Estudiante de medicina de EU subasta su virginidad
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Una mujer que dice ser una estudiante de Medicina en una de las mejores universidades de Estados Unidos y que se hace llamar Elizabeth Raine ha ganado notoriedad en internet a partir de la subasta de su virginidad.
Raine espera alcanzar cerca de 400 mil dólares en la subasta y se está apoyando de una agente australiana para evitar violar las leyes de Estados Unidos contra la prostitución.
En su página web, Raine se describe como una mujer de 1.77 m, 60 kilos, ojos verdes y con medidas de 34A-66-91. Las fotos que acompañan el sitio muestran auna mujer rubia, pero el rostro lo cubre una placa dorada con el nombre de la joven.
La subasta comenzó el día de los inocentes en Estados Unidos, pero su agente Siobhanne Sweeney, dice que esta fue una coincidencia. La fecha se eligió porque era principio de mes y no sabíamos qué se celebraba ese día, porque acá en Australia no es igual. También influyó la época de exámenes de Liz y asegurarnos de que ganara suficiente interés para que la subasta fuera exitosa, comentó la agente para el HuffingtongPost via mail.
Elizabeth dijo para EliteDaily.com que el dinero es la motivación, pero que bajo ninguna circunstancia necesita el dinero. La aventura, el erotismo, el escándalo y el poder retar las reglas sociales, son cosas que se encuentran en la lista de razones de Raine.
Muchas mujeres crecen pensando que deben conservar su virginidad y que es algo importante para las relaciones, para el matrimonio. Es una forma de medir qué tan buena persona eres. Nunca he creído eso y jamás, de manera intencional, traté de mantener mi virginidad. Es algo que simplemente pasó, explicó al sitio web.
Hasta el momento no hay un plazo fijo para que la subasta termine, pero ella promete al ganador una cita sensual de 12 horas. Ella aclara que el amor no es parte del trato y que esto no es más que un intercambio financiero y de experiencia.
Elizabeth planea donar el 35% de su ganancia a la caridad. Ella es la última mujer que trata de subastar su virginidad en internet. Pero si la historia se repite, entonces las posibilidades de que se concrete la transacción son casi nulas.
En 2008 la estudiante Natalie Dylan intentó vender su primera experiencia sexual con la ayuda de un burdel en Nevada, donde la prostitución es legal. El negocio se vino abajo cuando el ganador de la subasta dijo que su esposa no lo dejaría reclamar su premio.
En 2012 Catatina Migliorini de Brazil, partició en una subasta de vírgenes como parte de un proyecto documental llamado Virgins Wanted. Aunque se reporta que su subasta alcanzó los 780 mil dólares por parte de un millonario Japonés, ella la rechazó porque tenía dudas sobre su verdadera identidad.
En 2013 una adolescente rusa que se hizo llamar Shatuniha alegó recibir cerca de 27 mil dólares de un gran postor.
Ese mismo año la brasileña Rebecca Bernardo ofreció su virginidad en un sitio de subastas en línea para ayudar a pagar los gastos médicos de su madre. No se sabe si la oferta se concretó.
Lo que queda muy claro es que seguimos viviendo en una época y dentro de una sociedad que mantiene una obsesión con la virginidad y las implicaciones, o no, de esta.
