Enfoque equivocado
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Es común que en el sector gubernamental, particularmente en materia deportiva, se considere un buen desempeño en función del número de medallas que se obtienen en las olimpiadas nacionales; no es privativo de Coahuila, más bien se trata de un fenómeno presente a nivel nacional que llega al extremo incluso de la piratería de talentos, las entidades ofrecen apoyos económicos a deportistas de otras latitudes para que los representen en las olimpiadas nacionales y así obtener un mejor lugar.
Es erróneo medir el buen desempeño en materia deportiva en función de las medallas, esa visión representa un enfoque equivocado, que se basa solamente en la práctica deportiva de alto rendimiento, uno de los vicios más comunes, en los institutos y direcciones del deporte.
Pero esa mala práctica no es la única, otra visión equivocada es considerar al deporte como un espectáculo, se tiende a convertir a los ciudadanos en espectadores, no en deportistas.
Además de lo anterior, tradicionalmente las áreas deportivas gubernamentales son espacios a donde muy poco llega la fiscalización del recurso público, la rendición de cuentas de cara a la sociedad y la transparencia.
El origen del problema radica en que los institutos gubernamentales que promueven el deporte no tienen sus objetivos claramente definidos o bien sus objetivos no tienen nada que ver con las necesidades de la comunidad. Si se observa el asunto con detenimiento encontraremos que contar con más medallas en la olimpiada nacional o tener más talentos no le aporta nada a la sociedad.
En un momento particular en donde la obesidad es un mal general, las enfermedades crónico degenerativas relacionadas con la inactividad son el principal flagelo en materia de salud, los niños y jóvenes padecen sobrepeso y se suman a la delincuencia cada vez a menor edad, el objetivo prioritario de los institutos que promueven el deporte debe ser que la población, principalmente los niños y jóvenes, practiquen el deporte de manera masiva y organizada.
En el caso de Coahuila se intenta dar un enfoque adecuado a la promoción deportiva, pero aún está muy lejos de lo deseable, la promoción de la activación física y la medición de sus resultados aún no está vinculado a la transformación de la realidad, es decir se registra lo que se hace pero no si al hacerlo disminuye la obesidad en los niños y los adolescentes o bien si la participación de los jóvenes en la delincuencia va a la baja, es decir no se mide si realmente se logran los efectos deseados con la implementación de las políticas públicas, una muestra de ello es que el Instituto del Deporte de Coahuila considera como una de sus principales actividades construir una base de datos de personas atendidas.
Sin embargo, aún y cuando la participación de las instancias deportivas gubernamentales ha sido prácticamente nula, la sociedad misma ha generado sus propias ligas y clubes para practicar el deporte, atienden a un porcentaje muy bajo de la población porque se manejan con sus recursos propios claramente insuficientes para la promoción masiva del deporte. La práctica deportiva no puede llegar a ser masiva sin la infraestructura y los recursos del gobierno.
A los padres de familia y entrenadores que conforman las ligas deportivas infantiles y juveniles seguramente les sorprenderá saber que el Instituto Estatal del Deporte tiene 53 millones de pesos para subsidiar la práctica del deporte, igual de sorprendente sería para ellos saber que el mismo instituto cuenta con 10 diferentes programas de apoyo y subsidios y hasta finales del mes de marzo no había ocupado un solo peso en ninguno de esos programas.
Estos 53 millones es una cantidad aparte de los 112 millones de pesos que se destinarán durante el 2014 para la inversión pública en materia deportiva, es decir la rehabilitación de espacios para la práctica del deporte. El presupuesto total para el INEDEC este año es de 207 millones de pesos.
Estas sumas millonarias llaman la atención cuando en los clubes y ligas deportivas de la comunidad prácticamente no tienen dinero para trabajar y en la mayoría de los casos practican su deporte en campos de tierra y en pésimas condiciones.
Algo tendría que pasar en el ámbito deportivo para que los recursos invertidos en materia de promoción al deporte se reflejen realmente en la práctica masiva del deporte, principalmente en niños y jóvenes, así como en la disminución de los índices de obesidad.
twitter @bebefuerza
columnaacropolis@gmail.com
* El presente artículo expone mi punto de vista, no la opinión del Instituto en el que laboro.