Sorpresas que no perduran
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La NFL se caracteriza por su paridad, sus políticas y reglamento así lo buscan en todo momento . Equipos que no encuentran la brújula durante un año, reciben las ventajas de elegir a los mejores jugadores en el Draft, formando bases de buenos y jóvenes atletas que terminarán por dar resultados a mediano  y largo plazo.
La liga no busca beneficiar a una sola franquicia, su sistema parecido a una sociedad con 32 accionistas crea la necesidad de dar a todos las mismas armas para enfrentar una temporada, por esto la era de las dinastías ha sido prácticamente borrada, dejando de lado años dominados por un solo equipo que ganaba campeonato tras campeonato y daba pocas esperanzas al resto.
Los resultados de la jornada 2 de la reciente temporada, no son casualidad, las sorpresas quedan de lado cuando a la NFL se refiere.Â
Mantener el dominio durante cuatro cuartos es tarea imposible para un equipo mal armado o mal entrenado o indisciplinado. En el fútbol americano una escuadra no depende de la genialidad de un solo jugador, sino de años de formación y entrenamiento, de aprender sistemas de juego, de aprovechar el talento de cada uno de los 53 jugadores de un roster oficial, de preparar cada uno de los juegos de manera especial de acuerdo al rival al que se enfrente.
Hablar de la caída de grandes favoritos al Super Bowl, como Seattle, San Francisco o Nueva Orleans, por el simple hecho de haber perdido sus encuentros de manera sorpresiva, no solo es arriesgado, es incorrecto.
Los albores de una temporada dan falsas ideas de lo que sucede dentro de una liga que no perdona una mala tarde y que exige excelencia en cada uno de los 16 juegos programados.
Sin embargo es real que todo toma tiempo, asentar una ofensiva con elementos nuevos que se están familiarizando con un plan de ataque, dar a una defensiva la solidez que requiere, no se logra con el tronar de unos dedos o con llevar en el casco un logo con historia o tradición.
Esta jornada, los campeones Seahawks de Seattle se vieron sorprendidos por un buen equipo de San Diego que los dominó en casi cada minuto del partido, dependiendo incluso de una anotación inválida que se dio por buena para mantenerse en la pelea hasta el final.
El resultado rompe quinielas, puede resultar una sorpresa y que depende de una tarde inspirada del otro equipo. En realidad el trabajo hecho por los Chargers fue sobresaliente y planeado específicamente para contrarrestar la defensa de los ganadores del pasado Super Bowl.
No es casualidad que Antonio Gates, el ala cerrado de San Diego, recibiera tres pases para touchdown en un solo juego, apenas uno menos que los cuatro que tuvo en 16 juegos durante el 2013. El diseño fue perfecto y el campeón cayó.
Miami, Nueva Orleans y San Francisco pedieron de manera inesperada ante rivales que lucieron mucho mejor que ellos, pero que realmente no tienen la misma calidad en plantel. Un enfrentamiento entre las mismas escuadras, a finales del año seguramente traería resultados diferentes.
Pick Six
La igualdad de circunstancias entre la mayoría de las escuadras de la liga tiende a irse esfumando con el pasar de las jornadas, con equipos que terminan por acoplarse y dejan atrás a aquellos cuyo talento o preparación resulta menor.
Es claro que escuadras como Seattle o los Saints terminarán por levantarse y alcanzar los playoffs sin problemas, basado en la ética de trabajo que sus entrenadores y jugadores estrellas han demostrado a través de años.
Otros, como los 49ers tendrán que enfrentar primero a los demonios que los han perseguido durante los últimos meses, como la indisciplina y problemas extra cancha.
Los 16 castigos que sufrieron en el juego del domingo por la noche dejan ver que las cosas no están muy bien dentro del vestidor y la disciplina establecida otros años por Jim Harbaugh se ha ido diluyendo, algo que podría terminar por afectar al equipo.
La suerte juega un papel muy pequeño en la NFL, donde las casualidades y sorpresas son inexistentes si se realiza un análisis completo de las situaciones.
