Multas electrónicas.
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Aunque a nadie le gustan, los límites son necesarios. Son necesarios porque nos protegen, hasta de nosotros mismos. El exceso de velocidad, las distracciones por el uso de aparatos, ocasionan la pérdida de vidas y en el menor de los males, accidentes materiales. El método de multar resulta novedoso y no estamos acostumbrados. Resulta muy cómodo incumplir con los límites de velocidad sin que nadie nos moleste, ni nos vea o nos sancione por burlar la ley o reglamento. Sin embargo, no hay que esperar a que suceda un accidente para aprender la lección. Es preferible pagar una multa, porque una vida no se puede pagar con nada. Desde mi punto de vista, la medida debería estar acompañada de una campaña de concientización, que mostrara de manera muy gráfica, las consecuencias fatales que pueden resultar de incumplir los reglamentos de tránsito. Está demostrado que esto es muy efectivo para prevenir accidentes. En ocasiones las multas, como las que se aplican por hablar en el celular mientras se maneja, no resultan suficientes para evitar esta conducta. El subdirector de tránsito dijo: Muchas personas siguen cometiendo esta falta, pero para los agentes de tránsito resulta complicado detectarlos, por lo que llamó a tener conciencia en que el mayor riesgo es para los mismos conductores. En un futuro las multas, mediante cámaras locales, podrán detectar infracciones como la falta de cinturón de seguridad, llevar a menores en los centros delanteros pasarse altos. En un principio las multas serán por el exceso de velocidad. Los ciudadanos tienen la posibilidad de solicitar al juez calificador, que la multa sea condenada cuando se trate de una emergencia. Esto abre la puerta a la creatividad del mexicano, imagínese la serie de pretextos: Traía diarrea, ya me andaba por ir al baño y tuve que acelerarle, Iba persiguiendo a una persona que me robo. Me estaba dando un infarto, así que dije con permiso Tengo amnesia transitoria y no me acordé que tenía quiera trabajar. O la más socorrida: Otra vez se murió mi abuelita, tía, prima, etc. Para que la medida tenga éxito, los límites deberán estar bien señalados en las vialidades. Me parece buena la propuesta del líder de la Canirac. Que los límites de velocidad en las vías rápidas de la ciudad sean de 90 km/h, en lugar de 70 km/h como establecido el municipio. Desde su punto de vista, para no afectar a las empresas que se dedican a entregar mercancía. Creo que los límites de velocidad deben ser realistas para que puedan ser respetados. En Estados Unidos ocurrió que, en ciertas carreteras, el límite de velocidad era muy bajo y nadie le hacía caso. Tuvieron que optar por subir el límite máximo permitido. El asunto de las multas electrónicas se ha politizado. Un funcionario fue captado hablando por celular y manejando, es cierto que hay que poner el ejemplo y que la ley debe aplicar para todos. Los regidores entraron en polémica para colgarse la medallita de quien dio el mayor plazo para la aplicación de las multas. Esto al ciudadano le tiene sin cuidado. Además se ha comentado si el asunto es recaudatorio o no. Si así lo fuera, la manera de evitar pagar es respetar el reglamento de tránsito y los límites de velocidad. Los reglamentos no son nuevos, en lo que se está innovando es en la forma de aplicarlos, apoyándose en el uso de la tecnología. El uso de la multa electrónica contribuye a eficientar el gobierno municipal. Todo lo que se pueda automatizar hace que los costos disminuyan y, en este caso, que el reglamento se aplique más rápido. Como ciudadanos, en lugar de tratar de evadir los reglamentos, mediante argucias, pretextos, reflejantes en placas y grillas, lo que hay que hacer es respetar los límites. Tomarse su tiempo para ir las citas y lugares. A veces creemos que tenemos poderes para tele-transportarnos y no consideramos los tiempos de traslado.