Los vaivenes del petróleo
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Mientras se eleva mi hartazgo y tal vez el de ustedes en torno a los brillantes promocionales de los partidos políticos y las posturas mesiánicas de sus voceros, pienso que petrolizar la economía mexicana ha sido equivalentea casi ignorar el resto de los campos de actuación económica que muy bien podrían estar apalancando en este momento, un mejor destino para la nación en la que vivimos y pagamos impuestos.
En la frecuencia que da el cansancio de escuchar los frenéticos promocionales partidistas permítaseme cometer una pifia: si tuviera características humanas, el petróleo sería una mujer veleidosa, aunque muchas féminas son ejemplo de congruencia y estabilidad, y muchos hombres de lo contrario.
La evidencia empírica nos dice que detrás de la explotación del petróleo hay intereses políticos que en los últimos tiempos, más que la abundancia o escasez del crudo, han hecho que los precios de mercado del oro negro tengan una variación tan elástica.
Luego también, de la mano de paradigmas partidistas se inducen imaginarios en la población como ocurrió cuando el ex presidente José López Portillo vendió la ilusión de la riqueza nacional dado el boom del petróleo que ocurrió durante parte de su sexenio y que desestabilizó a los mexicanos en lo material y en lo emocional.
En el juego de ajedrez que significa el petróleo en términos de política internacional han cambiado mucho su rey, alfiles y peones. Nuevos jugadores entran a la competencia coronándose como ganadores al determinar los precios en el mercado mundial.
A pesar de que la explotación del petróleo en los Estados Unidos no es nueva, son inesperados los altos niveles de producción que han tenido en tiempos recientes de tal manera que para mediados de 2015 la prolongada caída de los precios del petróleo generada por su sobreproducción provocará una desaceleración económica en Texas, principal entidad geográfica que produce crudo en la Unión Americana. ¿Qué tal?
Esto último haría que para esas fechas se pierdan alrededor de 128 mil empleos en Texas. Sin embargo la caída del sector beneficiará a ese país en el conjunto de sus estados integrantes con un posible aumento adicional de hasta un 6 % en su Producto Interno Bruto, mientras que el PIB en México podría recortarse un uno por ciento de su ya magro nivel por la abrupta caída del precio del petróleo.
Resulta entendible el por qué en Estados Unidos han disminuido notablemente los precios de la gasolina que hará que seguramente se desincentive la compra de automóviles eléctricos y mixtos lo que significará un retroceso en términos de sustentabilidad.
Ante lo cara que es la gasolina en México (salvo en la frontera norte), contra la tendencia global de la disminución del precio de los hidrocarburos, el gobierno federal había prometido que a partir de 2015 no habría más gasolinazos. ¡Sí, tú!
Todos sabemos que hay una relación directa entre el aumento de los precios de la gasolina y el aumento de los precios de los bienes que componen la canasta básica y por supuesto de los bienes y servicios en general.
Ahora que el horizonte de vida del petróleo mexicano se acerca a su fin padeciéndose mientras tanto la ordeña de sus ductos, y ante la imposibilidad de los gobiernos federales mexicanos de las últimas décadas para sustituirlos ingresos derivados del petróleo con otras fuentes de ingresos y así cubrirel grueso del gasto público, quépodemos esperarlos que hemos creído en un futuro halagüeño para nuestros hijos y para los hijos de los demás.
Mientras Estados Unidos está ganando el ajedrez del crudo y tiene contra la pared a Venezuela y a países integrantes de la OPEP que están sobre produciendo crudo para no sentirse perdedores; un México con volatilidad cambiaria, pierde el bono poblacional del segmento juvenil con menores inversiones para la construcción de capital humano por tener una economía que está en función de las veleidades del petróleo que hace que sean raquíticas las apuestas en materia de educación superior y de investigación.¡Ni qué decir!.