En clave de sol
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La música clásica nunca ha tenido el espacio que se merece en nuestra sociedad. Quizá la educación musical no es lo suficientemente intensa pero, ante la caída de la financiación y con la atención puesta en que el público se renueve en los auditorios, las orquestas sinfónicas se plantean nuevos retos de futuro.
Madrid, España .- Las grandes formaciones musicales se lanzan a captar nuevos espectadores y más financiación con las estrategias de mercado que cualquier empresa de hoy pondría en marcha. Marketing y gestión se incorporarán al funcionamiento de las orquestas sinfónicas españolas en un claro afán por adaptarse al siglo XXI.
Pedro Navarro, presidente de la Asociación Española de Orquestas Sinfónicas (AEOS), es directo al anunciar que las sinfónicas se enfrentan a los retos del nuevo mercado y que necesitan un impuso de "aire fresco" para captar fondos.
Con esa inquietud se han celebrado las Jornadas AEOS-Fundación BBVA, "La orquesta sinfónica en el siglo XXI", donde cerca de doscientos expertos, entre los que se encontraban directores y gestores de orquesta sinfónicas de varios países, profesionales del marketing y la gestión cultural, pedagogos y comunicadores, han debatido sobre el tema.
La Asociación Española de Orquestas Sinfónicas agrupa a 29 orquestas "desde las más antiguas a las más nuevas", según su presidente. Teniendo en cuenta de que en los últimos años, como indica, "ha habido un florecimiento muy importantes. Es un momento para reflexionar y mirar hacia adelante".
El director de la Fundación BBVA, Rafael Pardo, ha manifestado que el compromiso de la Fundación con la música y las orquestas sinfónicas es largo, de ahí que haya promovido estas jornadas de debate para definir el camino a seguir.
La crisis económica mundial ha hecho mella en este tipo de formaciones musicales y, en países como Reino Unido, ya han empezado a trabajar sobre diversas estrategias de marketing y mecenazgo que podrían trasladarse a otros países.
La crisis de público se ve reflejada rápidamente en los datos, pues en 2009 en España si bien el número de conciertos disminuyó en tan sólo 12 (de 2.284 a 2.272), la asistencia de público caía ligeramente: de 1,8 a 1,74 millones de espectadores. "Una tendencia que se prevé a la baja debido al mal estado de la economía", según Pedro Navarro.
Si a ello se une la falta de ingresos tanto públicos como privados, el panorama no resulta alentador. La intención es que con una nueva forma de gestionar "no se reduzca la calidad" a pesar de la falta de aportaciones económicas. "Con pocos fondos debemos de dar la mayor calidad posible al espectador" afirma Pedro Navarro.
El temor está en que la crisis haga desaparecer a muchas de estas orquestas debido a que la autosuficiencia económica de una orquesta sinfónica es muy difícil.
"No conozco ninguna orquesta de cierta envergadura que no reciba algún dinero del erario público. Ni en España ni prácticamente tampoco en el extranjero, porque aunque las orquestas inglesas y americanas son famosas por estar muy poco capitalizadas por el dinero público, tienen una participación", explica el presidente de AEOS, quien también agrega "en Alemania y en Francia las orquestas son prácticamente estatales".
La intención es también analizar y proyectar una programación anual más flexible para captar más el interés del público.
Aunque en palabras de Navarro la programación no nace con la idea de ser elitista: "Se intenta tener variedad, aunque los nuevos cambios no van dirigidos a tener una música más "popular", hay una ocasión para cada cosa".
La idea pasa por incrementar los conciertos escolares pedagógicos y los conciertos para familias. "Estos últimos son conciertos integradores y se disfrutan como si fueran un círculo cerrado" porque, tal como señala este experto, "después del concierto, lo que se escucha y lo que se ve se sigue comentando en casa".
La idea es abarcar más público incluso a través de las redes sociales, pero sin perder su eje. Hay que tener en cuenta los cambios de hábitos de las nuevas generaciones, pero "si la música pierde la esencia, se pasa a un mensaje defectuoso", sentencia Navarro.
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- La crisis económica mundial ha hecho mella en las grandes formaciones musicales y, en países como Reino Unido, ya han empezado a trabajar sobre diversas estrategias de marketing y mecenazgo que podrían trasladarse a otros países.
- La idea es abarcar más público, incluso a través de las redes sociales, pero sin perder su eje. Hay que tener en cuenta los cambios de hábitos de las nuevas generaciones, pero "si la música pierde la esencia, se pasa a un mensaje defectuoso", dice Pedro Navarro, presidente de la Asociación Española de Orquestas Sinfónicas (AEOS).
- La intención es que con una nueva forma de gestionar "no se reduzca la calidad" a pesar de la falta de aportaciones económicas. "Con pocos fondos debemos de dar la mayor calidad posible al espectador" afirma Pedro Navarro.