El Atlantis, un transbordador clave de la navegación espacial de EU
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Atlantis desempeñó un papel clave en varios desarrollos importantes en la astronomía en las últimas décadas, como el lanzamiento de las sondas espaciales Galileo a Júpiter y Magallanes a Venus en 1989.
Washington, EU.- A diferencia de la isla del mismo nombre, el transbordador espacial Atlantis no es un mito. La nave, que despegó hoy en su misión 33 -la última-, deja atrás un legado de viajes al espacio y un recorrido de unos 194 millones de kilómetros, previos a su misión actual.
El mítico transbordador realiza la misión 135 y la última de un transbordador antes de que el programa de aeronavegación espacial de 30 años finalice del todo.
En su vuelo final, el Atlantis llevará 3.600 kilos de suministros a la Estación Espacial Internacional (ISS). El programa de transbordadores ha sido clave en la construcción de la estación internacional con la contribución de Estados Unidos, Rusia, Europa, Canadá y Japón.
El mismo Atlantis ayudó a inaugurar esa cooperación internacional después de décadas de competencia en la carrera espacial entre Estados Unidos y la Unión Soviética.
En 1995, el Atlantis fue el primer transbordador en acoplarse a la estación espacial rusa Mir, un gesto pocos años después de la caída de la Cortina de Hierro que demostró cuán lejos llegaron las relaciones y la cooperación espacial en la era pos Guerra fría.
Por cinco días y 100 horas, una tripulación ruso-estadounidense realizó experimentos relacionados con la salud en el espacio y llevó provisiones a la estación espacial. Fue la primera vez que un transbordador transportó de regreso a la Tierra a astronautas después de una larga misión en el espacio. Tres astronautas rusos regresaron a la Tierra después de pasar más de 100 días en el espacio.
Atlantis desempeñó un papel clave en varios desarrollos importantes en la astronomía en las últimas décadas, como el lanzamiento de las sondas espaciales Galileo a Júpiter y Magallanes a Venus en 1989.
La misión de 14 días de la sonda Galileo descubrió un posible océano en una de las lunas de Júpiter, observó actividad volcánica en otra luna, realizó el primer sobrevuelo de un asteoroide y descubrió el primer asteroide con luna del que se tuviera conocimiento.
Magallanes realizó una misión de cinco días a Venus, donde hizo un mapeo detallado de la superficie del planeta.
El Atlantis realizaría más tarde la última misión de servicio al telescopio espacial Hubble, en la que se completaron una serie de caminatas espaciales para reparar el telescopio. Hubble iba a convertirse en basura espacial hasta la llegada del Atlantis, cuya misión le colocó nuevos instrumentos y reparó los existentes para alargarle la vida al menos hasta 2014, aunque posiblemente dure más.
La construcción del Atlantis -nombrado en honor de un barco pionero en la investigación científica- comenzó hace 30 años. El transbordador llegó al Centro Espacial Kennedy en 1985 y realizó su primer vuelo el 3 de octubre de ese año.
Atlantis fue el cuarto transbordador diseñado para viajar al espacio y en el momento en que fue construido, la NASA había ya reducido el peso de sus naves y el tiempo para fabricarlas.
Propuestos por el presidente Richard Nixon como una serie de naves reutilizables para trasladar regularmente y de forma económica astronautas al espacio, los transbordadores nunca operaron tan regularmente y de forma tan barata como se esperaba. Cada vuelo cuesta unos 450 millones de dólares y se necesitan meses de reacondicionamiento después de cada vuelo.
La seguridad fue una preocupación constante, con la muerte de 14 astronautas en dos accidentes con otros transbordadores. Por ese motivo, y por la antigüedad de la nave, la NASA consideró primero retirar el Atlantis hace años, pero luego decidió mantenerla en servicio hasta que pudiera ser retirada toda la flota después de terminar la ISS.
Atlantis no fue la primera elección para realizar la misión final, pero la NASA agregó un último vuelo para usar el último tanque de combustible de transbordador que quedaba y aprovechar la oportunidad para abastecer a la ISS antes de perder la capacidad de carga pesada de la flota.
Después de que finalice el programa de transbordadores, la NASA se apoyará en las cápsulas rusas Soyuz para transportar astronautas a la ISS hasta que se desarrolle el programa de vuelos comerciales bajo la administración de Barack Obama para modernizar el programa espacial.
Debido a los problemas presupuestarios de una economía débil, el presidente Obama anuló los planes de la era Bush para regresar a la luna lo que, según los funcionarios, permitirá a la NASA centrarse en objetivos de largo plazo, como un viaje a Marte para mediados de 2030.
Después de su última misión, Atlantis será exhibido en el museo del Centro Espacial Kennedy, mientras que el resto de los transbordadores, el Endeavour, el Discovery y el Enterprise serán exhibidos en Washington, Los Angeles y Nueva York.