Cruza el Atlántico un mensaje en una botella
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La carta arrojada al mar por un niño de los EU recorrió 4.200 kilómetros desde Carolina del Norte hasta las islas Azores. Una familia de pescadores portugueses la contestó por mail
"Escribí sobre cuánto me gusta jugar al fútbol y a los videojuegos con mi padre", contó el menor estadounidense, Curtis Kipple, de diez años, al periódico neoyorquino Democrat and Chronicle. No esperaba respuesta cuando lanzó en marzo su mensaje al mar. Era parte de un proyecto escolar, pero la botella terminó por alcanzar las isla de Tezeira, en las Azores.
"Mi hermano y mi padre se levantaron temprano y fueron a la playa por marisco, allí encontraron una botella con un mensaje de Curtis Kipple", escribió después Ana Ponte, una joven de 25 años, en un correo electrónico que envió a la escuela de Kipple.
El profesor Chris Albrecht fue quien ideó el proyecto para sus estudiantes. Afirmó no haber vuelto a pensar en los mensajes después de enviarlos. "El proyecto superó mis expectativas", dijo el profesor, "fue una buena forma de enseñar a los niños escritura y geografía, pero el hecho de que encontraran las botellas es asombroso".
El mensaje de Kipple no es el primero que se localizó, pero sí es el que ha viajado más lejos, ya que la botella de otro estudiante, Adam VerSteeg, apareció en junio pasado en una playa de Nueva Escocia (Canadá).
El profesor Albrecht, que ha recibido decenas de cartas y correos electrónicos de profesores de todos los Estados Unidos, espera repetir la iniciativa y seguir escribiéndose con la familia que descubrió la botella en Portugal.
