El monumento neoyorquino que no tiene fin
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Han pasado casi diez años de que las Torres Gemelas fueron derribadas y aún no terminan de levantar su reemplazo
CIUDAD DE MÉXICO.-A l cumplirse diez años de los atentados terroristas que segaron casi tres mil vidas en Nueva York, el avance en la construcción de la nueva Torre Uno que toma el lugar de las siniestradas Torres Gemelas del World Trade Center (WTC), ya superó el piso 81 pero tendrá que esperar hasta fines de 2013 para quedar terminada, según el último informe del Centro de Mando de la Construcción en el Bajo Manhattan, a cargo del proyecto.
El diseño del arquitecto Daniel Libeskind, ganador en febrero de 2003 del concurso para dar forma al inmueble que se levantaría en el sitio de la tragedia, consistía en una torre de oficinas de 64 pisos, coronada por un mirador que albergaría al nuevo restaurante Windows of the World de la siniestrada Torre Norte y una aguja o chapitel adjunto que evocaba la antorcha de la Estatua de la Libertad. De allí su nombre Torre de la Libertad.
Pero la crisis estalló al interior del equipo de arquitectos y en agosto de 2003 el concepto de Libeskind fue cambiado y perdió su chapitel. David M. Childs, otro arquitecto que trabajaba directamente para Larry Silverstein, dueño de los derechos sobre el WTC, empezaba a imponer sus propuestas.
En diciembre de 2003, Liebeskind respondió a la afrenta dibujando nuevamente el chapitel en el plano arquitectónico, pero la guerra no terminó allí. La oposición a su proyecto iría en aumento hasta que Donald Trump, dueño del gigante inmobiliario Trump Organization, no dudó en calificarlo públicamente como "un pedazo de porquería".
Hasta que en junio de 2005 el gobernador de Nueva York, George Pataki, y el alcalde de esa metrópoli, Michael R. Bloomberg, dieron marcha atrás al apoyo que habían dado a Libeskind en 2003, para anunciar el rediseño total del proyecto que debía responder a los requisitos de seguridad que exigía el Departamento de Policía de Nueva York. Lo que dejó a Childs nuevamente a cargo de las soluciones arquitectónicas. "One World Trade Center resolvió muchas quejas, pero algunos críticos dicen que Childs sacrificó el arte en aras de una noción de seguridad imposible de alcanzar", publicó Jackie Craven en About.com Architecture de The New York Times Co.
Fue así como la Torre de la Libertad, que en inglés se conoce como Freedom Tower, recibió el apodo de Fear Tower, la Torre del Miedo, y la reconstrucción del WTC siguió acumulando retrasos.
Situación que contrasta con la construcción del Empire State, cuyas 58 mil toneladas de piezas de acero fueron ensambladas en un tiempo récord de 410 días y el rascacielos fue inaugurado el 1 de mayo de 1931.
La construcción de las Torres Gemelas tardó seis años 11 meses. Comenzó en agosto de 1966 y terminó en julio de 1973; la Torre Norte estuvo lista en diciembre de 1972 y la Torre Sur en julio de 1973.
Pero hoy, a 80 años de distancia, las encuestas revelan que los neoyorquinos ya no quieren trabajar en un inmueble ubicado en la dirección más peligrosa de EU por temor a otro ataque terrorista, o a que sea demolido mientras ellos están allí, en tanto el dueño del negocio cobra el seguro, como les sucedió a las víctimas de la Torre Sur; o por temor a verse obligados a saltar al vacío para no morir quemados, como sucedió a las víctimas de la Torre Norte.
El caso es que hoy el sitio SOS Search Office Space ofrece oficinas en el famoso rascacielos Empire State desde 800 dólares por espacios que van desde los 22.86 metros cuadrados por persona (nueve mil 935 pesos) al mes, o de 495 dólares mensuales en un edificio de Broadway.
Y el solo rumor de que la desarrolladora inmobiliaria Beijing Vantone había decidido en 2009 rentar cuatro pisos en la Torre de la Libertad al precio de 80 dólares por pie cuadrado se volvió noticia en la prensa inmobiliaria. Sin embargo, un vistazo a la gráfica bursátil de Bloomberg Businessweek reveló que las acciones de la firma han ido en picada en los últimos seis meses.
Mientras tanto, la crisis económica, y el crecimiento cero del empleo obliga, a 46 millones de estadunidenses a sobrevivir con estampillas de comida, Food Stamps y más de ocho por ciento de las hipotecas acumulan un retraso de 30 días en sus pagos, según el análisis de Daan Joubert, de la Asociación Sudafricana de Análisis Técnico Financiero.
Gráfico: Excélsior
El WTC, una fábrica de dinero
Los bienes raíces en Nueva York están en crisis perpetua, una crisis artificialmente fabricada para asegurarse de que los valores de las propiedades sigan escalando y para sostener la falsa creencia de que la alta densidad de población hace necesario construir edificios cada vez más grandes y más altos, dijo a Excélsior el arquitecto John Young, con 38 años de ejercer la profesión en Nueva York.
"Ninguno de los edificios del monstruoso complejo del World Trade Center es necesario, del mismo modo que el World Trade Center original tampoco era necesario. Este proyecto es solamente un generador de riqueza que se escuda detrás de un propósito noble, y es apoyado por un estrecho grupo de beneficiarios de la depredación urbana", dijo.
Y es que para explicar cómo funcionan las desarrolladoras inmobiliarias en Nueva York, el también fundador de Cryptome, publicación en línea que difunde imágenes inéditas y documentos desclasificados sobre la tragedia del 9/11, comentó que la gran riqueza que generan las inversiones en bienes raíces sería imposible sin el injustificado apiñamiento de más gente en irracionales conglomerados que generan crisis urbanas sin fin.
"Y un ejemplo claro de esta venalidad es el monstruoso complejo del WT C", dijo. Situación que los historiadores y cronistas de esa metrópoli, como John Steele Gordon, y el escritor Peter Quinn reconocen abiertamente.
"Nueva York no fue fundada por otra razón que no fuera hacer un buck, pues fue precisamente en la Nueva Amsterdam (hoy Nueva York) donde los holandeses inventaron el capitalismo moderno", dijo Gordon a Young America Films.
Gordon se refería a buckskin, la moneda con la que comerciaban los oriundos de la isla de "Manhatta" con los europeos.
Quinn explicó en ese contexto que el negocio de bienes raíces forma parte de la esencia misma de esa urbe desde que el holandés Peter Minuit o Minnewit "compró", el 24 de mayo de 1626, toda la isla de Manhattan a sus primeros habitantes por un puñado de objetos que cotizó a precio inferior a 60 florines. Así fue como se fundó lo que hoy es Nueva York. "El tema recurrente que traspasa toda la historia de Nueva York es el negocio de bienes raíces desde el momento inicial de su existencia", agregó.
Un tema que Young retomó en sus comentarios para este diario explicando que, al igual que sucede en otras agregaciones urbanas, amplios sectores de Nueva York siguen en condiciones funestas debido al desvío de la atención y la concentración de los recursos al "horriblemente costoso y derrochador" centro de esa metrópoli.
"La infraestructura de Nueva York, con más de cien años de antigüedad, está en condiciones deplorables y eso se aplica especialmente a la infraestructura del tren subterráneo que se encuentra muy abandonada", dijo.
"Y mucha de esa gente está convencida de que ganar experiencia en la caldera neoyorquina es un paso esencial para el éxito, aunque también se dan cuenta de que Nueva York es el primer punto para aprender cómo funciona la telaraña mundial de los desarrollos de bienes raíces a través de la manipulación de las crisis", dijo.
Pero lo que considera particularmente inseguro son los rascacielos, y en mucho mayor medida, dijo, de lo que el público alcanza a comprender.
"Las profesiones técnicas y de seguridad lo saben pero no se atreven a decir la verdad para no pagar el precio de ser desterradas. Estas son las duras lecciones que deja el negocio de bienes raíces de Nueva York, y que todo profesional y regulador aprende a camuflar para lograr el éxito. Yo asumo que lo mismo sucede en la Ciudad de México y en las grandes ciudades del mundo", concluyó Young.
Los muertos sin identificar
Emmelina de Feo asistió a todos los actos en memoria de las víctimas del 11 de septiembre de 2001 en Nueva York en los últimos nueve años.
Lo que la diferencia de muchas otras familias es que los restos de su hermano David, entonces de 36 años, no fueron nunca encontrados o identificados entre los escombros del Word Trade Center.
David murió cuando las torres de 110 pisos se desplomaron tras el impacto de los dos aviones de pasajeros que los terroristas islámicos estrellaron contra los rascacielos.
Los análisis de ADN, usados para identificar a una persona con los rastros dejados en la escena de un crimen o en casos de paternidad, no han podido hasta ahora dar una respuesta definitiva a personas que perdieron a seres queridos el 11-S.
De las 2,752 víctimas de los atentados contra las Torres Gemelas, sólo 1,630 fueron identificadas a través de métodos con los que trabajan autoridades neoyorquinas. Los detalles de la suerte del resto de víctimas están en el limbo hasta que haya técnicas de ADN más avanzadas.
"Ha sido difícil porque hasta ahora creemos que mi hermano puede aparecer en cualquier momento", contó.
"En un comienzo, mis padres estaban en shock. Tenían esperanzas de que lo encontraran vivo. Pero después de seis meses ya no había posibilidades."
David murió cuando la Torre Sur se desplomó. Era director ejecutivo de una empresa.
Emmelina de Feo regresará a la Zona Cero este año para estar con otras personas que oirán los nombres de los muertos, entre ellos el de su hermano, como en años anteriores.
Algunas familias recibieron partes identificadas de los cuerpos de sus familiares, una mano o un hueso, y organizaron un entierro. Pero otros parientes como De Feo siguen esperando.
Más de 20,000 partes corporales, a menudo fragmentos óseos o restos de carne muy pequeños, son conservadas en seco en las instalaciones de la Oficina Central de Exámenes Médicos de Nueva York.
Larry Kobilinski, director del Departamento de Ciencias Forenses en el John Jay College de Justicia Criminal en Nueva York, advirtió que pasarán "algunos años más" antes que las técnicas de ADN estén lo suficientemente desarrolladas para identificar todos los restos de las víctimas.
"En el caso del WTC no tenemos tejidos blandos, lo que elimina la posibilidad de identificación", dijo.
Tragedia en 102 minutos
Entre las 8:46 y las 10:28 de la mañana del 11 de septiembre de 2001 pasaron 102 minutos en los que Nueva York y el mundo cambiaron para siempre: las Torres Gemelas se desplomaron, murieron casi 3, 000 personas y se inició una era en que el enemigo más temido comenzó a ser el terrorismo internacional.
Diez años después los neoyorquinos vivirán una semana de exposiciones y eventos conmemorativos en torno al 9/11, incluido el despliegue el jueves de 3, 000 banderas en recuerdo a las víctimas en Battery Park, y una conferencia del alcalde, Michael Bloomberg, en la que hablará hoy del renacimiento del sur de Manhattan.
La Gran Manzana inició ayer una semana en la que las imágenes de cuanto ocurrió desde que el vuelo de American Airlines chocó contra la primera torre y el momento en que se derrumbó el último de los dos emblemáticos edificios del Bajo Manhattan volverán a hacerse presentes ante la fecha clave del décimo aniversario de la tragedia.
El domingo Nueva York llorará un año más a sus muertos, honrará a sus héroes y minutos de silencio recordarán la hora exacta de los impactos contra el World Trade Center de los aviones que escuadrones suicidas secuestraron al despegar del aeropuerto de Boston y cuyo destinoera Los Angeles.
Aquel día, tras 102 minutos, no hubo más lugar para la esperanza: las torres se colapsaron y, mientras, cientos de personas huían del concurrido distrito financiero de Nueva York dejando atrás zapatos, bolsos y chaquetas.
Rudolph Giuliani, el entonces alcalde de Nueva York, alcanzó fama internacional al ponerse al frente de las operaciones de rescate en la llamada Zona Cero.
Cae otro jefe de Al-Qaeda
Agentes de inteligencia paquistaníes que trabajan con la CIA arrestaron a tres miembros de Al-Qaeda, entre ellos un elemento de alto rango que se cree fue comisionado por Osama bin Laden para atacar intereses de EU en todo el mundo, informó ayer el ejército.
El arresto de Yunis al-Mauritani -hecho público cinco días antes del décimo aniversario de los atentados del 9/11- es considerado un golpe para el liderazgo de Al-Qaeda en Pakistán, el cual erosiona aún más su capacidad de implementar ataques terroristas.
Tras el anuncio de la captura, el gobierno del presidente Barack Obama felicitó a Pakistán.
"Aplaudimos las acciones de los servicios de inteligencia y seguridad de Pakistán que llevaron a la captura de un alto operativo de Al-Qaeda que estaba involucrado en la planeación de ataques contra intereses de EU y muchos otros países", dijo el vocero de la Casa Blanca, Josh Earnest.
Las filas de altos funcionarios de la red terrorista se han visto diezmadas desde que Bin Laden fue muerto el 1 de mayo, al igual que Atiya Abd al-Rahman, el segundo líder más importante del grupo, en un ataque de la CIA con misiles el mes pasado.
Las detenciones ocurrieron en la ciudad de Quetta, cerca de la frontera con Afganistán, pero el comunicado del ejército de Pakistán no precisó cuándo.
Al-Mauritani manejaba las operaciones internacionales de Al-Qaeda y Bin Laden le encargó atacar blancos de importancia económica en EU, Europa y Australia, detalló el comunicado.
Agregó que él tenía pensado agredir intereses económicos estadunidenses, entre ellos oleoductos de gas y petróleo, por medio de lanchas rápidas cargadas de explosivos en aguas internacionales. Los otros dos detenidos son Abdul-Gaffar al-Shami y Messara al-Shami.