Rubén: Tercer Informe

Más allá de toda filia o fobia, los adversarios de Rubén Moreira reconocen su solidez política; disciplinada y metódica. Estos tres años se esforzó por rescatar a un gobierno atravesado por una crisis económica y de seguridad pública, pero sobre todo, de credibilidad moral. 

Hoy, Rubén sobrevive con un círculo pequeño de amigos; a pesar de aquellos agoreros que le profetizaban una corta gubernatura.  

Rubén, “El Bacheador”, llegó a tapar dos hoyos legado de su hermano Humberto: La crisis presupuestal provocada por la deuda de 36 mil millones de pesos y la de seguridad pública. Tal decisión exigió un deslinde puntual de su hermano, y de cualquier responsabilidad que pudiera ser adjudicada a él, por haber sido integrante del mismo grupo político durante el sexenio pasado. 

Reestructuró la deuda, elevó las calificaciones crediticias del Gobierno Estatal y creó candados para apuntalar la transparencia y la rendición de cuentas de manera extensiva. Cortó las fuentes de financiamiento del crimen organizado y estableció una coordinación con los tres órdenes de gobierno para reducir los índices delictivos por región.

Bajo el lema “Una Nueva Forma de Gobernar”, Rubén reafirmó su distancia de Humberto: El populismo como método de gobierno, la opacidad financiera y la negligencia para enfrentar la inseguridad quedaron enterrados.

Pero no todo fue miel sobre hojuelas. Rubén, “El Pavimentor”, intentó acallar los ataques políticos y mediáticos relacionados con “la megadeuda”, al pavimentarlos con la creación en el Congreso de una  “Comisión para la Deuda” que resultó una simulación. ¿Cómo pavimentar este tema para olvidarlo cuando no se ha aclarado todavía el origen y destino de esa deuda? 

Con poca obra pública estatal, Rubén mejoró los índices de seguridad pública, inversión y empleo. Hoy Coahuila tiene un PIB fuerte, que contrasta, empero, con una débil productividad de sus trabajadores, salarios y capacitación. Este año, Coahuila cayó dos sitios en el Índice de Competitividad Estatal, para situarse en el 10 a nivel nacional.

En una decisión consensada con grupos empresariales, pero no con la sociedad coahuilense, Rubén impulsa la transformación del modelo industrial de Coahuila con la explotación del Gas Shale en la Cuenca de Burgos, sin valorar el impacto medioambiental del fracking utilizado para extraerlo y prohibido ya en numerosos países del orbe. 

Como un intento de recuperar credibilidad moral, Rubén, “El Constructor”, edificó una arquitectura legislativa que apuntala el respeto irrestricto de los derechos humanos de migrantes, desaparecidos y homosexuales. Pero, ¿cómo cumplirá las exigencias de los familiares de los desparecidos en Coahuila para encontrarlos? ¿Cómo responderá a las demandas de empresarios contra la Ley de Desaparecidos? Y, ¿cómo resolverá el suceso de Allende?

El esfuerzo de Rubén por imprimir su huella en la historia de Coahuila es notable. Empero, más allá de la economía y la seguridad, la falta de credibilidad moral heredada por su hermano no ha sido solventada todavía.