategia de comunicación planteada sobre todo en internet, con el vídeo "Solamente Tú" como carta de presentación y que, meses antes de la publicación de su disco, logró colgar el cartel de "todo vendido" en sus conciertos.
DESTACADOS:
* Internet arde con el debate sobre la última estrella surgida de sus entrañas, Lana del Rey. ¿Talento real o márketing sutil?
* Los ingleses Arctic Monkeys están considerados una de las primeras manifestaciones del poder de la Red.
* YouTube, el lugar del que surgió Justin Bieber, se ha convertido en una mina para hallar nuevas estrellas.
* El éxito de Pablo Alborán, el artista que más discos vendió en España en 2011, comenzó en Internet.