¿Por qué la reforma fiscal fue un error?
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Es más eficiente para la economía que los ciudadanos gasten su propio dinero a que el gobierno lo haga por ellos
El plan de la administración de Peña Nieto era muy sencillo; si aumentamos un poco los impuestos mantendremos el crecimiento económico y a la vez tendremos más dinero para financiar nuestros programas sociales. Bastaron sólo cuatro meses desde la entrada en vigor de las nuevas disposiciones fiscales para que el castillo de naipes se derrumbara, el primer síntoma que se presentó fue una considerable baja en la recaudación fiscal, en otras palabras la gente dejó de pagar impuestos por lo que el Estado Mexicano perdió el 9.4 por ciento de sus ganancias, también disminuyó la inversión fija bruta de las empresas instaladas en México y para redondear la tragedia, la inflación va a la alza, de tal forma que ahora el dinero le rinde menos a las familias mexicanas.
A lo largo del presente artículo intentaré explicar ¿por qué falló el plan del Gobierno de Peña Nieto?, en concreto el error reside en el hecho de que a los gobernantes sólo les gusta observar una parte de la historia, ellos piensan que más impuestos significan más ingresos, pero esto es en la mayoría de los casos es un error, ya que si los impuestos aumentan las personas tienen menos dinero para gastar y para invertir, en segundo término si las personas no consumen y los empresarios no invierten es imposible generar nuevos empleos e incluso es difícil conservar los empleos actuales y si las personas no tienen empleos no pueden pagar impuestos, por lo que al final el gobierno termina recaudando menos a pesar de haber aumentado los impuestos.
Algunos argumentan que si bien los impuestos reducen el gasto de los individuos, por otro lado se incrementa el gasto gubernamental en la misma proporción, dicho lo anterior en otros términos se piensa que existe un simple traslado de recursos que no afectan la eficiencia económica, pero hay un error de fondo en dicho argumento; a todos los que defienden dicha postura se les olvida el hecho de que los impuestos no se cobran solos, se necesitan miles de funcionarios para recaudarlos y tampoco se gastan solos, todos y cada uno de los programas gubernamentales requieren de grandes cantidades de dinero para costear su implementación. En resumen, es más eficiente para la economía que los ciudadanos gasten su propio dinero a que el gobierno lo haga por ellos, nunca hay que olvidar que la operación del gobierno tiene un costo y el crecimiento desmedido del gobierno siempre tiene impactos negativos en la marcha de la economía.
En pocas palabras, con la reforma fiscal los ciudadanos salen perdiendo por partida doble, por un lado el gobierno les cobra más impuestos y por el otro los trabajadores ganan menos dinero porque la economía se encuentra en un proceso de desaceleración. Incluso los programas sociales que anunció el gobierno y que eran la razón de ser del aumento de los impuestos han resultado un fiasco, por ejemplo el seguro de desempleo se vendió como una salvaguarda para aquellos trabajadores que se quedaran sin trabajo de forma temporal, lo que nunca le dijeron a los trabajadores es que ellos serían los tendrían que asumir el costo del programa, así que en la práctica es un seguro obligatorio que en caso de utilizarlo reduciría de forma importante las posibilidades de los trabajadores para acceder a un crédito de vivienda, por lo tanto el trabajador no gana un nuevo beneficio social, sino que en el mejor de los casos intercambia un beneficio social por otro, con la salvedad de que ahora tiene que pagar más impuestos.
Si el gobierno desea incentivar el desarrollo económico del país lo peor que puede hacer es elevar los impuestos, por el contrario se requiere que el Estado ponga menos trabas a la inversión, que deje de sobre regular a los mercados y que las tasas impositivas se mantengan estables por mucho más tiempo. A la larga el gobierno obtiene más siguiendo dicha estrategia; cuando los ciudadanos tienen que pagar menos impuestos hay más dinero para gastar o para invertir, en ambos casos la consecuencia directa es la generación de más y mejores empleos, más empleos a su vez propician un aumento en el consumo, dicho de otra forma la inversión genera más inversión lo que en el mediano plazo se traduce en crecimiento económico y cuando la economía crece, también crece la base impositiva o lo que es lo mismo, hay más impuestos para recaudar, así que el gobierno tiene más ingresos con los cuales financiar los programas sociales.
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@victorsanval