En el internet no hay amor
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Aunque hombres y mujeres utilizan el Internet para diferentes cosas, lo cierto es que en el cibersexo solo se vale cachondear; pocas veces es serio
MÉXICO.- Elisabeth G. Iborra, española, autora del libro EnRedadas asegura que, en cuestiones de sexo, a la hora del cibersexo, los hombres buscan ante todo pornografía, mientras que las mujeres navegan en busca de relaciones, citas,... y también sexo.
Hay, dice en su libro, tantas posibilidades como ciber-usuarios, y servicios para satisfacer todas las necesidades y deseos.
Pero nunca, advierte, el cibersexo debería convertirse en un sustituto de la realidad, sino en un complemento para lograr una sexualidad mejor y más placentera.
No y mil veces no
Un ser humano nunca puede ser sustituido por una máquina, en este caso el ordenador por algo virtual. Nada supera al contacto piel con piel, asegura la experta.
Es un complemento
Iván Rotella, portavoz de la Asociación Estatal de Profesionales de la Sexología de España, es partidario sin dudas del cibersexo, una herramienta más para lograr una sexualidad satisfactoria y placentera.
Estimula la imaginación y puede ser un complemento más en las relaciones de pareja.
En opinión de Rotella, sentarse ante una computadora a la búsqueda de sensaciones y conocimientos nuevos en materia de sexo invita a romper la soledad y a muchas personas les permite salvar trámites que en la calle, en la vida real, pueden costar toda una vida.
Comparte que facilita la comunicación, conocer a personas afines de forma mucho más rápida, dice.
Así mismo, Vega Arranz, sicóloga y sexóloga española, también encuentra positivo el cibersexo. Como todo en la vida, es una cuestión de medida, ya que un uso desmedido puede crear adicción.
En materia de sexualidad, internet ha abierto muchas posibilidades, por su accesibilidad.
Permite desarrollar fantasías, explorar otros mundos de manera placentera....Se ha convertido en un juguete erótico más que ayuda a desinhibirse, a llevar nuestra sexualidad más allá, expresó.
Por su consulta, asegura, no han pasado todavía muchos adictos al sexo en la red, ya que se trata de un fenómeno aún reciente, si bien advierte que hay casos que lo que esconden pura y simplemente es un sentimiento de culpa, no una adicción propiamente dicha.
Ese sentimiento, en éste y otros muchos placeres de la vida, nos hace mucho mal, recalca.
El otro lado
Julio Bobes, catedrático de Siquiatría en la Universidad de Oviedo (España), además de presidente de la Sociedad Española de Siquiatría Biológica, aprecia claros y sombras en la red, aspectos, muchos, que pueden facilitarnos la vida y otros que pueden complicárnoslas, ¡y de qué manera!.
Internet, insiste este siquiatra, facilita la comunicación entre personas con fines afectivos, es útil especialmente para personas inhibidas socialmente, tímidas.