Ejército Irak ataca Tikrit en gran ofensiva contra el Estado Islámico

Bagdad, Irak.- Las fuerzas iraquíes lanzaron esta mañana una ofensiva a gran escala contra la milicia terrorista Estado Islámico (EI) con la que pretenden recuperar el control de Tikrit y otras áreas al norte de Bagdad en manos de los yihadistas.

El Ejército, apoyado por milicias chiitas y combatientes de clanes sunitas, avanzó desde cinco direcciones distintas para liberar Tikrit de manos de los extremistas, informó la televisión estatal iraquí. En la ciudad se de oyeron fuertes disparos de artillería.

La operación, integrada por unos 30,000 soldados, fue lanzada al amanecer. Se reportaron fuertes bombardeos sobre Tikrit, situada a unos 170 kilómetros al norte de Bagdad.

Según dijo una fuente de las fuerzas de seguridad a Al Sumaria News, las tropas del Ejército se hicieron con el control de un centro de adiestramiento en las afueras del sur de la ciudad. Se espera que las fuerzas con base en Camp Speicher avancen sobre Tikrit desde el norte y el oeste.

Las fuerzas de seguridad también señalaron que en su avance, las tropas ocuparon el pueblo de Al Bu Jadu, feudo de familiares del líder del EI y autoproclamado califa Abu Bakr al Bagdadi. Sin embargo, EI difundió en Internet imágenes que mostrarían como la población sigue bajo su control. Em el pasado el Ejército iraquí anunció algunas victorias que resultaron no ser ciertas. En este caso no se pudo tener una confirmación independiente.

Tikrit se encuentra en la carretera que conecta la capital Bagdad con Mosul, feudo del Estado Islámico en el norte del país, y esta ofensiva es vista como un test sobre la capacidad de las fuerzas de combate de Irak para expulsar de una gran ciudad a los yihadistas.

Tikrit es también importante por ser la ciudad natal del ex dictador Sadam Husein y por ser feudo de los opositores sunitas al gobierno de Bagdad. En el pasado fracasaron varios intentos del Ejército de recuperar el control de la ciudad, que fue capturada por los yihadistas durante su ataque relámpago sobre el norte y oeste de Irak el verano pasado.

Un corresponsal de la emisora Al Arabiya informó que la mayor parte de los 190.000 habitantes huyeron de la ciudad, ante los temores de que combatientes chiitas puedan llevar a cabo ataques de represalia contra a los sunitas de Tikrit.

Las fuerzas de seguridad quieren también liberar las ciudades de Al Alam y Al Dur para controlar toda la provincia de Saladino, informaron fuentes oficiales. Al Dur es la ciudad natal de Izzat al Duri, un aliado clave de Sadam Hussein y líder de una milicia baazista que se unió al EI el pasado verano. Hacia esta última avanzaron fuerzas con base en la ciudad santa de Samarra.

El gobernador de Saladino, Raid Ibrahim, llamó el domingo a los civiles a abandonar todas las zonas controladas por EI por su propia seguridad. Sin embargo, un residente de Al Alam explicó a dpa que los vecinos no lograron abandonar la ciudad y que los combatientes de EI amenazaron con matar a cualquiera que intentase escapar.

Tikrit, prueba de fuego para ofensiva del Ejército iraquí contra EI

Las imágenes que llegan de Irak se repiten. El Ejército iraquí ya inició el verano pasado una ofensiva para liberar la ciudad de Tikrit de la milicia terrorista sunita Estado Islámico (EI). También entonces la televisión estatal hizo eufóricos anuncios de victorias y se vieron incluso imágenes de partes de la ciudad supuestamente liberadas, que luego resultaron ser propaganda. Hasta el momento fracasaron todos los ataques sobre Tikrit.

Ahora vuelven a circular por Internet y la televisión imágenes de fuertes combates. Desde el fin de semana las fuerzas iraquíes vuelven a intentar hacerse con el control de Tikrit mediante una gran ofensiva. El gobierno del primer ministro Al Abadi habría reunido para ello a 30.000 efectivos en las inmediaciones de la ciudad.

Aunque el Ejército iraquí recibe desde hace meses apoyo de asesores militares estadounidenses, aun no está claro si se logrará una victoria en Tikrit. Ambas partes están librando duros y fuertes combates, afirmó el experto militar iraquí Muajid al Windawi, que cuenta con un elevado número de víctimas.

Es importante lograr un éxito en el campo de batalla de cara a una victoria contra EI en Irak. Y Tikrit no es cualquier ciudad. Se encuentra en una importante ruta que une la capital, Bagdad, con Mosul, bastión de los yihadistas en el norte del país. Además, es la ciudad natal del ex dictador Sadam Husein y está considerada epicentro de los sunitas opositores al gobierno, muchos de los cuales se aliaron con los extremistas.

Pero la batalla de Tikrit es sobre todo una prueba para vislumbrar si el Ejército estará alguna vez en situación de liberar también Mosul. La ofensiva sobre la "capital" de los yihadistas en Irak debería comenzar este verano, antes del Ramadán, según afirmó recientemente un portavoz del comando central estadounidense.

Tikrit abre también nuevas perspectivas sobre la difícil relación entre sunitas y chiitas en el país. El Ejército iraquí ha podido lanzar el ataque sobre al ciudad gracias a la ayuda de las milicias chiitas. Estas protegían hasta ahora sobre todo Bagdad y las regiones chiitas del sur del país con sus santuarios religiosos. Pero empiezan a involucrarse cada vez más en los combates en las zonas sunitas de Irak.

Estas milicias son conocidas por su extremada violencia, que ya emplearon en la lucha contra las tropas estadounidenses. Los sunitas les han acusado además en varias ocasiones de cometer masacres. Pero ahora, ante el avance de EI, su influencia aumentó aun más.

Cuando el verano pasado EI se hizo con el control de amplias partes del país, los grupos armados recibieron una gran afluencia de voluntarios. Además se vieron alentados por la llamada del influyente clérigo chiita Ali al Sistani, que pidió que todos defendieran el país de los terroristas de EI y los combatieran.

Y hasta ahora en muchos lugares han sido las milicias chiitas las que se han enfrentado a los extremistas sunitas y sus aliados. "Son considerablemente más fuertes que las fuerzas de seguridad oficiales", afirma el analista Al Windawi. Según "The Washington Post", los grupos chiitas cuentan con unos 100.000 hombres armados.

Estos suponen un peligro para la necesaria reconciliacioón entre chiitas y sunitas en Irak. Entre los chiitas hay un gran odio hacia EI, entre otras cosas después de que el año pasado los yihadistas matasen a soldados tras una ofensiva cerca de Tikrit, en lo que los medios calificaron de "masacre".

Ahora se teme que en Tikrit los chiitas puedan cometer abusos con los sunitas. "Los chiitas lideran la ofensiva y quieren venganza", advierte Al Windawi. El resultado sería desastroso para Irak, pues echaría a los sunitas aun más en los brazos de EI. Y sin una alianza entre los dos grandes grupos religiosos del país no será posible vencer a los yihadistas.