Sin embargo, se escuchan
COMPARTIR
TEMAS
Con el propósito de dilucidar los problemas, desafíos y anhelos de los habitantes del campo norestense desde su propia perspectiva, se organizó el sábado pasado el Encuentro Campesino para ejidatarios de General Cepeda, Parras y La Laguna en un auditorio localizado en el centro de Parras de la Fuente, Coahuila. Este encuentro fue convocado por Desarrollo Comunitario A.C., la Parroquia de Santa María de las Parras A.R., la Pastoral Rural de la Diócesis de Saltillo, la Red Norte Construyendo sueños y CEP-Parras A.C.
Casi 80 personas provenientes mayormente del campo, acudieron al llamado de los organizadores. Entre la concurrencia estuvimos también personas que desde organizaciones de la sociedad civil hemos acompañado procesos de participación ciudadana en la ruralidad mexicana. Me alegró ver allí al académico Lorenzo López Barbosa, de la admirable Universidad Autónoma Agraria Antonio Narro, y a David Balladares, de la asociación civil Actúa Verde, cuyos miembros propulsan el comercio justo.
Me alegró más aún conocer a un grupo de magníficas personas que llegaron con entusiasmo a participar en este encuentro desde ejidos coahuilenses como San Isidro, Boquillas del Refugio, y Jalpa. Por parte de la Comarca Lagunera participaron profesores de la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación.
Con un trato cálido y abierto fueron los campesinos los participantes centrales del foro exponiendo problemas que siguen ocurriéndoles y que ellos y ellas sufren tales como la ausencia de centros de salud dignos, malas vías de comunicación y la posibilidad de tener servicios funerarios.
Los campesinos externaron que el Seguro Popular no funciona.
Pienso que con la carencia de un sistema de salud que apoye a los campesinos mexicanos no se puede hablar de que existe inclusión social en nuestro país.
A los ciudadanos citadinos esto último no representa un problema porque están cercanas a ellos una cantidad razonable de hospitales públicos y clínicas privadas, pero para los ciudadanos del campo la carencia de centros de salud cercanos les significa algo básico y sustantivo. La pobreza en los servicios de salud rural implica un golpe que se asesta a la libertad de quienes la padecen.
Luego de comentarios introductorios en los que participaron el presbítero local y el Padre Paulo Sánchez, encargado de la pastoral rural de la Diócesis de Saltillo, poseedor por cierto de una amplia experiencia en el tema desde que estaba al frente de la Parroquia de San José en Cuatrociénegas, Coahuila, y con la buena moderación de Juan Francisco Rodríguez Aldapedel, CEP-Parras A.C., quien dijo que no hay espacios para escuchar la voz del campesino; se organizaron ocho mesas de trabajo entre los participantes del campo y tres mesas de trabajo entre los actores exógenos presentes.
En estas mesas fue donde se fueron desarrollando conclusiones sobre el propósito del encuentro que fueron expuestas por los participantes. En una segunda parte de carácter propositivo se volvieron a integrar las mesas ahora para puntualizar qué es lo que debería hacerse desde los conocimientos de los presentes para el logro de los anhelos.
En el caso de la mesa en la que participé los representantes de asociaciones civiles y universidades expusimos propuestas concretas. La Fundación Mundo Sustentable A.C. ofreció por mi conducto compartir la metodología y enfoque que se ha logrado replicar en comunidades chontales de Tabasco y en el municipio de Bustamante Nuevo León. Se trata de un modelo alternativo de desarrollo humano que ha empoderado a las comunidades locales especialmente a la mujer, y que ha fortalecido los saberes identitarios y la redistribución de los ingresos. Un modelo que se ha implementado desde hace más de una década y que se inspira en la inclusión social y económica.
Independientemente de los intereses políticos que se percibían en el contexto, el ejercicio del Encuentro Campesino fue válido por el valor de las aportaciones genuinas de los ejidatarios presentes por ejemplo las de las campesinas de Jalpa que ofrecieron a campesinas de otros ejidos compartir sus saberes en materia de medicina alternativa.
Finalizó el encuentro con la participación del Obispo de la Diócesis de Saltillo, Fray Raúl Vera que habló de sus experiencias vividas en Chiapas en los tiempos del Obispo Samuel Ruiz García -notable defensor de los derechos indígenas-, y de su amistad con el ideólogo y líder social Heberto Castillo. Como él lo acostumbra esgrimió sin tibiezas ante la audiencia los problemas que a su parecer mantienen en el olvido a los campesinos haciendo alusión de la injusticia social que padecen, algo que todos sabemos muy bien.
Fundamentalmente el Obispo Vera se manifestó por la creación de una Asamblea Constituyente para construir una nueva Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos porque la vigente no responde a los derechos y necesidades de los más pobres.