Desbordamiento deja devastación en Sabinas, Coahuila
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Lodo, piedras, basura. desolación y pérdidas fue lo que dejaron a su paso las fuertes lluvias
Calles enlodadas, vidrios rotos, restos de basura y una gran acumulación de agua. Ese es el panorama que se vive en la ciudad de Sabinas, Coahuila, luego de la inundación a causa de los remanentes del huracán "Alex". Sergio de la Garza, quien ha vivido siempre en dicho municipio, cuenta a VANGUARDIA cómo sucedió.
El domingo ya había estado lloviendo, pero nadie se imaginaba que el cauce del río creciera tanto. Muchas personas se acercaban a ver la creciente sin saber que en poco tiempo se convertiría en un verdadero problema. Lo más fuerte comenzó alrededor de las 12:00 de la noche, cuando la lluvia se dejó sentir como nunca en la historia, dijo Sergio, durando hasta las 3:00 de la mañana.
La división causada por las vías del tren fue un factor que propició la acumulación de lluvia en la parte sureste de la ciudad. "En un ratito el agua ya había cubierto todo el centro y seguía subiendo". En este sector, la gente tuvo que subir a los techos de las casas o a los árboles, para evitar ser llevados por la corriente.
Por fortuna, dice, la presencia de los cuerpos policiacos ayudaron al pronto traslado de los habitantes hacía los albergues. "Me tuvieron que sacar de mi casa, aunque yo no quería", comenta Sergio. "Llegó la policía estatal y comenzaron a evacuar por el riesgo de inundación, al principió me negué pero entre los oficiales y mi hijo me ataron una cuerda a al cintura y me sacaron".
Cuando el río bajó su cauce, las consecuencias comenzaron a observarse. Los restos de basura, además de piedras y troncos eran abundantes. Las calles están completamente llenas de lodo. "Era difícil reconocer la ciudad, todo estaba arruinado", agrega Sergio. Y es que el saldo de heridos es nulo, los daños a la infraestructura son irreparables.
Las ventanas de numerosos establecimientos, como mueblerías, lavanderías y tiendas de abarrotes, aparecieron rotas. No se tiene la certeza de la causa, aunque los vecinos comentan que si bien pudieron ser rocas o troncos que arremetieron contra la infraestructura, también puede tratarse de oportunistas que asaltaron los establecimientos.
A pesar de que los habitantes de la zona no querían dejar sus domicilios, el latente riesgo los hizo ceder y poner sus vidas a salvo. Foto: Vanguardia-Josué Rodríguez
La preocupación aumento cuando se supo la noticia de que la carretera 57 estaba cerrada, y los "Puentes Gemelos" por los que se entraba a la ciudad, intransitables. "Sólo pueden pasar algunos camiones de emergencia que nos traen algo de ayuda. Por lo demás estamos aislados".
La ciudad se paralizó por completo. No hubo trabajo, ni escuelas. El servicio de energía eléctrica no tuvo fallas, aunque se quedaron sin agua hasta la mañana de ayer martes.
Otro problema, cuenta Sergio, es la presa Don Martín. "El problema es que si no abren las compuertas de la presa, corremos el riesgo de volver a inundarnos, ya que el río desemboca ahí. Por otro lado, si la abren Anáhuac y Gutiérrez, en Nuevo León, también corren el mismo riesgo".
Sin embargo, a pesar del desalentador panorama, todos han sido muy solidarios. "Todos nos ayudamos entre todos con lo que podemos, no importa si nos conocemos o no. Además están los cuerpos policiacos y el ejercito, sin mencionar la cantidad de voluntarios que nos echan la mano".
En Nueva Rosita
En este municipio más de 2 mil personas quedaron instaladas en los más de 13 albergues que activó el municipio de San Juan de Sabinas para enfrentar la contingencia que generaron las tormentas luego del paso de "Alex"; lo anterior fue informado por el alcalde Antonio Nerio Maltos.
Aseguró que fue muy oportuna la alerta con muchas horas de anticipación, sobre los eventos que se avecinaban al subir de nivel los ríos Alamo y Sabinas, que afectaron a colonias como los filtros, las torres, y devastaron en su totalidad colonias como La Robirosa y La María.