El "efecto Ibaka" da la vuelta al duelo Thunder-Spurs
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San Antonio, sin embargo, cuenta con el factor cancha a su favor, ya que un hipotético séptimo duelo se disputaría en Texas
Miami.- La milagrosa recuperación del español Serge Ibaka provocó un giro de 180 grados en la final de la Conferencia Oeste de la NBA: se pasó de anticiparse un cómodo triunfo de San Antonio Spurs a ver a Oklahoma City Thunder como un equipo indestructible.
La presencia de Ibaka hizo cambiar el guión de un duelo ahora empatado 2-2. "Simplemente jugamos bien con Serge. Con él en el equipo podemos hacer cosas que no podemos hacer con otros", reconoció el martes el técnico de los Thunder, Scott Brooks.
El español, que asegura sentirse "cada vez mejor", aportó nueve puntos, ocho rebotes y tres tapones en el segundo triunfo consecutivo de Oklahoma.
Su importancia va más allá de sus números personales. Los Thunder ganaron a los Spurs los seis partidos de la temporada en los que el español estuvo en el equipo, y el balance ante el equipo texano con él en la cancha desde la final de la Conferencia Oeste de 2012 es de 12-2 a favor de Oklahoma City.
Los Spurs anotaron 120 puntos en la zona los dos primeros encuentros por sólo 76 en los dos siguientes, ya con Ibaka como rival, y los Thunder pasaron de seis a 18 tapones.
Más allá de las cifras, están también esos intangibles que hacen sentir a los Thunder en la cresta de la ola a la espera del quinto encuentro, mañana en San Antonio.
Ibaka, lesionado en el gemelo en el último partido del duelo de semifinales ante Los Angeles Clippers, se perdió los dos primeros encuentros ante los Spurs, que dominaron con claridad y se adelantaron 2-0.
Pese a que se anunció que sería baja todos los playoffs, regresó el domingo para el tercer partido y su presencia física en la zona lo ha cambiado todo. Oklahoma, un equipo más joven y atlético, recuperó su mejor defensa y eso le hizo también atacar mejor con la guía de Russell Westbrook y de Kevin Durant.
"De repente buscamos ver si Serge podía taponar algún lanzamiento. Pensé en pasar (a mis jugadores) en el banquillo una foto. Deberían saber quién es Serge. En vez de pasar a la gente que estaba abierta, comenzamos a atacar el aro de forma imprudente", criticó el martes Gregg Popovich, técnico de los Spurs, empeñados en buscar una fórmula que sólo funcionó los dos primeros partidos porque no estaba Ibaka.
"Vamos a darle la vuelta", dijo Tim Duncan, el gran líder de los Spurs y ejemplo el martes del estado de frustración del equipo al mostrar un inusual arrebato de ira.
Ahora, con 2-2, todo parece más un duelo mental en el que Oklahoma City comienza con ventaja. "Nos sentimos mejor, pero no estamos satisfechos", dijo Durant, líder de un equipo que resurgió deportiva y anímicamente con el regreso de Ibaka.
San Antonio, sin embargo, cuenta con el factor cancha a su favor, ya que un hipotético séptimo duelo se disputaría en Texas.
En el recuerdo, la final del Oeste de 2012, cuando los Thunder remontaron un 0-2 para ganar luego cuatro partidos consecutivos y acceder a la gran final que perdieron con Miami Heat. De momento, el guión es el mismo.
"No deberíamos pensar así", descartó el francés Tony Parker, base de los Spurs, la comparación con hace dos años. "Hemos trabajado duro todo el año para tener la ventaja de jugar en casa y ahora es nuestra labor defenderla", agregó, consciente de que si protegen su feudo, disputarán la segunda final de la NBA seguida.
"No hay motivos para estar felices. El equipo que está feliz pierde", dijo Kendrick Perkins, veterano jugador de los Thunder, resumiendo lo que está sucediendo en la final del Oeste, que en 72 horas y con la recuperación de Ibaka ha cambiado completamente.
Por Daniel García Marco (dpa)