Estados Unidos buscará revalidar el título sin ninguna super estrellas
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El base Derrick Rose vivirá el momento más decisivo de su carrera profesional con Estados Unidos en el Mundial de España.
Houston, EU.- El baloncesto de la NBA tendrá de nuevo otra prueba de fuego en la competición internacional cuando a partir de esta semana comience en España la defensa del título de campeones del mundo, pero esta vez lo hará sin contar con ninguna de las grandes súper estrellas.
La única que había aceptado el "sacrificio" de dejar el merecido descanso del verano a cambio de defender la camiseta de Estados Unidos fue el alero Kevin Durant, de los Thunder de Oklahoma City, el Jugador Más Valioso (MVP) de la liga.
Pero después de una primera fase de entrenamiento con el equipo nacional en Las Vegas (Nevada), el conflicto de imagen y dinero que se le presentó, con la posibilidad de firmar un contrato multimillonario de publicidad, hizo que Durant comenzase a sentir "agotamiento" físico y mental, que le llevó a pedir la baja voluntaria.
La misma fue aceptada por el director general de la USA Basketball, Jerry Colangelo, de la manera más "diplomática" posible, hasta "entender" todo lo que pasaba por la cabeza de Durant.
Antes hizo lo mismo con el ala-pivote Kevin Love, inmerso en el traspaso, que al final consiguió dejar los Timberwolves de Minnesota, para irse con los nuevos Cavaliers de Cleveland, y el alero estrella LeBron James, el hijo pródigo del baloncesto de la NBA, que volvió a sus orígenes y al equipo que lo eligió en el sorteo universitario.
Antes también se habían dado las bajas por distintos motivos del alero Kawhi Leonard, de los Spurs de San Antonio (MVP en las Finales de la NBA), y los ala-pivotes LaMarcus Aldridge, de los Trail Blazers de Portland, y Blake Griffin, de Los Ángeles Clippers.
Por si lo anterior no había sido suficiente, uno de los jugadores claves en el esquema ofensiva del entrenador de Estados Unidos, Mike Krzyzewski, el alero Paul George, de los Pacers de Indiana, sufría una grave lesión con rotura completa de la parte baja de la pierna derecha que le costará perderse más de un año de competición.
El panorama no era el mejor para Colangelo y Krzyzewski, que admitió la "sorpresa" de la baja de Durant, y el "daño" que le había hecho al equipo en cuanto a la estrategia y el trabajo realizado de cara al Mundial.
Pero dentro del grupo de preseleccionados todavía quedaba el talento y la juventud de jugadores como el base Derrick Rose, de los Bulls de Chicago, con la que Estados Unidos llega a España para defender el título de campeón.
Rose, de 25 años, será la gran figura de Estados Unidos por su juego, será el cerebro que los dirija, pero sobre todo por la capacidad de liderazgo y compromiso con el que ha llegado al equipo después de haber tenido dos años de graves lesiones en sus dos rodillas, que solo le permitieron jugar 10 partidos con los Bulls.
"Estoy más en forma que nunca y además con el deseo de demostrar junto al resto de los compañeros que tenemos una misión que cumplir que vamos a lograrla", destacó Rose. "La confianza que ha dentro del equipo es algo que nos va a permitir llegar a la meta que buscamos".
Junto a Rose, otro base Stephen Curry, de los Warriors de Golden State, el mismo que no tuvo problemas en decir que ofensivamente es mejor jugador que James, quiere consagrarse como estrella en España.
El escolta James Harden, de los Rockets de Houston, es el que más experiencia tiene en la competición de la NBA al ser el único que ha jugado en las Finales, cuando estuvo con los Thunder.
Pero será el ala-pivote Anthony Davis, de los Pelicans de Nueva Orleans, el jugador en el que Krzyzewski más confía cuando tenga que tener protagonismo dentro de la pintura.
Davis cuenta con todo el apoyo del cuadro técnico, incluido el asistente Monty Williams, que es el que también lo dirige con los Pelicans y el que ha visto y generado el desarrollo del jugador de sólo 21 años y dos temporadas en la NBA.
Nadie cuestiona que Davis demostrará en España su condición de futura súper estrella y Estados Unidos lo necesita en plenitud si quiere regresar de nuevo con la medalla de oro y el trofeo de campeones.
También les acompañaran en el equipo, el base Kyrie Irving (Cleveland), DeMarcus Cousins (Sacramento), DeMar DeRozan (Toronto), Andre Drummond (Detroit), Kenneth Faried (Denver), Rudy Gay (Sacramento), Mason Plumlee (Brooklyn) y Klay Thompson (Golden State).
Estados Unidos, actual campeón mundial y olímpico, es el número uno del ránking mundial de la FIBA, y su único objetivo en España no es otro que mantenerse en la misma posición y con un título más, que sería el quinto en su historia.
Desde que se inició el Campeonato del Mundo de la Federación Internacional de Baloncesto (FIBA), en 1950, Estados Unidos ha ganado 11 medallas --cuatro de oro, tres de plata y cuatro de bronce--, además de tener marca de 114-27.
Bajo la dirección de Krzyzewski, Estados Unidos ganó el oro en el Mundial de Estambul, en el 2010, con marca invicta de 9-0, además de conseguirlo también en Londres 2012.
Estados Unidos, que quedó incluido dentro del Grupo C, junto con República Dominicana, Finlandia, Nueva Zelanda, Turquía y Ukrania, llegó a España con marca de 3-0 en los partidos amistosos de preparación que disputó frente a Brasil, República Dominicana y Puerto Rico.
Relación completa del equipo de Estados Unidos:
Nombre jugador Edad Altura Posición
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DeMarcus Cousins (Sacramento) 24 2,11 Pívot
Stephen Curry (Golden State) 26 1,91 Base
Anthony Davis (New Orleans) 21 2,09 Ala-pivote
DeMar DeRozan (Toronto) 25 2,01 Escolta
Andre Drummond (Detroit) 21 2,09 Pívot
Kenneth Faried (Denver) 24 2,03 Ala-pivote
Rudy Gay (Sacramento) 28 2,03 Alero
James Harden (Houston) 24 1,96 Escolta
Kyrie Irving (Cleveland) 22 1,91 Base
Mason Plumlee (Brooklyn) 24 2,11 Ala-pivote
Derrick Rose (Chicago) 25 1,91 Base
Klay Thompson (Golden State) 24 2,01 Escolta.
Rose, un MVP, que busca el oro y olvidarse del fantasma de las lesiones
El base Derrick Rose, de los Bulls de Chicago, vivirá el momento más decisivo de su carrera profesional cuando a partir del próximo 30 de agosto comience con Estados Unidos el Mundial de España, y donde llega como líder indiscutible del equipo.
A sus 25 años, Rose, un nativo de Chicago, lleva ya seis en la NBA, aunque los dos últimos hayan sido un auténtico calvario por culpa de dos graves lesiones que sufrió en ambas rodillas.
Antes que llegasen las lesiones, Rose ya se había convertido en la nueva figura de los Bulls, en el jugador franquicia y en el elegido para que Chicago volviese a brillar dentro de la elite de la NBA como lo hicieron con el legendario Michael Jordan.
Todo apuntaba en esa dirección, el equipo comenzaba a ser el favorito de la Conferencia Este y solo la genial operación que realizó el presidente Pat Riley, de los Heat de Miami, al conseguir reunir a los "Big Three" con LeBron James, Dwyane Wade y Chris Bosh, impidió que los Bulls hubiesen alcanzado con Rose de nueva las Finales de la NBA.
Aunque el equipo no lo pudo hacer, Rose si lograba en el plano individual ser a sus 22 años nombrado el Jugador Más Valioso (MVP) de la liga durante la temporada del 2010-11.
Pero sólo era cuestión de tiempo de trabajar y desarrollar aun más sus cualidades de director perfecto del juego y además un encestador de garantía en el ataque.
Los Bulls concluían la temporada del 2010-11 con la mejor marca de la NBA (62-20), primera vez desde 1997-98, la última campaña de Jordan que Chicago lograba superar la barrera de los 60 triunfo.
Rose también se convertía en el tercer jugador desde la temporada de 1972-73 que aportaba 2.000 puntos y 600 asistencias para unirse a Jordan y James.
Su aportación individual le hizo merecedor al premio de MVP y también se unió a Jordan como el único profesional en la historia de los Bulls que lo recibió.
Rose, con sólo 22 años y seis meses, superó al legendario Wes Unseld de haber sido el más joven en recibir el premio.
Luego llegarían las graves lesiones que en los dos últimos le han permitido jugar solo 10 partidos, pero Rose se ha marcado el Mundial de España como el punto de partida de volver a ser el líder ganador y nada mejor que regresar a Estados Unidos con la medalla de oro y la reivindicación de ser un auténtico MVP y el mejor base de la NBA.