Las expectativas de la Reforma Energética
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Como diría Denise Maerker: Si no pueden poner en orden a la minera en Sonora que contaminó el río, ¿cómo lo harán con las petroleras?
El avance de la Reforma Energética ha pasado por dos de sus peldaños más importantes en las últimas semanas. Por un lado, el 11 de agosto en un acto muy solemne, el Presidente Peña Nieto promulgó la Legislación Secundaria y tan sólo dos días después, la Secretaria de Energía (SENER) dio a conocer los resultados anticipados de la Ronda 0.
En este artículo analizaremos brevemente estos dos hitos históricos y veremos que significa esto para el futuro de la Reforma Energética.
En lo referente a la Legislación Secundaria, la firma de Ejecutivo y la publicación en el Diario Oficial, marcan el fin de la fase legislativa. Para esto, las Cámaras de Senadores y Diputados concluyeron su debate y han acordado, por mayoría, que estas 9 leyes nuevas y 12 modificaciones serán las reglas (leyes) principales del juego.
Para aquellos que se sentían frustrados porque nuestros legisladores seguían alargando la meta de abril para concluir la Legislación Secundaria, el anuncio de los resultados de la Ronda Cero llegó con casi un mes de antelación.
La entrega de las asignaciones a Petróleos Mexicanos constituye el primer acto de implementación de la Reforma Energética y refleja la resolución de la SENER, con asistencia técnica de la Comisión Nacional de Hidrocarburos (CNH), sobre el requerimiento que Petróleos Mexicanos sometió a consideración el pasado 21 de marzo.
De acuerdo a la publicación, se le asignó a Pemex 83 por cierto de las reservas 2P (probadas más probables) y 21 por cierto de los recursos prospectivos del país. Comparándolo con lo que se solicitó, la paraestatal recibió el 100 por ciento de las reservas 2P y el 67 por cierto de los recursos prospectivos solicitados.
El resto, que son principalmente recursos no convencionales y aguas profundas donde más carecemos de experiencia y capacidad ejecutiva, permanecerán con el estado para futuras licitaciones.
En su promulgación, el titular de la SENER, Pedro Joaquín Coldwell explicó que el tamaño del área asignada a Pemex en esta ronda alcanza una superficie cercana a 90 mil kilómetros cuadrados con suficiente petróleo crudo equivalente para mantener una producción de 2.5 millones de barriles diarios por los próximos 20.5 años.
Lo que estas cifras quieren decir, es que Pemex podrá seguir manteniendo la caja chica del gobierno en el corto y mediano plazo. De esta manera, en el peor de los casos, seguiremos igual que como estamos hoy (ojo, esto no quiere decir que esté mal, al contrario).
Sin embargo, la Ronda Cero no termina aquí. Seguiremos escuchando más sobre asociaciones y migraciones a contratos de servicios que Pemex pretende licitar (por medio de la CNH) de sus campos ya otorgados. De acuerdo a la SENER, Pemex pretende crear alianzas para desarrollar campos donde la complejidad técnica y alta intensidad de capital requieren la participación de operadores privados. De acuerdo con el director de Pemex, quienes ganen por medio de licitación serán quienes den la mayor rentabilidad al estado mexicano.
Divide opiniones
En general, el asunto de la repartición de petróleo es un tema que divide opiniones fuertemente. La recepción en los mercados al parecer ha sido positiva dado que analistas financieros atribuyen la reciente apreciación del peso frente al dólar. No obstante, en México la opinión sigue dividida e inclusive los simpatizantes del PRI y del PAN, 57% y 61% correspondientemente, la rechazan. La razón principal es que el ciudadano normal mexicano sabe que todavía existe mucha corrupción y no está convencido de que abrirla a la inversión privada vaya a funcionar de algo. Y ¿cómo culparlos, si ni siquiera se ha solucionado el problema de tener litros de a litro?
Es por eso que hay mucho camino que recorrer todavía antes de cantar victoria. En su discurso el Presidente subrayó 10 acciones que se llevarán en el corto plazo para poner en acción la Reforma Energética y como vemos, la agenda laboral para que esta reforma triunfe es muy agresiva. Económicamente hablando, Goldman Sachs estima que desarrollar nuestros recursos costará 1.2 billones de dólares (billones mexicanos, esto es, un millón de millones).
Costo que no se podría igualar ni en el corto o mediano plazo, dado que no se equipara ni con el gasto de exploración mundial anual conjunto de las 42 compañías petroleras privadas más grandes.
Lo que es un hecho es que lo que era un panorama de incertidumbre sobre la posibilidad de una Reforma Energética, se ha transformado en grandes expectativas sobre su implementación. Por mi parte, sigo convencido de que la reforma era completamente necesaria, pero aún estoy escéptico ante su implementación. Como diría Denise Maerker: Si no pueden poner en orden a la minera en Sonora que contaminó el río, ¿cómo lo harán con las petroleras?
En sí, las leyes promulgadas están en gran consistencia con lo que EPN buscaba y se podría decir que el 90% de la reforma no cambió desde un principio gracias al Pacto por México. En especial, a la alianza PRIAN, que ha sabido negociar y sacrificar posiciones con tal de que la reforma avanzara. De hecho, el mismo EPN sacrificó su capital político por ella, de tal manera que sus niveles de aprobación sufrieron por la reforma al ser llamado antipatriótico por abrir el sector.
La pregunta es ¿valdrá la pena tanto sacrificio? O mejor aún ¿quiénes son los que se están sacrificando realmente? En resumen, todavía no hay ninguna garantía. El utilizar los hidrocarburos como palancas principales para el desarrollo de un país han brindado resultados mixtos en la historia de los países que han pasado por esta etapa. Los mismos países comparativos de Brasil y Colombia han tenido sus bemoles al respecto y lo que tenemos que entender ahorita es que este peldaño es sólo un paso más.
Aún así, se debe felicitar a quienes han hecho posible esta labor descomunal. Es cierto que habrá mayor competitividad y también que generará inversión y empleos a beneficio de los mexicanos. Beneficios que México necesita si queremos la energía barata para ser la plataforma de manufactura global. Lo cierto es que mientras no bajen los precios de la gasolina, el gas y la electricidad será difícil convencer a México.
Por ahora lo que se tiene qué hacer es moderar estas expectativas y, como diría Gustavo Madero en su discurso del 11 de agosto, no hacer un himno a la complacencia.
La cantidad de dinero necesaria para desarrollar la industria para que los precios bajen va a requerir de mucho más esfuerzo que el que han puesto sus legisladores. Razón por la cual este paso tal vez sea el más fácil.
@merlinken