El monopoly cumple 75 años reinando entre los juegos de mesa
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El Monopoly llegó al mercado estadounidense apenas unos años después de la Gran Depresión de los 30 y pronto se volvió muy popular en todo el mundo. Hoy en día, está disponible en versiones para 111 países y en 43 idiomas.
BERLIN.- Piense en especulaciones y dudosas políticas de préstamo y la actual crisis financiera no tardará en aparecer en su mente. Pero la inestabilidad y los tratos siempre han formado parte del Monopoly, un juego que lleva 75 años entreteniendo a quienes buscan la ruina de sus amigos, eso sí, en la ficción.
El Monopoly llegó al mercado estadounidense apenas unos años después de la Gran Depresión de los 30 y pronto se volvió muy popular en todo el mundo. Hoy en día, está disponible en versiones para 111 países y en 43 idiomas. Sin embargo, no hay una fecha clara para celebrar su aniversario. Aunque la patente se solicitó en agosto de 1935, no fue emitida hasta el 31 de diciembre de ese año.
En la actualidad, para batir algún récord con el Monopoly hay que pensar en algo más que dónde invertir dinero. Por ejemplo, un grupo jugó una partida de 99 horas metidos en una bañera y otros llegaron a las 200 horas sobre una barra de equilibrios.
Hay dos países en el mundo en los que está oficialmente prohibido vender este juego y divertirse con él: Corea del Norte y Cuba han erigido barreras proteccionistas anti Monopoly, según la empresa de juguetes Hasbro, que posee los derechos del juego de mesa. Sin embargo, otros bastiones del anticapitalismo han caído cual fichas de dominó. La política de apertura conocida como "Glasnost" llevó el juego a la antigua Unión Soviética y, poco después, se extendió a otros países de Europa del Este. Además, China también cuenta con su propia edición de Monopoly.
Los orígenes del juego conducen hasta Charles Darrow, un vendedor desempleado de calentadores para el hogar que en 1935 no podía hacerse a la idea de que un día su juego tendría tanta historia. Después de observar durante un tiempo que su idea era muy popular entre sus amigos, buscó un publicista. Y con ayuda de su mujer, su hijo y un artista gráfico, desarrolló un tablero con los nombres de las calles de Atlantic City, al sur de Nueva York.
La suerte con los dados y una buena elección a la hora de adquirir propiedades convierte a algunos jugadores en auténticos magnates inmobiliarios, mientras que otros acaban en bancarrota debido al mal fario y las rentas astronómicas. Además, hay una prisión y casillas de la suerte que pueden cambiar el rumbo del juego.
Aunque hubo varios predecesores con distintos nombres, Darrow fue quien finalmente recibió la patente del juego que él mismo llamó Monopoly. Aquella versión incluía algunos de los símbolos que se mantienen aún hoy, como la bombilla que representa la compañía eléctrica o la casilla con un tren, imagen de la estación de ferrocarril.
Dorrow vendió los derechos del juego a Parker Brothers, pero en los meses previos ya había realizado 5.000 versiones del juego y se las había vendido a las tiendas. El Monopoly incita a los jugadores a negociar sobre los alquileres, el precio de la luz y los trueques, y su éxito fue inmediato en cuanto salió almercado. Darrow se convirtió en millonario y salvó a Parker Brothers de la ruina, todo ello en un año de crisis económica.
No en vano, la conexión entre el "revival" de los juegos de mesa y una nueva crisis económica es significativa. Matemáticos han expuesto teorías de probabilidad con las mejores tácticas para jugar al Monopoly, mientras que los psicólogos opinan que para ganar hace falta suerte con los dados. Hoy en día, los jugadores de Monopoly pueden demostrar sus habilidades de campeonatos mundiales.
Y es que la perdurabilidad de este juego también está relacionada con su capacidad de adaptación. Además de versiones de las principales ciudades del mundo, hay incluso Monopolys sobre las películas de la saga "Star Wars".