Por sus bienes los conoceréis
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La corrupción ha sido el Talón de Aquiles de México y en la actualidad es una olla de presión a punto de estallar. La “Casa Blanca” que dice haber comprado la esposa del Presidente de la República, ha causado entre los ciudadanos una indignación sin precedentes. A este escándalo debemos agregar las desapariciones y crímenes sin castigo, originados también en una corrupción que asesina, desaparece personas, las secuestra y esclaviza. La corrupción también genera hambre, desempleo, pobreza y miseria.
El Presidente de México, atrapado en un evidente conflicto de interés, se vio obligado a hacer aclaraciones. Por un lado hizo público su patrimonio, y por otro, su esposa explicó cómo adquirió esa residencia valuada en 7 millones de dólares. Los dos intentos resultaron en un rotundo fracaso. El 87 por ciento de los mexicanos no se convenció con la explicación de la primera dama. Por su parte, la declaración patrimonial del Presidente no está actualizada y omite los bienes de su cónyuge, lo cual es obligatorio en la declaración. La telenovela continúa y su desenlace se enreda cada vez más.
Enrique Krauze en su artículo dominical cita a Gabriel Zaid: “La corrupción no es una característica desagradable del sistema político mexicano: es el sistema”. Por eso mismo –agregó- la corrupción no podía combatirse desde dentro, con campañas publicitarias, golpes de pecho, llamados a la “renovación moral” o instancias de auto vigilancia: debe combatirse desde afuera, con mecanismos autónomos de transparencia. Zaid propuso, desde tiempo atrás, la declaración patrimonial del Presidente, antes, durante y después de ocupar el cargo. La idea parte del principio kantiano: “Todo lo que es de interés público debe ser publicable”.
Los recientes acontecimientos brindan a los coahuilenses una oportunidad única para exigir transparencia a los políticos del Estado. ¿Señor Gobernador, cuánto vale su casa? ¿Cómo la adquirió? ¿Qué otras propiedades posee, cómo y con qué las adquirió? ¿Qué propiedades tienen usted, su esposa e hijos? Lo mismo aplica para senadores, diputados y alcaldes. Aplica para todos los que ocupan un cargo de elección, incluyendo a los plurinominales. Aplica sin duda a TODOS los partidos políticos. Hoy todos están embarrados por la corrupción y en razón de ello callan en un silencio cómplice que insulta a los mexicanos.
Imagino algunas respuestas: “Mis bienes son fruto de mi trabajo profesional”. “Es un crédito que me concedió un amigo”. La verdad es que los políticos coahuilenses que no posean una empresa manejada por su propia organización, capaz de prescindir de su presencia y participación; que no recibieron una herencia jugosa, ni contrajeron nupcias con alguien acaudalado, ni son hijos, sobrinos o nietos de alguien con fortuna que se acordó de ellos en su testamento, difícilmente podrán justificar caudales o propiedades de alto valor. El salario de un servidor público en México NO da para lujos, da para vivir bien, sin excesos ni inversiones considerables.
Quien presta un servicio profesional está obligado a atender a sus clientes. Atenderlos personalmente como hace cualquier médico, contador público, asesor financiero o abogado. Cada día tiene 24 horas, y el servicio público por el que percibe un salario ocupa muchas de esas horas; la familia y el descanso, otras tantas. ¿A qué hora atiende a sus clientes? Yo fui servidor público y nunca me alcanzó el tiempo, por eso prescindí de mi trabajo profesional durante ese periodo.
Pero si al súper servidor público le alcanza la energía para trabajar, digamos de las 22 horas a las 2 de la mañana y sólo duerma 5 o 6 horas al día; entonces cabe preguntarle ¿Qué asuntos atiende o asesora? Porque si son de los que le dan ventaja por ser político, incurre en un claro conflicto de interés.
Si sus propiedades las obtuvo a crédito ¿Quién le concedió el crédito, cuándo, por cuánto tiempo, en qué condiciones? Si el político recibió herencia. ¿Quién le dejó la herencia, cuándo, cuánto fue? ¿Cuándo se adquirieron originalmente los bienes heredados? Todo esto es importante para evitar simulaciones.
¿Si el Presidente de México ha hecho pública su declaración patrimonial, —aunque contenga errores—, por qué no exigimos a los políticos coahuilenses que hagan lo mismo?
¿Algún político valiente de Coahuila que se anime a transparentar sus bienes? Día 1
Facebook: Chuy Ramirez
Twitter: @chuyramirezr