"Cortázar de la A a la Z", un festejo para los cronopios
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Entre las más de 300 páginas del álbum biográfico publicado por Alfaguara emergen las tres mujeres que ocuparon partes importantes de la vida de Cortázar.
Buenos Aires, Argentina.- El homenaje a Julio Cortázar, de cuya muerte se cumplen hoy tres décadas, no podría ser más adecuado: "Cortázar de la A a la Z" recrea el juguetón espíritu cortazariano, en un libro rebosante de imágenes y textos que celebra vida y obra del escritor argentino.
Infinidad de fotografías de diferentes épocas del cronopio âde Buenos Aires a París, así como de sus diferentes viajes-, reproducciones de cartas, dibujos, tarjetas postales y portadas de libros se combinan con textos de su obra, papeles sueltos inéditos y entrevistas.
"¿Por qué un álbum Cortázar? Porque no podíamos esperar más. Con motivo del centenario de su nacimiento, la Internacional Cronopia reclamaba ya con demasiada insistencia una nueva aproximación al escritor y al hombre", señala el filólogo español Carles Álvarez Garriga, editor del volumen junto a la argentina Aurora Bernárdez, albacea de Cortázar.
Inspirándose en los libros-almanaque del autor de "Rayuela" y con un cuidado diseño de Sergio Kern, los editores prescindieron de pautas cronológicas y decidieron guiarse por el alfabeto. Así, la primera entrada del diccionario biográfico ilustrado es "Abuela", donde un texto de "Libro de Manuel" acompaña una fotografía de la abuela materna de Cortázar, Victoria Gabel de Descotte.
Entre las más de 300 páginas del emotivo álbum biográfico publicado estos días por Alfaguara emergen las tres mujeres que ocuparon partes importantes de la vida de Cortázar: Aurora Bernárdez, Ugné Karvelis y Carol Dunlop. En "Casamientos", sendas fotos lo muestran el día de su boda con Bernárdez en 1953 y con Dunlop en 1981.
El libro está surcado por entradas referidas a sus numerosos amigos. De Gabriel García Márquez afirma en una carta: "... los más viejos ya nos podemos morir, hay capitán para rato". Y Mario Vargas Llosa recuerda así al argentino: "Durante los años 60 y, en especial, los siete que viví en París, fue uno de mis mejores amigos, y también, algo así como mi modelo y mi mentor".
Del cubano José Lezama Lima, al que se refiere como "inmenso cronopio", se publica una carta inédita dirigida a Cortázar. Entre sus amigos argentinos aparecen los artistas Eduardo Jonquières, Julio Silva y Luis Tomasello, el cineasta Manuel Antín y su editor Francisco Porrúa.
Un lugar estelar es ocupado por Rayuela, que en 1963 le valió fama internacional al escritor que desarrolló una obra literaria única dentro de la lengua española. En la entrada correspondiente a la novela pueden observarse las portadas de una veintena de traducciones, entre ellas al alemán, rumano, noruego, inglés y japonés.
Infaltables son asimismo las causas latinoamericanas que el autor de "Historias de cronopios y de famas" defendió incansablemente desde la década de 1960, citadas en "Cuba", "Chile" y "Nicaragua". "... Yo también me caí del caballo y eso sucedió con la Revolución cubana", evoca en una entrevista, mientras que en una misiva a su madre apunta en 1982: "Cada día siento más admiración por los 'nicas'; qué gente admirable frente a las dificultades y los peligros".
"Cortázar de la A a la Z" también despliega las pasiones del magistral cuentista nacido en 1914 en Bruselas y fallecido en 1984 en París. El capítulo "Box" apunta que ese deporte le interesó desde muy niño, mientras que "Jazz" es acompañado del capítulo 17 de "Rayuela" ("es como un pájaro que migra o emigra o inmigra o transmigra"). Y, también, "Viajar": "Desde pequeño los viajes fueron para mí el objetivo final de mi vida", señala, y así lo atestiguan múltiples visados en su pasaporte.
Numerosos objetos personales del escritor pueblan el volumen, como sus gafas de marco marrón ("Anteojos"), su estilográfica ("Lapicera") y su fiel máquina Olivetti ("Escribir"). En "Dinero", junto a fotografías de su billetera negra y su libreta bancaria se lamenta en una carta: "Cuando no recibo bastante dinero por mis libros o discos, me voy de nuevo a traducir bodrios (cosas aburridas) a la Unesco".
Incluye asimismo bajo "Mariano Acosta" un protocolar discurso pronunciado por un joven Cortázar con motivo del aniversario de esa escuela, donde cursó estudios de magisterio y profesorado de letras. En "Maestro", el escritor refiere: "En un pasado nebuloso, recuerdo que fui profesor de geografía, historia, lógica y, después de esta etapa decorativa, de literatura francesa. No crea que soy un erudito. En la Argentina no hace falta saber mucho para enseñar a la gente cantidad de cosas inútiles".
Y entre varios textos inéditos, "Malumno" destila el humor cortazariano: "El malumno es ese punto que le dice casi en seguida a la maestra señorita tengo de ir al servicio, interrumpiéndola justo cuando iba a explicar que la begonia pertenece a la flora y el chancho a la fauna".
El álbum biográfico se cierra con las entradas "Zurda" ("Era zurda de una oreja", se lee en una frase escrita en un papel suelto) y "Zzz...". Allí se muestra un texto del capítulo 41 de "Rayuela" junto a una fotografía tomada por Dunlop a Cortázar en 1980, durante el regreso en barco de San Francisco.
Mientras 2014 despliega diversos tributos al autor cuyo centenario se celebra el 26 de agosto, "Cortázar de la A a la Z" se destaca invitando a zambullirse, entre letras y palabras, en el universo lúdico del cronopio mayor.
La obra de Julio Cortázar, un renovador de la narrativa
Buenos Aires, 10 feb (dpa) - Julio Cortázar, uno de los escritores más reconocidos de la literatura argentina, desarrolló una innovadora obra que desplegó en cuentos y novelas, a la vez que no dudó en dinamitar límites entre géneros.
A continuación las principales obras del autor fallecido hace tres décadas en París, el 12 de febrero de 1984:
CUENTOS:
"Bestiario" (1951) "Final del juego" (1956) "Las armas secretas" (1959) "Historias de cronopios y de famas" (1962) "Todos los fuegos el fuego" (1966) "Octaedro" (1974) "Alguien que anda por ahí" (1977) "Un tal Lucas" (1979) "Queremos tanto a Glenda" (1980) "Deshoras" (1982)
NOVELAS
"Los premios" (1960) "Rayuela" (1963) "62/Modelo para armar" (1968) "Libro de Manuel" (1973) "Divertimento" (1986, póstumo) "El examen" (1986, póstumo)
MISCELÁNEA
"La vuelta al día en ochenta mundos" (1967) "Último round" (1969) "Los autonautas de la cosmopista" (1983, en colaboración con Carol Dunlop)
POESÍA
"Presencia" (con el seudónimo de Julio Denis, 1938) "Pameos y meopas" (1971) "Salvo el crepúsculo" (1984, póstumo)
Por Gabriela Mayer/DPA