Facebook ya vale 35 mil millones menos
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Tras el debut bursátil de la red social, el mercado pasó de la euforia inicial a la cautela.
De la euforia a la cautela sólo hay un paso. El que ha dado el mercado con Facebook una semana después de su debut en el Nasdaq. Aunque su vida bursátil es corta, la polémica ha envuelto a su nombre en todo momento.
Los problemas técnicos que entorpecieron su salida al parqué pronto se convertirían en el menor de sus males. Y es que las dudas sobre su valoración inicial se incrementaron con rapidez entre unos inversores que observaban con temor las pérdidas acumuladas por la popular red social en sus primeros días de cotización, señala elEconomista.es, en su portal.
No es para menos, Facebook se ha dejado en el parqué más de US$ 35.000 millones de su capitalización bursátil en sólo una semana. Mucho más de lo que han cedido las grandes tecnológicas del sector desde sus máximos anuales. Por no hablar del elevado PER (el número de veces que el beneficio se recoge en el precio de la acción) que los expertos estiman para la red social en 2012 en comparación con el de las grandes cotizadas del sector. La empresa de Mark Zuckerberg vale en bolsa 59 veces más que los beneficios que prevé lograr en los próximos 12 meses (solo Amazon la supera).
La expectación era máxima. Tras retrasar su salida al parqué en reiteradas ocasiones, la mayor salida a bolsa en la historia de Internet se produjo, al fin, el 18 de mayo. A las cinco de la tarde, hora española, las acciones de Facebook empezaron a cotizar en el Nasdaq con quince minutos de demora, a un precio de salida de US$ 38 por acción -el más alto de la horquilla inicialmente prevista por la compañía-. La suerte estaba echada. Era el momento de despejar las dudas del mercado sobre su elevada valoración inicial, pero no fue así. La debacle que sufrieron sus títulos en apenas 3 minutos solo adelantaron el final agridulce con el que las acciones de Facebook cerraron su primer día en el parqué, en los US$ 38,23. Una preocupación que fue en aumento en días posteriores, cuando sus títulos llegaron a caer hasta un 11 por ciento.
Pero, ¿Por qué? Aunque los problemas técnicos que presentó el Nasdaq en su debut se utilizaron como una de las causas del desplome -de hecho, los medios de comunicación de EEUU recogían el miércoles que Facebook podría trasladar sus operaciones bursátiles al NYSE-; la mayor controversia vino del papel representado por Morgan Stanley, su principal colocador.
LA COLOCACION
Días antes de su debut, Scott Devvit, analista de la firma Morgan Stanley, advirtió a sus grandes clientes de una reducción en las previsiones de los ingresos de la red social para el conjunto del año debido a un débil pronóstico en las ventas procedentes de los dispositivos móviles, donde el negocio de la publicidad aún no dispone de pleno desarrollo. Una información a la que el público general no habría tenido acceso. El daño estaba hecho. Poco importó que Morgan Stanley asegurara después haber seguido el mismo proceso en la colocación de Facebook que en otras ofertaspúblicas, siempre acorde a la normativa, que exige a los bancos participantes no hacer recomendaciones hasta 40 días después de su debut.
El resultado de esta polémica, se ha saldado con una demanda colectiva de un grupo de inversores hacia el propio Zuckerberg, y a varios de los bancos colocadores (entre ellos Morgan Stanley), junto a una investigación de la Comisión Nacional del Mercado de Valores estadounidense (SEC, por sus siglas en inglés) en un intento de esclarecer cualquier irregularidad que se produjera durante la colocación.
Polémica rodea a mayor red social del mundo
Se duda sobre capacidad de su modelo de negocio para generar ingresos sostenibles.
La polémica en Facebook no acaba ahí. Los últimos rumores señalan a que algunos de sus bancos colocadores, como Goldman o J.P. Morgan, podrían haber prestado algunos títulos para operar a la baja en el valor. El cúmulo de estas circunstancias ha sembrado la prudencia en un mercado que se pregunta si Facebook merece la pena o no. Las dudas que recaen sobre la capacidad de su modelo de negocio para generar ingresos sostenibles con el paso de los años cuestionan el elevado precio que un inversor paga por estar en red social en comparación con el coste que supone estar en otras grandes tecnológicas de impecable trayectoria. Un ejemplo es Apple. De ella se pueden destacar, entre otras cosas, que es la mayor compañía por valor bursátil de EEUU -supera los US$ 500.000 millones- que se prevé que su beneficio neto aumente un 76% a cierre de 2012 o que se estima que su caja crezca un 63%, hasta los US$ 102.000 millones, a finales de año. Además de un largo etcétera.
Y a pesar de los sólidos fundamentales que presenta, el valor está 5 veces más barato que Facebook, ya que su PER estimado para el 2012 se sitúa en las 12,2 veces. Esta brecha es extensible a lo que sucede con las otras nueve mayores tecnológicas del Nasdaq (salvo en el caso de Amazon, que cuesta 192 veces más que sus beneficios previstos para este año). Pero es la excepción.
Microsoft o Google -segunda y tercera por tamaño bursátil en el Nasdaq, respectivamente-, presentan un PER 2012 de 10,7 y 14,1 veces, en cada caso. Además, ambas lucen una clara recomendación de compra por parte del consenso de mercado. No sucede lo mismo con Facebook -ni con Intel-.