"Crossfit", gimnasia militar
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En este tipo de gimnasio los asistentes se someten a una suerte de "tortura" conocida como "Crossfit", un entrenamiento similar al que realizan militares.
Santa Cruz, California.- Este deporte nació en 1995 en Santa Cruz, California, de la mano de Greg Glassman, un ex policía que quiso dar a los civiles la experiencia de tener a un sargento a su lado impulsándole a saltar más, a levantar más peso y a subir más alto.
En cinco años, el número de inscritos en su gimnasio pasó de 18 a 1.700: actualmente, sus rutinas se practican en todos los estados de Estados Unidos.
El Ejército de Estados Unidos sometió a algunos de sus soldados al programa en 2010 y mejoraron en un 20 por ciento su rendimiento.
En Ecuador, uno de los países donde es más popular, entró a través del gimnasio Corpus de Guayaquil. Carlos Andrade, su propietario, primero estuvo atraído por la dieta paleolítica elaborada por Glassman, que se basa en los alimentos que comían los hombres de las cavernas, como carne, pescado, frutas, verduras, frutos secos y raíces, es decir, nada de productos elaborados.
Posteriormente, Andrade adoptó también los ejercicios del estadounidense, al punto que acabó por desechar la cinta de correr y otros aparatos, y convertir su gimnasio en el primer centro "crossfit" de Ecuador.
Tres años después las cifras hablan por sí solas: existen ocho centros similares en Ecuador y más de 3,000 crossfiteros que lo practican al menos cuatro veces por semana.
"El auge que ha tenido va más allá de los resultados, es una comunidad. La gente está muy unida, es un trabajo grupal, la persona que está a lado siempre está motivándote para que el trabajo sea intenso y esto no se ve en un gimnasio convencional", dice David Andrade, hermano de Carlos y propietario de "Crossfit Quito".
Al contrario que un gimnasio tradicional, donde cada uno va a lo suyo, en el "crossfit" los participantes se enfrentan al mismo WOD (Workout of the day), una combinación de ejercicios diseñada por el entrenador que incluye desde abdominales, hasta escalar una pared con una cuerda, saltos sobre un "step", martillazos contra un neumático, barras y remos.
Sebastián Oquendo, de 38 años, enseñaba a una compañera la forma correcta de hacer el WOD, entre frases de ánimo. "Esto es un castigo, una tortura. Vienes y regresas por más (...) y como que entras a tu fase primitiva, animal", dijo el quiteño Oquendo, quien lo practica desde hace dos meses.
Adriana Menoscal, de 26 años, se enganchó a ese deporte hace tres meses en una clase de prueba. La diseñadora gráfica llevó a Ericka Delgado, de 26 años, una ejecutiva de una empresa de tarjetas de crédito, diariamente cambia su impecable uniforme azul por calentadores y zapatos deportivos para acudir al "crossfit" en Guayaquil.
"Al inicio, por escepticismo con el ejercicio, solo iba una vez por semana, pero desde hace tres semanas estoy yendo casi todos los días", dijo Delgado. "Aunque suene traumado, paso entusiasmada en el día porque llegue el momento de ir al "crossfit" y ver qué WOD te toca hacer ese día, es como un reto que ya quieres enfrentar", añadió.
TUS LIMITES
La rutina dura tan solo unos 15 o 20 minutos, y uno de sus aspectos más destacables, según el psicólogo Ronny Macías, es la sensación de tener que vencer tus propios límites.
David Andrade, del "Crossfit Quito", enfatizó que este ejercicio lo practican personas de todas las edades: "Tenemos un señor de 73 años que lo realiza. Mi madre de 56 lo hace excelente".
Según él, su popularidad ha hecho de Ecuador "la meca" del "crossfit" en Sudamérica: "Es un estado espiritual, cambia todo, tu forma de pensar, tu alimentación hasta tu forma de ver las cosas... realmente es un estilo de vida, renaces, por así decirlo".
Ericka Delgado, la ejecutiva, concuerda: "Yo no he sido una persona que realiza deportes habitualmente. Nunca pensé serlo, pero cuando conocí este estilo de vida me dije: esto es para mí".
Macías, por su parte, recalcó que aunque el deporte siempre es positivo, hay que darse cuenta de que "somos una unidad que no solamente trabaja lo físico, sino lo psicológico y lo espiritual".
"Si las habilidades que adquiero, como vencerme, exigirme, las traslado a mi parte psicológica y espiritual, para poder salir con mayor facilidad de las circunstancias de la vida, está bien", opinó.
Sin embargo, "cuando el deporte se convierte en una fuga, se corre el riesgo de descuidar otros aspectos que tenemos como seres humanos", advirtió Macías.
DESTACADOS:
* La rutina dura tan solo unos 15 o 20 minutos, y uno de sus aspectos más destacables, según el psicólogo Ronny Macías, es la sensación de tener que vencer tus propios límites.
* Al contrario que un gimnasio tradicional, donde cada uno va a lo suyo, en el "crossfit" los participantes se enfrentan al mismo WOD (Workout of the day), una combinación de ejercicios diseñada por el entrenador que incluye desde abdominales, hasta escalar una pared con una cuerda, saltos sobre un "step", martillazos contra un neumático, barras y remos.
* "El auge que ha tenido va más allá de los resultados, es una comunidad. La gente está muy unida, es un trabajo grupal, la persona que está a lado siempre está motivándote para que el trabajo sea intenso y esto no se ve en un gimnasio convencional", dice David Andrade propietario de "Crossfit Quito".