Surrealismo del acontecer nacional
COMPARTIR
TEMAS
.Suena una música de jazz.Se escucha el ladrido de un perro en el atardecer. Hay nublado ligero después de un día en que brilló el sol. Hubo manifestaciones en muchas ciudades. Unos marcharon proclamando, coreando, voceando, levantando pancartas y diciendo frases unánimes y unísonas. Algunos
intercalados se cubrieron el rostro y lanzaron botellas de fuego y agredieron para dañar y destruir.
Fuerzas policiacas intentaron el desalojo. Ya no distinguieron entre manifestantes y agresores. No se ha encontrado a los 43 que desaparecieron. Se busca entonces unas pajas en el pajar. Vivos pueden estar en tantas partes. Se agota lo cercano. Quieres buscan no saben si encontrarán personas o restos o cenizas.
Parece que ningún testimonio vale. Ni el que dan los que se dicen testigos y aun actores en lo que pudo ser una masacre. Solo la ciencia podrá decir si lo encontrado llega a ser evidencia, después de los análisis complicados y minuciosos hechos en el extranjero.
Los familiares exigen búsqueda exhaustiva. Se sigue peinando el territorio y descubriendo fosas. Se busca sin saber qué se va a encontrar. Los no encontrados siguen perdidos después de la desaparición forzada por guardianes del orden. Y jóvenes y adultos siguen saliendo a la calle a reclamar, a acompañar, a exigir que nadie se canse de buscar.
Se crea una situación surrealista. Muerte no comprobada, restos no encontrados, cenizas no detectadas, huesos pequeños aun en proceso de análisis para llegar a certezas. Ya hay encarcelados por indicios de haber ordenado represión o agredido, levantado, entregado a las víctimas.
El hecho se descubre sintomático y conectado, con unas raíces esparcidas. Son complicidades de autoridades atemorizadas o vendidas. Impunidad y corrupción dan frutos de inhumanidad y violencia.
Sigue abierta la gran oportunidad de rectificaciones radicales, de medidas efectivas, de sustituciones necesarias, de procedimientos saneados, de rechazar modelos de desarrollo que excluyen y descartan en lugar de integrar a todos orgánicamente. Falta afinar filtros de selección y no dejar sin capacitación a ningún elegible. Así después de las protestas han de seguir las propuestas. Después de la manifestación el compromiso de organización ciudadana para una creciente y eficaz participación cívica en esto que todos deseamos que algún día llegue a ser una democracia y no plutocracia como ahora con tintes de anarquía u oligarquía