La ira de Dios 1/3
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A ciertos seres humanos, altos y sensibles, el tema de los suicidios entre nuestras familias les preocupa e incluso, les agobia
No maestro, la depresión y los suicidios en la región no son el llanto de Dios, sino la ira de Dios. Este lacónico mensaje recibí por parte del aguerrido reportero radiofónico y televisivo, Sergio Alvizo, cuando en uno de mis textos al abordar el problema de los suicidios y la melancolía en la ciudad, retomé una frase de Walter Riso que decía lo anterior: la depresión es el llanto de Dios. Tal vez Alvizo tenga razón, no el llanto, es la ira de Dios sobre nosotros. Muy a mi pesar un nuevo tríptico al respecto.
El tema espanta. A todos preocupa. Bueno, no a todos. Al parecer, empieza a preocupar al gobierno del Estado y sus diversas dependencias (Salud, Mujer, DIF y otras). Letras aparte, la Secretaría de la Juventud fue quien tomó cartas inmediatas en el asunto. Empieza a haber una liga y línea de colaboración interinstitucional entre ellos. Lo que se haga es bueno. No existía nada. Lo he dicho antes, en 154 páginas del eje rector Plan Estatal de Desarrollo 2011-2017 la palabra suicidio no aparece. Oficialmente entonces, el suicidio no existe en Coahuila. ¿De qué preocuparse, vaya? Debido a tanta mortandad, empieza a preocuparle al gobierno de Rubén Moreira.
A ciertos seres humanos, altos y sensibles, el tema de los suicidios entre nuestras familias les preocupa e incluso, les agobia. Preocupado está el chef Juan Ramón Cárdenas. Preocupado está mi maestro, el sacerdote Juan Manuel Ledezma. El académico Felipe de Jesús Balderas, don Carlos Gutiérrez, Bertha Castellanos. Más que preocupado está el Delegado Federal de Economía en Nuevo León, Enrique Martínez Morales, quien en su espacio editorial en la cadena Milenio escribió en hace poco (11/08/2014) una espléndida reflexión sobre los suicidios titulada Cómplices.
Martínez Morales ama su tierra natal. De hecho, 80 kilómetros los cuales separan a Monterrey de Saltillo, no son nada para ir y venir si es menester de ello. El Delegado un día me habló y con gesto de mortificación en su voz, me espetó: Poeta Cedillo, dime en qué ayudo. Cuenta conmigo, ¿qué podemos hacer?. Enrique Martínez ya hecho mucho, ya ha contribuido muchísimo al contarlo en su cotizada editorial. Pero, eso quisieran muchos, que nadie hablara del tema. Un tema del cual los funcionarios involucrados saben poco, acaso nada. Andan en la grilla. Pero, no sólo en el Gobierno del Estado se cuecen habas. No. la cosa está peor en la ignorancia supina que rodea la errática manera de gobernar de Chilote López Villarreal en el Ayuntamiento panista.
Esquina-baja
Este nuevo tríptico tiene una finalidad: una vez más poner el dedo en la llaga y evidenciar la incapacidad e ignorancia de parte del equipo con el cual gobierna Rubén Moreira. ¿Tiene a los seres humanos más capaces? Al parecer no. ¿Por qué los contrata entonces? La respuesta la tiene el Gobernador, no yo. Doy fe pública: a trompicones avanzo en la redacción de un documento fuente con un resumen que ahora, lo presento a ustedes en versión periodística. Me han apoyado en esto, el Secretario de Comunicación, José Vega y el Secretario de la Juventud, Carlos García Vega.
Va el primer naipe: aleatoriamente tomo como comparación y referencia a Chetumal, Q. Roo. De enero al 15 de julio de 2014, se habían suicidado allá 74 personas. En la región van 63. Viene lo duro: en Chetumal, un 81 por ciento de las personas que se han quitado la vida son padres de familia. Hombres que optan por el suicidio como escape a los problemas económicos que a todos agobian. La doctora Guadalupe Pelayo, del Centro de Atención Psicológica Integral (CAPSI) ha dicho: El problema deriva porque no tienen para los gastos del hogar y la manutención de los hijos.
En Saltillo se suicidan jóvenes y niños. El grueso de estos suicidas sus edades fluctúan entre 18 a 38 años. 40 por ciento son jóvenes estrictamente. Hay 13 casos de menores de 17 años. ¿Por qué se suicidan nuestros jóvenes a diferencia de Chetumal donde son hombres mayores? Cuidado. Hay que encontrar esta semilla podrida y extirparla. Aventuro respuesta: en Coahuila no hay esperanza para los chavos. Nadie los escucha. En materia cultural nadie los atiende (Ana Sofía Camil no baja de su avión). No son prioridad.
Letras minúsculas
Continuará el próximo jueves y sábado. Da miedo la incapacidad de funcionarios que cobran miles por hacer nada