La farsa
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Hasta que México es señalado por instituciones internacionales como un gobierno que evidencia tener pacto con la impunidad, ahora se les ocurre a ocho meses que nazca el engendro electoral (7 de junio 2015), un Sistema Nacional Anticorrupción. Lucha anticorrupción ¡Vaya cinismo!
Sólo hasta que es inocultable al mundo; la podredumbre institucional, los parientes acomodaticios, el empresariado favorecido por contratos mil millonarios, la narco política, las televisoras que se enriquecen por bombardear al auditorio con lo que les ordena Los Pinos. Aprovechando la coyuntura política antes que empiecen las campañas electorales, resulta que todo mundo, se da baños de pureza queriendo parecer preocupados por un sistema anticorrupción.
El presidente Enrique Peña Nieto dice que la propuesta del PAN respecto a la creación de la Fiscalía Anticorrupción “es sumamente aceptable”. Manlio Fabio Beltrones, dirigente nacional del PRI y César Camacho Quiroz, líder de la bancada priísta coinciden en apoyar la propuesta panista de crear un Sistema Nacional Anticorrupción. Camacho Quiroz habla de “blindar” a los partidos políticos para evitar que elementos del crimen organizado logren infiltrarse en la política. Pero si se embolsan tanto las prerrogativas de campaña del erario (nuestros impuestos) como los millones de narco socios.
Ricardo Anaya Cortés, presidente interino del PAN, afirma que el partido se siente orgulloso de la gestión de Felipe Calderón, a quién considera un activo extraordinario, pero sobre qué papel desea tomar en su partido, esa decisión es del propio exmandatario.
Las palabras huecas hacen más abominable a la clase política. Desastrosas experiencias históricas nos han enseñado a los mexicanos que las Comisiones para esto o para lo otro, han servido para engendrar más opacidad y corrupción, sangrar más al erario público, “hacerse pato”, medrar con el puesto y, a final de cuentas, han servido para maldita sea la cosa. ¿O no?
¡Decídete a ser feliz hoy!
@_A_lfonsina