Hércules
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Parece que con excepción de la versión animada con el sello Disney de 1997, el paso del héroe de la mitología griega Hércules por el cine ha sufrido de una maldición que parece no terminarse.
El primero, y todavía más recordado, es el fisiculturista Steve Reeves, quien protagonizó la cinta de culto de 1958 Hércules, de Pietro Francisi, cuyo éxito propició una secuela de 1959.
Una década después fue otro fisiculturista, Arnold Schwarzenegger, quien interpreta a un Hércules que al ser enviado a la Tierra este se enamora e inicia una carrera en el fisculturismo en el churro Hércules en Nueva York (1969).
En los años 80 un fisiculturista más, Lou Ferrigno, gracias al éxito en su interpretación de Hulk: El Hombre Increíble en la famosa serie televisiva de finales de los años 70, se convierte en Hércules (Luigi Cozzi, 1983) que compite con Scharzenegger con ser la peor versión.
Con el nuevo milenio, y el éxito de una gran épica como Gladiador, del maestro Ridley Scott, en el año 2000, este 2014 vio los estrenos no sólo de una sino de dos superproducciones como La Leyenda de Hércules, de Renny Harlin, y Hércules, de Brett Ratner, misma que se estrena hoy en las salas de cine de Saltillo como parte de su estreno nacional pero de las dos no se hace una y con mucha pena comprobamos que Dwayne Johnson, conocido anteriormente como The Rock, se une a la penosa lista de intérpretes en el cine del personaje de Hércules.
De entrada, Hércules no nos permite identificarnos mucho con el personaje protagónico porque luego de un rápido prólogo que se salta del nacimiento e infancia de Hércules al semidios abatido por los fantasmas de su pasado en lo que deambula por la Tierra varios algunos años Antes de Cristo con cinco hombres y una escultural mujer que al parecer comparten con él el gusto por las batallas. Por eso es que le cae como anillo al dedo la oferta de un hombre noble en apariencia de nombre Lord Cotys (John Hurt) quien en compañía de su hija le piden ayuda para que los defienda de un rey desalmado, Eurystheus (Joseph Fiennes).
A partir de entonces inicia esta nueva aventura de Hércules que tiene dos grandes problemas para gozarse inclusive como el mero vehículo de entretenimiento que es: 1) El rímel y peinado de príncipe valiente de La Roca que aunado a sus grandes dotes de sobreactuación en esta cinta nunca nos deja tomárnoslo en serio, y 2) que su director, Brett Ratner, menos ayuda en propiciar una atmósfera que si bien es de acción y aventuras al agregarse toques de comedia, nomás le falta ser de pastelazo, por lo que a Ratner parece olvidársele que los tiempos de director de la saga de Una Pareja Explosiva quedaron muy atrás y no por nada su elección para dirigir la tercera parte de la serie de X Men, en 2006, fue su debut y despedida de proyectos de esas dimensiones.
Ver cortos previos a Hércules de Exodo, de Ridley Scott, hacen que valga la pena haber ido al cine a ver Hércules, porque fuera de eso me sigo quedando con la versión de Disney de la historia.
Comentarios a: alfredogalindo@hotmail.com; Blog: alfredogalindo.com; Twitter: @AlfredoGalindo