La fuerza de Ramos
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Hoy Santiago Rodríguez al ser bisnieto de Anacleto Martínez Flores (1814-1889) cumple con creces una asignatura pendiente en nuestras ciudades y villas
Al doctor Santiago Rodríguez (mi oftalmólogo de cabecera) no le tiembla el pulso. Jamás le ha temblado. Si no le tiembla al empuñar un bisturí, menos cuando sujeta la pluma fuente. Con ambas lo hace de manera firme, con el pulso estable y las ideas y el conocimiento fuerte. Tiene buenos años atendiendo mis pálidos y cansados ojos. Sé que estoy en buenas manos, en las mejores manos.
Tan es así, que Santiago Rodríguez tiene como ADN tatuado en su corazón y cuerpo, no linfa ni tendones, sí el servicio a la comunidad a través de la práctica de la medicina. Soy un ignorante en todo. No es novedad y hoy lo descubro, Santiago Rodríguez es bisnieto, cuarta generación de médicos, del afamado doctor Anacleto Martínez Flores, quien a la vez nació en Agua del Venado, San Luis Potosí, pero avecindado por 63 años en Ramos Arizpe, Coahuila. Al cumplirse el Centenario de la muerte del galeno, su bisnieto, don Santiago, ha entregado a las prensas un bello libro en homenaje con anécdotas, datos, experiencias sí, eso llamado vida. Situaciones donde bulle la vida. El libro ha llegado a mis manos vía la generosa mano del Alcalde de Ramos Arizpe, Ricardo Aguirre. Un deslumbramiento.
El libro se titula Anacleto en Capellanía. Como la agenda de su servidor no compaginaba con la agenda de la atildada directora de Comunicación Social de Ramos Arizpe, Alejandra Garza, convenimos reunirnos en domingo, tomar un refresco y recoger el libro del doctor Rodríguez Martínez. Y como este escritor no hace mayor cosa de valor los domingos, salvo ver pasar âcuando hayâ atados de nubes en el cielo de Saltillo, pues sí, enfilé mis pasos a Ramos el pasado domingo 12 de octubre. Llegué con suficiente tiempo para elegir un restaurante y echar taco. Amén de caminar en sus calles y deambular por sus plazas e Iglesias. Así lo hice. El domingo fue soleado. Calor duro, pero soportable.
Un templete se estaba instalando en la Plaza principal. Luces, sonido, iluminación. Se celebraría un Festival de valores infantiles y juveniles de canto, todo ello bajo el patrocinio de la Alcaldía y la presencia de Ricardo Aguirre y su esposa. Aquello fue una romería familiar y un éxito de público; pero sobre todo, de convivencia familiar. Lento, pero seguro, los programas de cultura y el restablecimiento del tejido social, van moldeando conductas y pautas como los programas desarrollados por el Alcalde. Un éxito.
Esquina-bajan
Como un éxito y delicia ha sido tener en mano semejante volumen de ser humano tan alto. Por boca de mi doctor Santiago, supe de la presentación de dicho volumen en Ramos y supe del éxito que había tenido. Pero insisto, no tenía el libro para leerlo, disfrutarlo y hablar de él. La espigada y guapa funcionaria Alejandra Garza lo puso dicho domingo en mi mano con una carta personal del Alcalde y al momento de que usted lea este texto, ya habré dado cuenta de él.
Santiago Rodríguez pertenece a esa estirpe de escritores mexicanos e internacionales que han combinado a la perfección dos actividades fundamentales para el desarrollo del ser humano: la medicina y la escritura. ¿Curiosidad por saber de esta estirpe y quiénes pertenecen a este linaje? Va una nómina al azar y arbitraria: Mariano Azuela, Elías Nandino, Enrique González Martínez. En un plano transcontinental tenemos al portugués Antonio Lobo Antunes, a Pío Baroja, a la legión rusa integrada por Anton Chejov, Bulgakov; figuran también Celine, Conan Doyle y claro, sin faltar en esta lista, ese estudiante eterno de medicina: Manuel Acuña.
Hoy Santiago Rodríguez al ser bisnieto de Anacleto Martínez Flores (1814-1889) cumple con creces una asignatura siempre pendiente en nuestras ciudades y villas, dar cuenta de esa micro historia que se va formando imperceptiblemente con el paso de los años. Esa historia de los grandes hombres y mujeres que ayudan a construir no villas ni pueblos, sino ciudades enteras. Este es un buen ejemplo de ello.
Letras minúsculas
La fuerza de Ramos Arizpe, lo sabe Ricardo Aguirre, está en su gente. Y hoy Ramos, de la mano del Alcalde, mejor que nunca.