EU y México deportarán a inmigrantes hasta su lugar de origen
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Buscan evitar así que las bandas narcos los recluten, secuestren o maten. El límite entre ambos países está dominado por los cárteles
La secretaria del departamento de Seguridad Nacional estadounidense, Janet Napolitano, acordó implementar un programa piloto para deportar a mexicanos sin permiso de residencia en los Estados Unidos a sus lugares de origen. "Podemos conjuntamente cortar el enlace de las organizaciones criminales con sus presas y salvaremos vidas", expresó Napolitano en rueda de prensa.
El presidente Felipe Calderón, alcaldes y gobernadores han expresado que las deportaciones a ciudades fronterizas alimentan la violencia ligada al narcotráfico que sufre México. Del programa, la funcionaria detalló que los Estados Unidos transportarán a los deportados por avión a aeropuertos mexicanos, y este país ayudará en el último tramo a ciudades en el interior de México. Agregó que el programa arrancará en abril.
Autoridades estadounidenses informaron en el 2011 sobre un número histórico de deportaciones con casi 400 mil personas durante el año fiscal que finalizó en septiembre.
Los Estados Unidos y México tienen un programa de repatriación voluntaria para inmigrantes no autorizados que deciden dejar territorio estadounidense y ser transportados directamente a sus lugares de origen, con el objetivo de que no crucen de nuevo hacia el norte en condiciones extremas.
El número de mexicanos no autorizados a estar en los Estados Unidos repatriados en 2011 a ciudades fronterizas fue de más de 396.500, de acuerdo con cifras del Instituto Nacional de Migración de México. Un poco menos de 8.900 fueron llevados a su lugar de origen en aviones.
Tijuana es la ciudad fronteriza que recibe más repatriados con 81 mil. Cientos de ellos viven en las calles allí por no tener dinero para regresar a casa.
Existían acuerdos entre los dos países para no deportar a mujeres ni niños al anochecer y para notificar a autoridades mexicanas cuando se deporte a criminales que han sido declarados culpables de delitos. Pero en muchas ciudades no se respetaban, según defensores de los derechos humanos.
En su visita a México, Napolitano también afirmó que la guerra contra el narcotráfico no es un fracaso, sino "un esfuerzo continuo". Parte de la gira de Napolitano incluye países centroamericanos como Guatemala, El Salvador, Costa Rica y Panamá.
A su llegada a Guatemala, Napolitano dijo que el país se unirá al Sistema Avanzado de Información sobre Pasajeros, que comparte con los Estados Unidos información de identidad sobre viajeros antes de que los vuelos lleguen a territorio estadounidense. También dijo que una decisión para conceder estatus de protección temporal a inmigrantes guatemaltecos está bajo revisión y no se ha tomado ninguna decisión al respecto.
Se reunió con el presidente guatemalteco Otto Pérez Molina, quien hace dos semanas propuso discutir una probable legalización de las drogas en una próxima cumbre con líderes centroamericanos.
Al tocar ese tema, Pérez Molina mantuvo su llamado a dialogar la propuesta a nivel regional. La secretaria reiteró la posición de los Estados Unidos contra la despenalización de los narcóticos, pero prometió incrementar la ayuda financiera para el combate a ese tráfico.
"Con respeto al narcotráfico, existen iniciativas que podemos tomar dentro de nuestros países, bilateralmente y en toda la región, como la creación de una base de datos internacional para compartir antecedentes criminales, proveer entrenamiento a fuerzas especiales y equipos", dijo Napolitano.
En México, la secretaria dijo que los países necesitan decidir "cómo tener un enfoque más regional a los problemas de seguridad". Napolitano indicó que los Estados Unidos siguen trabajando para capturar al narcotraficante más buscado en el mundo, Joaquín "El Chapo" Guzmán, quien escapó de una prisión de alta seguridad en 2001 y desde entonces ha incrementado el poder del cártel de Sinaloa.