Semilla de esperanza
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Maestros, padres de familia y estudiantes habían sido convocados por la Escuela Secundaria Federico Berrueto Ramón para apreciar cómo un grupo de jovencitos había pintado un mural en las paredes de esta secundaria. "Una línea del tiempo", compartía Martha Silvia Alemán, la maestra responsable del proyecto.
Todo comenzó con la iniciativa de esta profesora de Historia. Vio en sus estudiantes un potencial para desarrollar sus habilidades artísticas y sus conocimientos en la materia que imparte en los grados de segundo y tercero. A ellos los animó y les insufló un gran entusiasmo para organizar, en paneles de la escuela, una historia de la humanidad, de América y del territorio mexicano. A la Dirección de la escuela también contagió el entusiasmo y obtuvo su aprobación para plasmar las obras de los muchachos.
Su propósito fue involucrar a los adolescentes en el conocimiento de la historia de nuestro país, a fin de identificarse como parte de ella, valorándola y desarrollando sus habilidades para el dibujo. Lo primero que hicieron estos jóvenes fue estudiar los capítulos del pasado de nuestro país y eligieron una etapa para investigarla más profundamente. Visitaron museos y elaboraron un boceto, eligiendo personajes y símbolos que "denotaran el pasaje histórico elegido, y por último. pintaron el mural".
El resultado, seis paneles con los siguientes temas: "La llegada del hombre a América"; "Las Culturas Prehispánicas"; "La Conquista"; "La Colonia"; "La Independencia"; "La Revolución" y "México global".
Las imágenes presentan en esta línea del tiempo trabajos de buena factura y gran colorido. Adicional al hecho del aprendizaje de estos jóvenes, que se abocaron con enorme entusiasmo, trabajando por las tardes y los fines de semana, está el hecho de que reforzaron conocimientos de la materia llevada durante el año y con ello también cerraron un círculo.
Me llama sobremanera el cierre de este círculo que les ofrece la escuela, en la que está la transmisión del conocimiento. Pero también la institución, su escuela, les brinda la posibilidad de dar pruebas del aprendizaje recibido. Ello, en realidad, me parece conmovedor, por un lado, pero altamente encomiástico por otro. Pues es la misma escuela la que reconoce con esto que egresan de una materia aprendiendo y ofreciendo un producto derivado de su aprendizaje.
Otra faceta que me parece interesante de este ejercicio es volver a una idea expresada en esta colaboración hace algunas semanas. El hecho de que nuestros niños y jóvenes se están preparando en muchos aspectos en lo que a habilidades artísticas, deportivas y demás se refiere, llegando a la universidad con una preparación adicional a la del conocimiento, como había estado acostumbrada por lo menos mi generación.
A estas nuevas herramientas creo que debe estar mayormente preparado el sector de la educación superior.
Pues los estudiantes llegan en otros aspectos con una preparación más sólida: llámese un mejor dominio del inglés; avances en habilidades artísticas como el ballet, la danza folclórica; el dominio de instrumentos: violín, guitarra, saxofón., y pintura, grabado, etc.
Son jóvenes que, como Amanda Victoria Acosta Rodríguez, tienen una visión muy clara de lo que desean ser en el futuro. Ella, con toda el alma, quiere ser cineasta. Y hacia este propósito enfoca su energía. Con un grupo de compañeros presentó un proyecto en una estación local de televisión. Apenas va por sus 15 años, pero ya ve con certeza lo que desea dedicar su vida. Otro de los niños participantes en este proyecto obtuvo buen lugar en el Concurso "El niño y la mar", convocado a nivel federal.
Instituciones de educación superior, así como centros de trabajo deben, desde mi punto de vista, observar con atención el fenómeno que se está dando en el mundo de los adolescentes y jóvenes de hoy. Atender sus necesidades y observar el enorme potencial que están ofreciendo desde ya, muy niños, muy jóvenes.
Felicidades a Amanda Victoria Acosta; Víctor Omar Espinoza; Yaresi Guadalupe González Aguilar; Antonio Emanuel Luna; José Francisco Martínez Arellano; Luis Alberto Martínez Vázquez; Keila Jennifer D'Italia Pérez; Mauricio Sifuentes Coronado; Bernabé Solís de la Rosa; Brayan de Jesús Contreras Gómez; Daniel Constantino Cerda Zarazúa, y a los profesores Sara Elia López; Raúl Carlos Rodríguez y José Luis Covarrubias. Una lista en la que no se debe omitir un solo nombre, pues todos ellos hicieron posible que en la Escuela Secundaria Federico Berrueto Ramón, se cerrara un círculo para abrir otro en la vida de todos y en la de la comunidad en la que incidirán como profesionales.
A la maestra directora del proyecto, Martha Silvia Alemán, una felicitación por esta iniciativa que hará, sin duda, germinar en todos ellos la semilla de la esperanza de un México mejor, más completo, más integrado.